Las Cataratas del Iguazú con un futuro desalentador

Además de estar sin turistas por la pandemia de coronavirus, ahora se encuentran sin agua y sufren una de las peores sequías de su historia.

Ante la ausencia de lluvias en la región, las Cataratas del Iguazú ofrecen desde principios de abril una imagen atípica. Además de estar sin turistas por la pandemia de coronavirus, ahora se encuentran sin agua y sufren una de las peores sequías de su historia.

La mayoría de los saltos de las Cataratas del Iguazú se ven secos debido a que los ríos del noreste argentino sufrieron una baja considerable. Por ejemplo, el río Gualeguaychú, que conecta con el río Uruguay, ya puede cruzrse a pie y su profundidad es de apenas 30 centímetros.

Además, los ríos Iguazú, Paraná y Paraguay también continúan con niveles de caudal muy por debajo de los promedios habituales. Así lo indican informes de la Prefectura Naval Argentina que aseguran que en toda la cuenca del río Uruguay «predominan valores negativos de anomalías de precipitación», por lo que persiste un escenario muy por debajo de los promedios históricos en todos los tramos del río.

La problemática ante esta sequía, obliga a las empresas potabilizadoras de agua dulce a adaptar su infraestructura y mover caños de toma porque en muchos casos quedaron sobre la arena. Ya ocurrió en ciudades importantes de Corrientes como Santo Tomé y Monte Caseros.

En cambio, Brasil, para prepararse mejor ante la sequía, decidió cerrar las compuertas de sus represas y de esa manera conservar mayor cantidad de agua en su territorio. También ocurrió algo similar en Itaipú, Paraguay.

El nuevo paisaje que ofrecen las Cataratas preocupa no solo por los efectos sobre la flora y la fauna locales, sino por el impacto que puede representar para el turismo una vez que se levanten las medidas del aislamiento social, preventivo y obligatorio. El horizonte todavía no es muy alentador, un reciente informe de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) anticipa que a lo largo de 2020 la tendencia podría acentuarse.

Fuente: Patágonico