Legisladores y organizaciones pidieron voluntad política para terminar con los incendios en las islas

Diputados y senadores provinciales de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, junto a ambientalistas, se reunieron en la ciudad para intercambiar miradas sobre el tema

Diputados y senadores provinciales de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires, junto a ambientalistas, se reunieron en la ciudad para intercambiar miradas sobre el tema

Bajo la consigna “Legisladores por los humedales”, diputados y senadores provinciales por Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires se reunieron en Rosario para aportar miradas sobre el actual estado de implementación del Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible del Delta del Paraná (Piecas). Entre las principales disertaciones, la conclusión fue que hace falta una mayor voluntad política y un entendimiento integral del ecosistema y del plan para poder llevarlo adelante de manera exitosa. A su vez, se remarcó que si bien no hay ley de humedales a nivel nacional, las legislaciones vigentes permiten avanzar en materia de gestión y de penalidades hacia los responsables.

El acuerdo interjurisdiccional se concretó en 2008 entre las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, junto al gobierno nacional, para gestionar los recursos de los humedales del Delta del Paraná y todo su ecosistema. Pero solo se reactivó con algunas reuniones a partir de los incendios en las islas entrerrianas frente a Rosario que se vienen sucediendo sin parar desde febrero del 2020.

En la presentación, la diputada provincial Mónica Peralta (GEN – Frente Progresista Cívico y Social) rescató el Piecas y dijo: “Hoy nos reúne poder darle valor a esto que surgió en 2008 porque el humo llegó a Buenos Aires. Y desde el gobierno central se dieron cuenta de que había humedales acá, que representan el 21% del territorio y que es un reservorio natural muy importante que estamos destruyendo”.

Afirmó que a pesar de llevar adelante “una serie de propuestas y manifestaciones a través de la Legislatura”, las mismas “no tuvieron ninguna repercusión”. Y expresó: “No es posible que, a esta altura, los médicos nos indiquen que si hay quemas salgamos con barbijos. Me hace acordar a la imagen cuando las personas se tienen que encerrar en sus casas cuando van a fumigar”.

Tras ello, uno de los primeros disertantes fue Ricardo Biasatti, profesor de Ecología y Biología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y miembro del equipo redactor del Piecas. Por entonces, en 2008, formaba parte del equipo de la administración de recursos naturales del gobierno provincial, bajo la conducción de Hermes Binner.

“El Piecas nació porque la problemática fue reconocida en Buenos Aires y, de allí, se dio la reunión fundacional en Victoria. La discusión que siguió fueron dos años, pero más que por cuestiones técnicas fue para definir acuerdos políticos”, recordó, para sumar: “De 2011 a 2014 se dotó de algunos fondos, producto de esos acuerdos. Fondos mundiales para el medio ambiente, para estudiar el humedal y subvencionar algunas actividades del Piecas”.

“El documento editado en 2014 refleja acuerdos políticos que están firmados y vigentes. Todas las administraciones (las tres provinciales y la nacional) están comprometidas a dar cumplimiento a los lineamientos del Piecas, hasta que aparezca otra documentación que lo sustituya”, subrayó.

Sin embargo, el académico manifestó que el eje que más le preocupa es “la complejidad de administrar un territorio multijurisdiccional, con un desarrollo ecosistémico prácticamente único a nivel subcontinental”.

Al respecto, dijo: “Cada vez que siento hablar del Piecas veo reflejado que mucha gente lo invoca, pero el 90% no lo leyó. Y no solo no saben de qué se trata, sino que no entienden la complejidad del sistema desde los puntos de vista técnico-ecológico y jurisdiccional-administrativo-político”.

Biasatti puso el foco en que el territorio Piecas “no termina donde se pone la línea geográfica porque más que una definición territorial o física, el Piecas terminó definiendo un territorio funcional. Acá corresponde el 8% de ese humedal, pero tenemos el 90% de la incidencia de lo que pasa en el humedal”. Y es por eso que aseveró que la problemática de incendios constantes y falta de responsables “no se resuelve ni con las brigadas del fuego ni con mitigación de hechos puntuales, sino con un proceso que entienda la complejidad del asunto”.

