Las localidades rionegrinas del Valle Medio padecen la falta de viviendas

Es una de las necesidades más acuciantes para la población. Es enorme la diferencia entre lo que el Estado construye y la demanda. Sólo en Choele Choel el número de anotados por el IPPV alcanzó los 1.300. La mayoría son jóvenes.

Es una de las necesidades más acuciantes para la población. Es enorme la diferencia entre lo que el Estado construye y la demanda. Sólo en Choele Choel el número de anotados por el IPPV alcanzó los 1.300. La mayoría son jóvenes.

La demanda habitacional sigue estando en primer lugar entre los pedidos que realizan los vecinos en cada una de las comunas del Valle Medio. Las cifras marcan que son centenares –en las ciudades más grandes de la zona– las personas que quieren acceder al techo propio. Hasta los representantes del IPPV –Instituto Provincial para la Vivienda– se han mostrado sorprendidos por los números con que se encontraron cuando llegaron a Choele Choel para renovar legajos. La ciudad cabecera es la que tiene mayor demanda, y en tres años se triplicó.

Los representantes del IPPV desembarcaron en Choele Choel con 1.050 carpetas. “Cuando veníamos para acá y dijimos el número de legajos que trajimos, algunos compañeros nos dijeron ‘eso es de todo Valle’”.

Durante esa semana, decenas de vecinos hicieron cola en la vereda de la casa ubicada en la intersección de Avellaneda y Malvinas Argentinas. Muchos se acercaron a renovar sus legajos, mientras otros tantos lo hicieron para realizar por primera vez el trámite.

Al finalizar la semana los números de la demanda se ampliaron de manera considerable. Además de las 1.050 carpetas se abrieron otras 250. De este modo, la localidad necesita un total de 1.300 viviendas, o ese es el pedido.

Empujan esta necesidad habitacional en Choele Choel una serie de factores como el aumento del precio de los alquileres. En los últimos meses subieron en promedio del 30% hasta el 40%.

Por otra parte, la ciudad sigue siendo el centro neurálgico de la zona, es por ello que de manera permanente se asientan nuevas familias y se agrandan las que ya están asentadas.

En la semana en que los funcionarios realizaron inscripciones, la presencia de jóvenes fue mayoritaria.

Multiplicado por 4

El fenómeno ha hecho que en tres años la demanda se multiplique por más de 4. En el 2015, al sortearse un barrio de 40 viviendas, había poco más de 300 legajos, señalaron desde el IPPV.

Esta nueva regularización de expedientes obedece a que se encuentra en fase de finalización un plan habitacional de 86 viviendas, el más grande en ejecución en el Valle Medio, iniciado en el 2015. Este plan sería sorteado antes de fin de año. Es el único –además– que se está realizando en la ciudad.

Las perspectivas de que se construyan nuevos barrios, ya sea con fondos provinciales o nacionales, por ahora parecen lejanas. “No hay anuncios y ni siquiera están en análisis”, sostuvieron funcionarios municipales. Esta situación no es exclusiva de Choele Choel, sino que se repite en todo el Valle Medio. En medio han quedado promesas incumplidas. (Ver nota aparte)

“Hicimos el llamado para aquellas personas que deben actualizar sus carpetas o al menos que las revisemos para comprobar que no les falta ninguna documentación. Se trata de 1.050 personas, lo que marca una gran demanda en el orden habitacional en aquellos que pretenden acceder a ellas a través del instituto”, destacó Marcela Floridia, quien estuvo a lo largo de la semana en esta localidad atendiendo a los interesados junto al personal de la delegación regional del IPPV.

A los mencionados hay que agregarles unos 250 inscriptos que presentaron su carpeta por primera vez, y que tendrán también la posibilidad de acceder a los próximos sorteos de unidades habitacionales, siendo el más cercano el de las 86 viviendas que se están construyendo en el sudoeste de la localidad.

“Es un número muy importante el que tiene Choele Choel, y en la misma frecuencia se encuentran Lamarque, Luis Beltrán y Chimpay, en ese orden”, finalizó Floridia.

Si bien no se dieron datos concretos, se mencionó que detrás Choele Choel, en número de anotados, se encuentran: Chimpay con casi mil legajos iniciados, Lamarque con cerca de 800 y le sigue Luis Beltrán con alrededor de 600.

