Los dueños del cobre: antes de hacerse oficial, se registraron decenas de minas en el Distrito Minero Malargüe
Entre fines de diciembre y principios de enero de 2024, se registraron decenas de propiedades en la zona que luego sería el Distrito Minero. Esos proyectos serán revalorizados con la aprobación.
27/09/2024 MUNICIPIOSEntre fines de diciembre y principios de enero de 2024, se registraron decenas de propiedades en la zona que luego sería el Distrito Minero. Esos proyectos serán revalorizados con la aprobación.
Hasta el año pasado el registro de propiedades mineras metalíferas estaba en pausa en Mendoza, sobre todo por el desaliento que tuvo esa actividad. Pero a finales del 2023 y sobre todo en enero de este año hubo un despertar, un brote, una ansiedad inusual por registrar derechos sobre posibles minas, particularmente de cobre y en especial en el departamento Malargüe. En esos meses casi nadie lo sabía, pero el área que había despertado interés de manera privada se convertiría en el Malargüe Distrito Minero Occidental, un sector que tendría una promoción privilegiada con impulso estatal.
La diferencia es sensible. Las propiedades ubicadas dentro del perímetro de ese “Distrito” quedaron enmarcadas en el plan de promoción que incluye la adhesión al Informe de Impacto Ambiental financiado por el Estado, la incorporación el plan que será enviado a la Legislatura de manera conjunta y, en ese sentido, un aval político que puede monetizarse: el valor de los proyectos con Declaración de Impacto Ambiental aprobada crece exponencialmente porque tendrán autorización para explorar.
MDZ accedió a los datos precisos de registro de propiedades mineras a través de un pedido de Acceso a la Información Pública. La Dirección de Minería informó con detalle las fechas de la registración y la cantidad de propiedades inscriptas en los últimos años. En la lista se nota cómo hubo un aumento considerable de la inscripción de propiedades en las vísperas a que se haga oficial el lanzamiento del Distrito. Y ocurre de manera particular con una empresa cuyos propietarios estuvieron vinculados a la génesis del plan. Es decir participaron como especialistas en la planificación de la política minera, y aprovecharon como empresarios la oportunidad de registrar propiedades que luego pueden ser negociadas de manera privada.
La empresa APELEG es la gran ganadora de la primera etapa del plan de exploración para buscar cobre. Tiene 20 proyectos dentro de los 34 que fueron analizados e irán a la Legislatura.
El inicio
La empresa Impulsa Mendoza presentó oficialmente el Informe de Impacto Ambiental del Distrito Minero el 7 de mayo de este año. Antes, hubo un movimiento agitado de expedientes, permisos y de gestiones internas. Ese mismo día, por ejemplo, se inscribió la cesión de derechos desde la empresa AGAUCU hacia la firma Potasio Río Colorado y por esa vía a Impulsa Mendoza.
El 3 de enero la firma Apeleg registró las propiedades Pehuenche Oriental y Campeones. El 4 de enero fueron registradas las propiedades Zascar, Campeones y Mate Amargo. El 5 de enero registraron La Herradura, Canillitas, Hechicera. El lunes 8 de enero la seguidilla continuó y Apeleg registró los proyectos Conejera, La pechera, Mochileros y Fideo. Un día después fue el turno de Dibu, Papu, Las Arañas, El toro, Los Galgos, Vecindario y Pórticos. Los integrantes de esa empresa son conocidos contadores ligados a la industria y también como parte de la estrategia estatal de impulso a la minería. Por eso además de su actividad privada fueron parte de la empresa estatal Potasio Río Colorado, como síndicos, y también de Impulsa Mendoza. Vale recordar que Impulsa fue creada en 2023 para “heredar” los activos y las actividades de PRC y es el instrumentos usado para ejecutar un plan sui generis: que el Estado tenga funciones empresariales y haga de vínculo con la actividad.
Los integrantes de APELEG compartieron sus actividades. Mientras se planificaba el Distrito Minero, registraron propiedades a su nombre. Incluso según figura en los documentos publicados en el Boletín Oficial, recién en marzo de este año la empresa Impulsa Mendoza tuvo cambio de autoridades. Hasta entonces Julio Pulisich figuraba como parte de Impulsa Mendoza. En la Asamblea ordinaria de PRC realizada el 17 de diciembre, cuyas actas fueron publicadas el 28 de diciembre, se nombra como a Sebastián Ever Piña y Julio Cesar Pulisich como Directores Suplentes por Impulsa Mendoza Sostenible S.A.”.
