Libra débil, desunión e intolerancia: los británicos comienzan a sufrir el «Brexit»

La incertidumbre sobre el futuro influirá en la economía del Reino Unido, con subas de precios, impuestos y los combustibles.

La incertidumbre sobre el futuro influirá en la economía del Reino Unido, con subas de precios, impuestos y los combustibles.

Luego del shock inicial tras el triunfo del «Brexit» en el referéndum, el Reino Unido parece entrar en un túnel de incertidumbre guiado en lo inmediato por las necesidades de los ciudadanos, entre los que abundan los motivos de preocupación y hay más preguntas que respuestas. Poco después de que se conociera la victoria de los antieuropeístas, los cancilleres de los principales países de la Unión Europea (UE), y luego sus propios líderes, pidieron a Londres que no se demore en activar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que habilitaría la separación del Reino Unido del bloque.

Dignatarios europeos comenzaron ayer a marcar sus líneas rojas para unas eventuales negociaciones con el Reino Unido sobre su marcha del bloque, en una primera reunión sin el premier David Cameron. Es la primera vez en más de 40 años que Gran Bretaña es excluida de las conversaciones de una cumbre de la UE. Por otra parte, salirse de la UE no es un proceso automático, debe ser negociado con los 27 miembros restantes y finalmente aprobado por ellos. Estas negociaciones pueden durar un par de años o más, por más que el Parlamento Europeo presione ahora por una salida rápida. Nunca antes un país miembro abandonó esta unión política y económica, lo que asestó un duro golpe también al bloque comunitario, que según los analistas resulte como resulte, será una negociación muy difícil para el Reino Unido.

Así es como una consulta popular técnicamente no vinculante para el gobierno del premier saliente, David Cameron, resultó ser una «caja de Pandora» con consecuencias negativas, al menos en el corto y mediano plazo para la vida cotidiana. Como bien advirtió un análisis del departamento fiscal del Reino Unido, el «Brexit» provocó pocas horas después del referéndum «un shock económico a corto plazo» que impactó en el valor de las acciones de las empresas y en la libra esterlina, que registró su mayor caída frente al dólar en 31 años.

Menos poder adquisitivo. Y como si fuera poco, el efecto también lo sintieron los ciudadanos partidarios de la salida del Reino Unido del bloque cuando se enteraron de que habían sido engañados por varias de las voces de la campaña que llevó a la victoria el «Brexit» con algunas promesas que luego debieron ser retractadas. «En lo inmediato, los británicos ya perdieron poder adquisitivo en el extranjero, esto es lo primero que estamos viendo. La libra cayó un 10 por ciento respecto al euro y un 12 por ciento, al dólar», dijo el economista Daniel Alvarez, analista de un conocido broker europeo de la City londinense, la compañía X Open Hub. Alvarez sostuvo que la incertidumbre y una libra débil afectarán en breve a la economía con la suba de los precios de la ropa, los alimentos, el combustible, el gasto en las próximas vacaciones, los impuestos y una caída en el valor de las propiedades. «La pérdida de nivel adquisitivo afectará las vacaciones de los británicos que suelen viajar mucho en esta época del año hacia el continente, un turismo que también le venía muy bien a la UE y ahora deberán replanteárselo», explicó el economista.

Volatilidad en los mercados. La incertidumbre creó volatilidad en los mercados con el valor de los bancos y algunos constructores de viviendas que ya están particularmente afectados. Para Alvarez, en el corto plazo los consumidores van a terminar pagando un exceso en los precios, y explicó además que a diferencia de muchas corrientes económicas que suelen pensar que una devaluación va a relanzar la economía, en el caso del Reino Unido, ni la hará más productiva ni más competitiva. «Lo que el Reino Unido tendrá es una necesidad imperiosa de flujo de capital para que de alguna manera pueda revertir la situación», señaló el economista.

Pero al margen de lo económico y lo que más afecta al ánimo de los ciudadanos por estas horas es el miedo al futuro fuera de Europa, sobre todo en los jóvenes que nacieron siendo parte del bloque, además de una fractura geográfica y generacional que deja en evidencia el triunfo del «Brexit» en el referéndum por la UE. Los jóvenes de todos los partidos habían manifestado que no querían ser conocidos como «la generación del «Brexit»» y serán los que tendrán que vivir con las consecuencias de la salida de Reino Unido de Europa. La fractura se siente aún más en Escocia, donde los votos a favor de quedarse en el bloque europeo constituyeron el 62 por ciento, contra 38 por ciento en contra.

Brotes de racismo. La victoria del «Brexit», que en parte se explica por el malestar con la inmigración de ciudadanos desde la UE, también dejó a las minorías étnicas y a los inmigrantes del propio bloque temerosos de la intolerancia que desató. Muchos se preguntan si tendrán que regresar a su país de origen, que pasará con sus pasaportes o su seguridad social. Para Nikai Ini Khan, un joven estudiante de Edimburgo, en Escocia está latente un sentimiento de tristeza colectiva y mucha vergüenza también por los mensajes terriblemente racistas originados a partir de la campaña por el «Brexit». «Y por otro lado mis compañeros, mis amigos tienen un sentimiento de descontento. Descontento más que nada por Inglaterra, y porque no importa cuanta gente de aquí vota, porque el voto escocés es siempre inútil, Inglaterra tiene mucha más gente». «Lo bueno es que muchos escoceses están protestando, están involucrados y defienden a la minoría que vienen aquí a hacer de Escocia su nuevo hogar», agregó.

En tanto, Jaime Palazuelos, un joven español residente en Londres, cree que no habrá problemas con los trabajadores extranjeros calificados pero expresó su miedo a la xenofobia y supone que intentarán limitar la inmigración. Lo que queda claro es que estos acontecimientos están rediseñando la fisonomía de Europa muy rápidamente, en la que cada uno de sus ciudadanos tanto dentro y fuera de la UE ven el final de un era de concordia y convivencia armoniosa. Las próximas semanas serán claves para que el rumbo de la economía impacte en la vida real de la gente, pero por estos días impera más la tristeza, el desconcierto y los reclamos por una nueva oportunidad.

Fuente: La Capital Rosario