Durante la semana, al hablar con quienes esperaban realizar su trámite, lo que más se repetía eran palabras de optimismo.

“Para mí es una buena posibilidad. Porque hay mucha gente que no tiene otra alternativa de acceder a una vivienda”, señaló Laura, una de las tantas mujeres que se acercó hasta el lugar.

“Hay gente que está alquilando, que le están cobrando mucho”, sostuvo María Cristina Yañes, mientras hacía la larga fila para cumplir los trámites.

“Está bueno poder tener la posibilidad del acceso a una vivienda. Más por la problemática habitacional que hay acá en la localidad. El tema de los alquileres, el tema de que hay mucha gente que viene de afuera. Los alquileres, como no hay un piso legal, se van por las nubes, ni siquiera te alcanza el sueldo para pagar una vivienda digna. Nosotros tenemos la posibilidad de anotarnos y hay gente que no puede”, sostuvo una chica que llegó junto con su joven familia.

El dato: 1.300
son los legajos que tiene el IPPV sólo para la ciudad de Choele Choel. Y siguen llegando nuevas familias.

Ciudad por ciudad
Actualmente en el resto de las localidades del Valle Medio se están terminando algunos planes habitacionales. No hay proyección de nuevos barrios. Ciudad por ciudad este es el número de casas que se están terminando:

En Chimpay dos planes: uno de 6 viviendas, y otro más 10 unidades.

En Luis Beltrán: 40 viviendas que serían entregadas en mayo y ya fueron adjudicadas.

En Coronel Belisle 10 casas a las que se les están terminando de colocar los servicios.

En Darwin: 10 casas del IPPV, 5 más que comenzarán a construirse dentro de poco y 50 anunciadas desde el gobierno nacional.

En Lamarque se están terminando 20 viviendas y se espera la culminación de 40 más –la empresa que las estaba construyendo presentó quiebra– cuando estaban realizadas en un alto porcentaje.

Después de Choele, Chimpay es la que tiene el mayor número de interesados en acceder a una casa. Luego siguen los inscriptos de Lamarque.

“Los alquileres, como no hay un piso legal, se van por las nubes, ni siquiera te alcanza el sueldo para pagar una vivienda digna por aquí”.
María Cristina Yañes, vecina de Choele Choel

“Para mi es una buena posibilidad. Porque hay mucha gente que no tiene otra alternativa de acceder a una vivienda”.
Laura, vecina de Choele que actualizó su legajo hace algunas semanas.

“Yo que soy nacida acá en Choele Choel me he anotado en todos los planes que han salido y hasta ahora no he tenido la posibilidad”.
Alma Roldán, vecina y aspirante a una vivienda en Choele Choel.

Pocas expectativas a corto plazo y promesas en espera
Los jefes comunales de la zona, al ser consultados sobre las posibilidades concretas de nuevos planes habitacionales, se mostraron escépticos y creen que esto no cambiará por lo menos en los próximos dos años, dada la falta de financiamiento tanto del gobierno nacional como del provincial.

El caso más llamativo de todos es el anuncio que realizó dos años atrás el ministro del interior, Rogelio Frigerio, en su visita a la zona sobre la construcción de un plan de 50 viviendas para la pequeña localidad de Darwin.

Para muchos el anuncio fue una sorpresa, dado que era una inversión única para el pequeño pueblo ferroviario de la Ruta Nacional 22.

Pero, desde aquella promesa hasta ahora poco se ha avanzado en la concreción de ese plan habitacional. Ha sido desde la comuna desde donde más se avanzó para la construcción del barrio. De hecho, en diálogo con este medio, el intendente, Víctor Hugo Mansilla, remarcó que se habían presentado hace poco los últimos papeles pedidos desde Nación.

El valor de la construcción
Los datos siguientes surgen de diferentes consultas de este medio.
Una vivienda de 50 metros cuadrados, con dos habitaciones, baño y cocina comedor varía según los materiales.
Sin tener en cuenta el valor del terreno, se indicó: una casa de IPPV ronda el millón doscientos mil pesos. La misma casa hecha de manera privada 800.000 pesos. Mientras que una prefabricada tiene precios variables.
La diferencia sustancial está dada en que en el caso del IPPV los obreros se encuentran en blanco, aducen.

Fuente: Río Negro