Las áreas mineras inscriptas no eran terreno desconocido, pues hay superposición con otra actividad extractiva que es clave para Mendoza: el petróleo. El Estado mendocino tenía información de relevamientos en la zona por las áreas petroleras que se superponen. Aunque no fue mencionado en el Informe de Impacto Ambiental, sí quedó plasmado en un documento sectorial al que tuvo acceso MDZ y que fue sumado por la Dirección de Hidrocarburos. No hay una necesaria incompatibilidad, pues ambas actividades pueden convivir, sobre todo en la etapa de exploración. Pero ese registro sí indica que el Estado tenía información previa. «En la superficie donde se encuentran los 34 proyectos de exploración dentro del MDMO, también se encuentran distintas áreas petroleras del sur de la provincia. Dentro de estas, se encuentran las que están con Permisos de Exploración y con Concesiones de Explotación las cuales se deben tener en cuenta», advirtieron desde Hidrocarburos.
El plan
El plan minero de Mendoza tiene varias particularidades. La principal es que se realiza a través de empresas estatales que tienen roles mixtos. El Distrito Malargüe fue propuesto por la empresa Impulsa Mendoza, una firma creada «ad hoc» el año pasado para reemplazar la también estatal Potasio Río Colorado (PRC), antes de que sea cedida. Impulsa heredó el capital de PRC y con esos recursos financió el proyecto. Como ya informó MDZ, se pagaron más de 5 mil millones de pesos en honorarios para el desarrollo del Distrito Minero, Hierro Indio y el relanzamiento de Potasio.
Los «ganadores» dentro del Distrito Minero.
Impulsa fue liderada por funcionarios del Poder Ejecutivo desde su creación. Emilio Guiñazú es el actual CEO, quien desde la primera gestión de Alfredo Cornejo (en 2015) también lidera la política minera del Gobierno. El plan para explorar en búsqueda de cobre en Malargüe comenzó a diseñarse el año pasado con la idea de concentrar todo en ese departamento que tiene mayor aval para la actividad. Por eso Impulsa financió los estudios, comenzó a convocar a las empresas y pagó el Informe de Impacto Ambiental. Las primeras propiedades mineras se compraron con la antigua PRC, que luego Impulsa heredó. Por las tres primeras propiedades se pagaron alrededor de 50 mil dólares. Fueron El Fausto, el Yeso y El Seguro, proyecto que fue el mascarón de proa de todo el Distrito.
La información era manejada en reserva, aún cuando la idea ya había sido difundida. Esa idea se tradujo en la delimitación de un área de 20 mil kilómetros cuadrados, que luego fue dividida en 4 zonas. Dentro de esa enorme extensión había propiedades mineras vacantes, otras registradas y mucho terreno virgen. A fines del 2023, con el plan diseñado pero aún sin difusión, se registraron en la Dirección de Minería las propiedades. La norma determina que quien reclama primero el derecho, se queda con él.
Impulsa Mendoza invitó a adherir al plan a todos los propietarios de propiedades mineras que habían quedado enmarcados dentro del territorio del Distrito. Solo debían adherir con un formulario. Y así lo hicieron muchos, sin necesidad de hacer alguna inversión inicial. El proceso de evaluación avanzó y ya se realizó la audiencia pública. Ahora se espera que el Poder Ejecutivo emita la Declaración de Impacto Ambiental, que será favorable con condicionantes. Luego debe pasar a la Legislatura y una vez que la DIA sea ratificada, queda certificada y aprobada la posibilidad de explorar. Las propiedades mineras que el año pasado no existían, pasarían a tener una relevancia y un valor muy distinto.
El nuevo Código de Procedimientos Mineros pone plazos perentorios para ejecutar el plan de exploración. Si no se hace, los derechos pueden revertirse al Estado y concursados a través de Impulsa Mendoza. Pero nada impide que los permisos logrados a través de la triangulación inicial con Impulsa sean negociados y transferidos. Es decir, que sea un activo a negociar, antes de que haya inversión real en el terreno. Es, en sí, la primera etapa del negocio minero, donde los principales ganadores son los intermediarios.