Santa Fe: La Unión Industrial advierte sobre un proceso de estanflación para los próximos meses

Analizando el último informe que emitió la entidad respecto de la actividad de mayo, Javier Martín sostuvo que tras el acuerdo con el FMI y los recortes que aplicará el gobierno para cumplir con las metas del organismo, "las luces amarillas se van tornando rojas".

Analizando el último informe que emitió la entidad respecto de la actividad de mayo, Javier Martín sostuvo que tras el acuerdo con el FMI y los recortes que aplicará el gobierno para cumplir con las metas del organismo, «las luces amarillas se van tornando rojas». Según los números de abril, la industria creció solo un 0,3% a nivel interanual.

«Las recientes turbulencias macroeconómicas agravaron las condiciones para el desenvolvimiento de la actividad industrial. La importante y descontrolada depreciación de la moneda nacional, los fuertes incrementos de tasas de interés, junto a los reiterados ajustes de tarifas de servicios, deprimen la oferta industrial y la demanda de sus productos», afirma el primer párrafo del informe de mayo de la Unión Industrial de Santa Fe que refleja lo acontecido en abril y que se titula: «En la puerta de una nueva recesión».

Según dicho trabajo, la producción fabril en Santa Fe registró durante abril un incremento de 0,3% interanual, «consolidando la ralentización de la actividad», fundamentado principalmente en «la importante contracción manifestada por la molienda de soja, la refinación de petróleo, y la producción de sustancias químicas y vehículos automóviles». En tanto, las actividades que mostraron buenos resultados fueron la elaboración de carne bovina y porcina, la industria láctea, la producción de minerales no metálicos y el complejo siderometalúrgico.

Y si bien, de acuerdo al Instituto de Investigaciones Económicas de Fisfe, la actividad fabril mostró al cierre del primer cuatrimestre de 2018 un alza de 2,2% interanual, en diálogo con UNO en la Radio, el presidente de la Unión Industrial de Santa Fe, Javier Martín, afirmó que los industriales vienen observando desde principios de año, «luces amarillas que se van tornando rojas».

«En un principio teníamos sectores a los que les estaba yendo bien, vinculados con la obra pública nacional y con agroproductos y agroservicios, pero ya este año, por distintos motivos, todo confluye en una situación cada día más preocupante», resaltó el dirigente.

Martín detalló que «la obra pública está teniendo un parate importante», y el campo, debido a la sequía, «tiene problemas muy serios con la cadena de pagos». A su vez, toda la industria que depende del mercado interno, «ha visto sus ventas plancharse o reducirse», expresó.

Todos esos factores, dijo, «en combinación con una situación impositiva descomunal», con «aumentos de tarifas sumamente elevados» y «apertura de importaciones en algunos rubros que realmente descoloca».

En ese sentido, el presidente de la UISF sostuvo que la solución no son medidas aisladas como la posibilidad de pagar un impuesto en cuotas, sino en un cambio de modelo económico.

«Desde el vamos que un modelo con una tasa de interés del 50% no es muy productivo que digamos. Entonces, a una pyme por más que se le deje pagar el IVA en tres veces, le cobran un 50% cuando quiere descontar un cheque. Esa medida puede ser buena aisladamente pero en un modelo que en lo económico hoy no privilegia la producción, no sirve», afirmó.

El acuerdo con el FMI y la estanflación

A su vez, consultado por el reciente acuerdo con el FMI cerrado por el gobierno nacional que implicará recortes para reducir el déficit fiscal, Martín se mostró preocupado y sostuvo que el temor es que, al contexto actual que ya de por sí es complejo, se le sumará ahora un segundo semestre mucho más difícil.

«Porque se van a asentar los procesos recesivos y si al mercado interno le sacamos el gasto público, evidentemente en un mercado como el argentino, que no es como Brasil o Estados Unidos, ese nivel de recorte de gastos va a pegar seriamente y va a realmente significar un estancamiento y un proceso recesivo casi con seguridad, combinado con una inflación que no baja. O sea que estaríamos en el peor de los mundos porque sería una estanflación», advirtió.

Algunos de los puntos que destaca el informe

Los altos costos financieros limitan el acceso al crédito necesario para la recomposición del capital de trabajo, la comercialización de la producción, y la concreción de inversiones.

La desvalorización del peso comprime los ingresos por ventas de las operaciones realizadas a plazo. Complementariamente, la rígida oferta de insumos ampliamente nominados en moneda extranjera exacerba la presión sobre los costos de producción en numerosos sectores, incluso los agroindustriales. Este grave escenario resulta particularmente perjudicial para las pequeñas y medianas industrias.

La desaceleración en algunos sectores dinámicos como la maquinaria agrícola (cayó 22% interanual en el primer trimestre de 2018) y los anuncios de recorte de gasto en la obra pública, restringe las posibilidades de continuar por el sendero de la recuperación.

La demanda esperada de bienes industriales se encuentra claramente dañada ante la notoria caída del poder adquisitivo, las elevadas tasas de interés, las crecientes importaciones (19,3% interanual en volumen al primer cuatrimestre de 2018), y los próximos incrementos de tarifas.

Este conjunto de factores, junto a los aún desfavorables efectos climatológicos en ciertas actividades agroindustriales, presagian un escenario recesivo para la industria santafesina.

De acuerdo a datos del Ministerio de Trabajo, la industria manufacturera en Santa Fe registró en el primer mes de 2018 un total de 5.855 empresas, un nivel 4% inferior al alcanzando en el mismo mes del año anterior. Las microempresas (3.169) se redujeron 5,6% interanual, las pequeñas empresas (1.895) cayeron 2,1% interanual, mientas que las medianas empresas (592) disminuyeron 0,5% con respecto al mismo período de 2017. A partir de 2016 se percibe una disminución de la cantidad de micro, pequeñas y medianas empresas industriales, siendo las de menor dimensión el segmento más afectado.

La participación relativa de la industria en la generación de empleo registrado alcanzó en enero de 2018 a 23,5% del total de actividades económicas en Santa Fe. Este indicador muestra un cierto descenso respecto de los niveles vigentes años atrás, manifestando el deterioro del proceso de industrialización.

Fuente: Uno Santa Fe