Las coplas, la albahaca y las carpas de antaño se despiden hasta el otro año 

A pura tradición, llegan a su fin los festejos del carnaval, que se multiplican por toda Salta. El próximo domingo se realizará el gran entierro del Pujllay en Chicoana, de la mano de Carlos Abán, en San Antonio de los Cobres y en la casa de Severo Báez, en Salta capital.

A pura tradición, llegan a su fin los festejos del carnaval, que se multiplican por toda Salta. El próximo domingo se realizará el gran entierro del Pujllay en Chicoana, de la mano de Carlos Abán, en San Antonio de los Cobres y en la casa de Severo Báez, en Salta capital.

El carnaval dice “adiós” una vez más. En toda la geografía provincial, habrá celebraciones para enterrar el Pujllay, en la víspera del Miércoles de Ceniza. La Puna, Los Valles Calchaquíes, el de Lerma, el norte salteño, todos suspirarán con el aroma de la albahaca y el colorido de serpentinas y papel picado. No faltarán las comidas y bedida regionales. Pero, por sobre todo, serán los ritos ancestrales y las costumbres de antaño las que recorrerán Salta de punta a punta.

En Chicoana
Un capítulo aparte merecen las carpas de antaño, con sus tradicionales ritmos bien carperos, al son de bombos, bandoneones y guitarras, que tendrán como epicentro de los festejos al pintoresco pueblo de Chicoana.
Entre imponentes cerros y un inconfundible aire colonial, el próximo domingo 5 de marzo el Pujllay se despedirá hasta el año que viene, de la mano del célebre Carlos Abán, bandoneonista y acérrimo defensor de nuestras costumbres.
El entierro del carnaval se realizará en el camping Los Eucaliptos, a una cuadra de la iglesia principal. Todo el pueblo celebrará ansioso, al igual que el resto de la provinia, el entierro del carnaval.
Una gran fiesta
La fiesta comenzará a las 11, con una gran feria de platos regionales que tendrán como protagonista al tamal, como no podía ser de otra manera en la Capital nacional del Tamal.
La entrada será totalmente gratuita y no habrá venta de bebidas alcohólicas.
La música folclórica y carpera amenizará la jornada, con la actuación de numerosos artistas locales, entre los que se destacan el grupo Entre Amigos, el Torito Antonio, Leo Tejerina, Carlos Abán y su grupo y muchos más.
Grandes y chicos participarán de los coloridos juegos de carnaval, con papel picado y serpentinas, y uno que otro pequeño travieso con agua también.
La copla y la baguala, así como el ritmo bien carpero, serán los protagonistas de la jornada. Por ello, se convoca a todos los bagualeros de la provincia a participar con su música y su canto.
Se invita especialmente a los bagualeros ganadores de los concursos provinciales de baguala organizados en Salta por Carlos Abán a lo largo de 20 años.
Desde la comuna local aguardan la asistencia de más de tres mil personas, por lo que está previsto un gran operativo de seguridad. Además, informaron que el evento no se suspenderá por lluvia.
El entierro del Pujllay es organizado en conjunto por Carlos Abán y la comuna de Chicoana.

Defensor de lo propio
“La carpa es una de las raíces de nuestra Salta. Queremos vivir el verdadero carnaval salteño y rescatar nuestra música, tradiciones y gastronomía. El carnaval debe ser una fiesta para toda la familia, como era antes, cuando grandes y chicos podían festejar de una manera sana”, dijo a El Tribuno Carlos Abán, quien a sus 87 años cuenta con una lucidez y una sabiduría innegables.
“Si no les hacemos conocer a los chicos y jóvenes nuestros festejos y nuestras costumbres, van a preferir lo foráneo siempre”, afirmó.
En 1953 Abán inauguró su primera carpa en la localidad de Cerrillos, luego se trasladó a Salta capital hasta que, en 2003, desembarcó finalmente en Chicoana, su querida tierra natal.
“Cuando era joven, la copla y la baguala estaban prohibidas y mal vistas. Nos echaban de los bailes y nadie quería contratarnos. Por eso decidí instalar una carpa”, dijo Abán, eximio bandoneonista, con más de 50 obras grabadas a lo largo de toda su carrera.
En las carpas, la verdadera protagonista es la gente, los músicos son un simple complemento de la diversión del carnaval. “Ésa es la principal diferencia con otros tipos de celebraciones, donde la gente se sienta pasiva a ver la actuación de los artistas. En las carpas de antaño es todo lo contrario. Los artistas son la gente”, sentencia Abán.
Y agrega: “El carnaval es la suma de todos los componentes de la vida humana. Antes los jóvenes iban a las carpas con sus padres. Hoy los disturbios son moneda corriente y la mayoría de las carpas se convirtieron en una especie de boliches. Por eso queremos rescatar el verdadero espíritu carpero, dirigido a toda la familia”.