“Expresión de deseo”
La diputada provincial entrerriana Gracia Jaroslavsky (Unión Cívica Radical) aseguró, al momento de tomar la palabra, que “el Piecas es una herramienta extraordinaria, pero va a seguir siendo una expresión de deseo si no tenemos políticas de Estado que se sostengan en el tiempo, si no hay una ley nacional de humedales, si no hay leyes provinciales de humedales y si no hay planes jurisdiccionales en cada uno de los territorios”.

“Se deben formular las bases de una educación ambiental que cambie las concepciones del individuo. El 80% de los humedales del río Paraná pertenece a la jurisdicción de Entre Ríos. La provincia debe plantear la visión que va a tener de acá para adelante en el plano productivo y económico, pero no lo ha hecho”, expresó.

Por su parte, la senadora provincial bonaerense Lorena Mandagaran (GEN) recordó que “desde 2013 se han presentado distintos proyectos que han perdido estado parlamentario. Eso pone en cuestión la verdadera importancia que se le da a nivel nacional, independientemente de los esfuerzos provinciales”.

La importancia de las organizaciones
A su turno, el diputado provincial Carlos del Frade (Frente Social y Popular) manifestó que “el desarrollo del Piecas era paralelo al desarrollo del negocio inmobiliario. Las tres provincias tuvieron un desarrollo inmobiliario feroz que destruyó el ambiente”.

“Los humedales están siendo defendidos por gente joven que se jugó el cuero en pandemia, por bienes comunes, por la naturaleza”, rescató, para agregar: “Esto no es una cuestión jurisdiccional, es una cuestión política. Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe pueden coordinar cuestiones de la Justicia si los jueces tienen conciencia política de lo que se está haciendo, porque de hecho se está haciendo en otros ámbitos. Hay cobardía y no se quieren enfrentar al poder económico”.

En tanto, el representante en la reunión de la Multisectorial por los Humedales, Rodolfo Martínez, recordó que tuvieron que organizarse para “salir a la calle” en plena pandemia porque “fue lo único que nos quedaba”: ”(La ONG) El Paraná No Se Toca presentó denuncias internacionales, los incendios estaban a la vista de todos pero todo seguía como si nada”.

“En 2020 atravesábamos una compleja situación sanitaria, donde andábamos todos y todas con barbijo. Al día de hoy, se recomienda usar barbijo por el humo. Nos estaba matando la situación pandémica, algo que, supongamos, no podíamos evitarlo. Pero sí podíamos evitar lo que pasaba delante de nuestras narices. No hubo voluntad política de cambiar las cosas”, afirmó para concluir: “Si en mi casa tengo actividades ilegales y me hacen una denuncia, me allanan ¿Por qué acá no pasa nada?”.

Sobre el final, el referente del Observatorio Ambiental de la UNR, Matías De Bueno, consideró que el Piecas es “una gran herramienta institucional” pero que tiene que tener una política clara: “Si hacemos documentos que son hermosos pero después no los podemos llevar a la práctica, como lo que se ve hoy con entre 20 y 30 brigadistas que pelean enfrente (en referencia a los incendios en las islas) con una pala, es un problema enorme de gestión”.

“Ayudaría una ley de humedales para categorizar y dotar de recursos, pero con la legislación que ya hay no deberíamos tener ningún tipo de problemas”, complementó. En consonancia con él, Ignacio Zavaleta, de la organización Legisladores por el Ambiente, aseveró: “Tenemos un marco normativo ambiental que es bueno, otorga competencias y facultades para legislar en cuestiones ambientales. Pero son desconocidas y soslayadas por legisladores locales y no le dan la importancia que tienen”.

Fuente: La Capital