La Terminal de Cipolletti también muestra el drama de los «sin techo»

Sorprende la cantidad de jóvenes en esa situación alarmante en esa ciudad. Por qué no hay un refugio permanente, las opciones que brinda la Municipalidad.  

Sorprende la cantidad de jóvenes en esa situación alarmante en esa ciudad. Por qué no hay un refugio permanente, las opciones que brinda la Municipalidad.

Ya no es solo Benito, el vecino que duerme hace años en la vía pública y por distintos motivos se negó a recibir ayuda. El número de personas en situación de calle en Cipolletti se incrementa de manera preocupante y lo que lamentablemente disminuye es el promedio de edad de los «sin techo».

Mientras un nuevo y crudo invierno se aproxima y la ciudad carece de un refugio concreto para albergarlos, la secretaria de Desarrollo Humano y Promoción Comunitaria, Viviana Pereira estimó en «19 o 20» la cantidad de hombres que pasan la noche a la intemperie reveló el nuevo perfil de estos y a la vez explicó cómo actúa la Municipalidad en esos casos. También se refirió al proyecto integral que están delineando y que «irá mucho más allá del pernocte».

«Este año al frío se suma la delicada situación social y económica del país y por eso se ha acrecentado la cifra. Antes eran hombres mayores de 50, hoy también hay jóvenes, de 25, de 30 años, la mayoría con consumos problemáticos, otros que han cumplido condena y no se han podido reinsertar o bien personas expulsadas por violencia o conflictos familiares», precisó la funcionaria en declaraciones a LM Cipolletti.

Claro que en esa triste tendencia también juega un papel importante la gente que arriba desde otros destinos, «fundamentalmente del Norte», con «propuestas de trabajo y cuando llegan aquí no son tales o porque vienen a buscar otro futuro en Cipolletti. Aseguran que aun viviendo en la calle estarían mejor que en sus ciudades», confió Pereira.

Las opciones que brinda La Muni
Frente a ese delicado escenario y en cuánto a las respuestas de la Municipalidad, explicó que «un modo de intervención rápida es a través de la guardia, que funciona llamando al 109, además de las clásicas recorridas».

«Una vez que se detecta un caso, nuestro personal se acerca, vemos la situación y en primera instancia tratamos la posibilidad de encontrar a su familia. A veces logramos hacer la revinculación, otras no se puede», indicó.

«A los históricos que siguen viviendo en la calle por decisión propia los acompañamos, vemos cómo le podemos llevar alimentos, atender su salud, el tema de la documentación», puntualizó.

En ese sentido, informó que el año pasado se conformó una «Red de Contingencia» junto a «la Universidad del Comahue, la Iglesia y otras entidades y organizaciones barriales» para atender esta problemática.

«El pernocte es una de las cosas y ofrecemos soluciones provisorias, pero más allá. Remar, una organización religiosa que trabaja con adicciones nos asiste y se llevan gente a dormir, también la organización de Lila Calderón, Dignidad Rebelde, disponemos de un Hotel que tenemos vínculo ante eventualidades», aseguró. Y dejó en claro que «a los 19 o 20 que hoy duermen en la calle, de los que tenemos sus datos, les brindamos estas alternativas…».

El proyecto integral
Otra de las cuestiones en que hizo hincapié Pereira es en el «proyecto integral» que se está elaborando, a la vez que anticipó que el Concejo Deliberante va a adherir a la «ley provincial de personas en situación de calles, la 5614».

Respecto al alcance de la iniciativa local, dijo: «Creemos que si bien la urgencia en el invierno es buscar el lugar donde estas personas duerman, el proyecto consiste en un trabajo más profundo, en intentar mejorarle la calidad de vida. Estamos reuniéndonos con la Universidad, Iglesias, la Pastoral Evangélica, convocando a gente, voluntarios con formación o acompañamiento, sumado a Dignidad Rebelde y scouts y la idea es analizar sus perfiles y ofrecerles, una vez que nos ganemos su confianza, algo más que un lugar donde pasar la noche, que vaya desde la salud a reencausarlos en lo social y, si se puede, laboralmente».

La funcionaria explicó que por lo pronto cuentan con «espacios o alternativas» que vendrían a reemplazar al refugio, todos recintos atendidos por «personas especializadas en la materia», aunque no descartó de ser necesario recurrir a un «lugar permanente».

El seguimiento a los «callejeros»
Pereira recordó que todo depende de la «voluntad» de las personas a la hora de aceptar la asistencia o continuar en situación de calle.

«Aflojan cuando están con un problema de salud. Algunos no hay forma, aunque igual se les da comida, abrigo y se hace un seguimiento cuando no lo vemos en sus lugares habituales», culminó.

Los hay en la Terminal, en las plazas, en las puertas de las iglesias. Cada vez son más y más jóvenes los que duermen en la vía pública expuestos a las bajas temperaturas. Preocupante.

Fuente: La Mañana Neuquén