El origen de las carpas salteñas
No se sabe mucho sobre los orígenes de las carpas de carnaval.
No son pocos los que sostienen que nacieron en los fogones que se solían encender en los descampados donde paraban las carretas luego de largos viajes.
Al atardecer, con las carretas estacionadas en círculo, en el centro se encendían los fogones para alumbrar las noche, y también para preparar la comida de los carreteros.
Y no faltaban los músicos, de paso o locales, que se acercaban al fogón para animar la noche y el viaje.
Y a poco, la música hacía lo suyo: hombres y mujeres de los arrabales comenzaban a llegar, dispuestos todos a prolongar la noche, y mucho más si eran tiempos de carnaval.
Es posible que las carpas de carnaval hayan nacido en los campos de las carretas, pero lo cierto es que con o sin carromatos, el carnaval se supo cobijar por décadas, bajo lienzos a dos aguas.
Para Carnaval grande, Carnaval chico y de Micareme, las carpas tenían sus techos blanqueando mientras abajo la gente bailaba con unas hojas de albahaca en la oreja, con la cara enharinada, la cabellera sembrada de papel picado y con serpentina multicolor colgando del cuello.
Todos bailando al compás de la música carpera (zambas, chacareras, cuecas, chilenas y gatos) interpretada con bandoneón, guitarra, bombo y violín; sin amplificación ni luz eléctrica.
El piso era de tierra y al anochecer se iluminaba primero con cebo, velas y después con lámparas “Petromax” a gas de kerosene. Mas tarde llegó la luz eléctrica y luego la amplificación. Entonces fue que el carnaval salió huyendo y no se sabe si volverá.
La casa de Severo Báez y Rafaela Gaspar fue una verdadera fiesta
Hoy se realizará la “pechada de caballos”, con música, coplas y platos regionales.
La ciudad de Salta pudo disfrutar de las costumbres ancestrales de la Puna y los Valles Calchaquíes.
La casa de Severo Báez, baluarte de la cultura andina, fue una verdadera fiesta durante estos días de carnaval.
Ayer Villa Primavera, especialmente el pasaje Echeñique, donde se encuentra ubicado el Centro de Residentes Puneños y Vallistos de Salta, se llenó de música y papel picado.
Todos los vecinos pudieron disfrutar del encuentro de comparsas y brujos, con contrapunto de vidalas, que se llevó adelante en la puerta de entrada del centro andino.
Cientos de curiosos se agolparon en la calle para presenciar el encuentro de dos comparsas en la puerta de la casa se Severo Báez, atraídos por las ingeniosas coplas y los coloridos ropajes.
Fue una jornada en la que no faltó nada: comida regional, patios carperos y copleros, mucha alegría y calidez.
Las celebraciones comenzaron el sábado, con el Carnaval de los Niños, en el que más de 200 pequeños disfrutaron de una tarde al ritmo de coplas y cajas, guiados por Viviana Báez, animadora carpera y locutora.
Los festejos continuarán esta tarde con la denominada “pechada de caballos”. A 16, integrantes de fortines gauchos se dirigirán a la casa de Severo, enflorados y con sus cajas. Montados en sus caballos, los gauchos cantarán coplas y realizarán bailes, además de intercambiarse obsequios. Para ello se procederá a cortar la cuadra de Echeñique al 1000.
No obstante, la celebración comenzará a las 11, con degustación de platos y bebidas regionales, además de mucha música.
El entierro del carnaval andino en la ciudad se realizará el próximo domingo, también desde las 11, ocasión en la que se procederá a dar las gracias a la Pachamama y a cerrar el mojón, con el Pujllay incluido, hasta el año que viene.

Carnaval en la Puna 
Los habitantes de la Puna salteña vivirán el carnaval a pleno hasta el próximo 5 de marzo.
Visitas de cuadrillas de copleros a las casas de familias, encuentro de comparsas y bailes populares hacen por estos días de San Antonio de los Cobres, Tolar Grande, Olacapato, Pastos Grandes y Salar de Pocitos son una verdadera fiesta en la que solo se respira el aroma del carnaval.
Hoy, a partir de las 10 de la mañana, se realizará el tradicional “Martes de Chaya” en el mercado artesanal de San Antonio de los Cobres.
El entierro del carnaval está previsto para el domingo 5, a las 20, cuando en forma simultánea, cada una comparsa de San Antonio, Olacapato, Pastos Grandes, Salar de Pocitos y Tolar Grande, entierren al Pujllay en sus respectivos mojones.

Fuente: El tribuno