Las constantes lluvias complican a pueblos del centro-norte santafesino

La localidad de Aguará Grande en el departamento San Cristóbal quedó aislada. En la ciudad capital el río Salado llegó a su pico.

La localidad de Aguará Grande en el departamento San Cristóbal quedó aislada. En la ciudad capital el río Salado llegó a su pico.

Sigue el alerta meteorológico para toda la provincia. La zona más complicada es la del centro-norte santafesino en la que cayeron desde el sábado de la semana pasada unos 600 milímetros, en promedio. Hay localidades como Aguará Grande, en el departamento San Cristóbal, que se encuentra aislada y vive una acuciante situación (ver aparte). En la capital provincial, el río Salado alcanzó su pico y hay evacuados.

«Hasta la semana pasada veníamos con una bajante del Paraná que acusó 5,70 metros en Santa Fe capital y ahora estamos en 6,28. Lo mismo ocurrió en la cuenca del Salado. Las intensas lluvias contribuyeron a que tengamos una crecida de ese río con complicaciones para toda la región», dijo a LaCapital el director provincial de Protección Civil, Marcos Escajadillo.

«La afectación del Salado alcanza a habitantes que están por afuera del anillo de defensa. Estos están en la zona de Recreo, Santa Fe capital y Santo Tomé. Algunos de ellos fueron evacuados, asistidos en refugios y otros se autoevacuaron», indicó.

«También hay unos 1.600 evacuados por crecida del río Paraná, quienes están en esa condición desde fines de diciembre, cuando el río alcanzó el pico máximo (6,61 metros). Hoy está en 6,28 y estable. Hay que ver cómo se comporta el clima en relación a la alerta vigente y cómo influyen las lluvias en la región y aguas arriba», consideró.

También aseguró que «la complicación más crítica es la atención a los poblados de los departamentos del centro y norte provincial. Hay localidades en Vera, San Cristóbal, San Justo y San Javier que tienen problemas de aislamiento. Se dificulta el acceso porque los caminos están intransitables. En la ruta 3, por ejemplo, en el departamento Vera, hay que ingresar con camiones Unimog o 4 x 4 de gran envergadura para poder asistir a los habitantes».

El problema en esas poblaciones es el desabastecimiento, la llegada de asistencia sanitaria y la paralización de los núcleos productivos.

Están limitados a la ayuda que puede enviar el gobierno o algunos particulares o empresarios que colaboran con vehículos de gran porte. El caso más llamativo es el de Villa Saralegui, una población de 900 habitantes del departamento San Cristóbal, a la que sólo se puede acceder a través del ferrocarril. Ayer, las autoridades del Ministerio de Gobierno provincial se mostraron agradecidos tras gestionar ante Belgrano Cargas por la colaboración de la empresa ferroviaria para canalizar ayuda a través del transporte de alimentos y el traslado de personas.

El Carcarañá. Escajadillo aseguró que la cuenca del río Carcarañá no representa por el momento una amenaza para las poblaciones aledañas. «La semana pasada participamos de una reunión en Buenos Aires junto a funcionarios de Asuntos Hídricos de Córdoba y Santa Fe, de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, Protección Civil de Santa Fe y de la Nación, para trabajar el tema Carcarañá en la planificación de obras y prevenir afectación en la cuenca».

Para Escajadillo la problemática hídrica que atraviesa la provincia está relacionada al contexto directo de las consecuencias del fenómeno de cambio climático. «Todo contribuye a la situación actual. El monocultivo, el uso inadecuado del suelo y su evidente impermeabilización, la deforestación desmedida y la falta de planificación para asentamientos urbanos, el efecto invernadero y el aumento de las emisiones de dióxido de carbono, son causas que impactan en el clima, hacen que los fenómenos meteorológicos sean mucho más extremos y hoy tenemos las consecuencias», remató.

En la capital provincial. «Estamos atravesando el momento más crítico de la emergencia hídrica ya que tenemos los dos ríos (Salado y Paraná) altos, con crecidas extraordinarias, y se enfrenta más de 12 días de incesantes lluvias», informó ayer en la ciudad capital Andrea Valsagna, secretaria de Comunicación del municipio.

El Centro de Operaciones local consignó que el Salado alcanzó su pico de 6,82 m y se mantiene estable, mientras que el Paraná registra una altura de 6,28 m en el puerto de Santa Fe en la segunda onda de crecida.

El panorama más delicado se vive al norte de la ciudad, en el barrio La Tablada, situado fuera del anillo de defensas y en el que fueron evacuadas cinco familias, y en las zonas costeras de Colastiné y Alto Verde donde las calles en su mayoría son de arena o tierra y están anegadas e intransitables. En esas zonas los evacuados ayer ascendían a 157 familias. En Recreo también hubo que evacuar a 52 personas por la crecida del Salado y las lluvias.

En Santa Fe también se registran inconvenientes en el transporte público, donde en algunas zonas las líneas de colectivos modificaron sus recorridos por anegamientos.

El presidente de la Sociedad Rural de Santa Fe, Hugo Iturraspe, evaluó que «la situación del campo es catastrófica», como consecuencia de la emergencia hídrica. «Los caminos y los suelos están imposibles; el agua brota de la tierra. Esto es desesperante para la producción. No hay pasto que aguante por el pisoteo. Esto es un golpe de gracia para los tambos», sostuvo.

Perotti solicitó ayuda nacional

El senador nacional por Santa Fe, Omar Perotti, presentó un proyecto solicitando de forma urgente la intervención de la Nación para asistir a las regiones santafesinas afectadas por las inundaciones. “Nuestra provincia vive una situación inédita que necesita atención de la Nación”, afirmó. Perotti explicó que las lluvias produjeron importantes daños materiales en zonas urbanas y rurales y en la infraestructura provincial, provocando cortes de tránsito en rutas y caminos. Y agregó: “Hay miles de evacuados y están afectadas más de 2.300.000 hectáreas del sector agrícola”.

Fuente: La Capital, Rosario