“Los glaciares de Chubut perdieron cerca del 15 % de superficie en los últimos 20 años”

aglaciar09b (1)

Los glaciares de Chubut perdieron cerca del 15 por ciento de su superficie en los últimos 20 años”, detalla Lucas Ruiz, doctor en Ciencias Geológicas y director técnico del inventario de glaciares correspondiente a Chubut. Ese informe que está a su cargo dará información acerca de la cantidad, la dimensión y el estado de los cuerpos de hielo que actúan como reservas hídricas en el territorio provincial. Al igual que en todo en el país, la tarea en la provincia es llevada adelante por investigadores y técnicos del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), en el marco de la ley 26.639 de “Presupuestos Mínimos para la Preservación de los Glaciares y el Ambiente Periglacial”.

Ruiz, becario postdoctoral del IANIGLA, unidad ejecutora del CONICET (Mendoza), estudia desde hace casi una década la respuesta de los glaciares patagónicos frente a los cambios climáticos. Una de sus investigaciones estuvo centrada en reconstrucción de las fluctuaciones del glaciar Esperanza Norte (Chubut) durante los últimos cuatrocientos años (Pequeña Edad de Hielo). El resultado fue evidente: el glaciar más grande de la provincia sufrió en cuatro siglos un retroceso de 3,4 kilómetros. “Se achicó de forma considerable”, comenta a El Diario.
Ivanna Pecker Marcosig, licenciada en Geografía, está a cargo de la identificación, mapeo y cálculo de los cuerpos de hielo en la provincia. Además, Darío Trombotto, doctor en Ciencias Naturales e investigador del CONICET, colabora también como director técnico en el inventario de glaciares de Chubut. Está previsto finalizar este año con el inventario de Chubut, aunque la difusión de los datos dependerá de la Secretaría de Ambiente de la Nación, órgano de aplicación de la Ley.

Por Mauro Fernándes

“Alrededor del 70 por ciento del hielo de la Argentina ya está inventariado”, expresa Ruiz. En Mendoza, Chubut, Santa Cruz y San Juan es donde más se ha avanzando con el inventario. “En cuanto a la cantidad de hielo identificado, mapeado y caracterizado a nivel nacional, el balance es muy positivo”, consideró.

Santa Cruz es la provincia del país que mayor cantidad de superficie de hielo tiene. En segundo lugar se ubica Mendoza, seguida por San Juan y luego Chubut. Además de Chubut, Ruiz también está cargo de la coordinación técnica del inventario correspondiente a Santa Cruz. “Solo resta inventariar un sector del norte de Santa Cruz”, cuenta. Además, agrega: “En Mendoza la mayoría de las cuencas ya están inventariadas y en San Juan se está ajustando el informe en base a lo observado en el terreno”.
En 2011 se empezó a hacer el inventario de glaciares, que debe ser terminado en un periodo de cinco años. Solo quince personas se encargan a nivel nacional de hacer los trabajos de campo y gabinete.

-¿En qué situación se encuentra el inventario de Chubut?

-Se está en una etapa de presentación de los informes, que consiste en el chequeo y redacción de los datos obtenidos. Salvo algunos sectores precordilleranos de la cuenca del río Chubut, en el resto de las cuencas ya están identificados todos los glaciares. Como en la cordillera de los Andes hay algunas zonas donde los límites no están demarcados con suficiente detalle, en algunas oportunidades los mapas deben ser aprobados por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), además de la intervención de la Cancillería argentina. Se envío al IGN el informe de la cuenca Futaleufú y ya se obtuvo una devolución. Por lo tanto, antes de fin de año ya podría estar disponible el inventario final de esa cuenca. En cuanto a Santa Cruz, solo resta hacer el inventario de algunas cuencas del norte de la provincia. En San Juan se está ajustando el informe en base a lo observado en el terreno y, por otro lado, se terminó el inventario de las cuencas más importantes de Mendoza.

-¿Cuál es el estado general de los glaciares de Chubut?

-Al igual que en el resto de las zonas del país, se observa en Chubut un retroceso generalizado de los glaciares, sobre todo durante los últimos 20 años. En los últimos mil años se registró a nivel global un avance máximo de los glaciares entre 1600 y 1850, durante el periodo conocido como Pequeña Edad de Hielo. Según la información disponible a nivel mundial -incluidos los estudios de la Patagonia-, ese periodo terminó a principios del siglo XX, ya que entre 1900 y 1930 empezaron a achicarse los glaciares. Desde ese momento, solo hubo un periodo de interrupción del retroceso, a finales de la década del setenta. A su vez, desde la década del setenta se observa un retroceso general más acelerado, si se lo compara con el registrado a principios del siglo XX. La situación en cuanto a la cantidad de áreas o extensión de los glaciares no es buena.

-¿Cuáles son los glaciares más perjudicados?

-Los glaciares están en determinado lugar porque el clima lo permite. Lo mismo ocurre con los bosques. Los glaciares se forman en zonas donde todos los años se acumula más nieve de la que se derrite en verano, y una vez que alcanzan un volumen de hielo determinado, este comienza a fluir pendiente abajo, hacia zonas donde pasa lo contrario, es decir, se derrite más nieve y hielo de lo que se acumula. Esos sitios son conocidos como la zona de acumulación y ablación. Cuando un glaciar está en equilibrio con el clima, el flujo de hielo desde la zona de acumulación compensa la pérdida de hielo y nieve en la zona de ablación y, por lo tanto, el glaciar no cambia de forma. Si el balance de masa (la diferencia entre la ganancia y pérdida de masa) es positiva, los glaciares crecen; si sucede lo contrario, se achican. Justamente, eso es lo que estamos observando en las últimas décadas: hay más años con balance negativo que positivo y, por lo tanto, los glaciares se achican. Vamos a tener glaciares siempre y cuando existan zonas donde la acumulación de nieve sea mayor a la que se puede derretir en el verano. Entonces, en aquellas zonas más elevadas de la Cordillera es donde hay más posibilidades que los glaciares duren más tiempo. Los glaciares más pequeños y ubicados a menor altura son los más perjudicados.

-¿El retroceso de los glaciares se vincula de forma directa con el calentamiento global?

-Sí. En nuestra investigación no se estudia la causa del calentamiento global. No se hace una ponderación acerca de si el fenómeno es producto de la cantidad de gases de efecto invernadero que emite el hombre a la atmósfera o es una cuestión propia de un ciclo natural de la Tierra. No obstante, hay un calentamiento, ya que si se analizan los registros históricos de temperaturas (más de 100 años), se observa que se está en un periodo más cálido y, en algunas regiones, más seco. Por ejemplo, los últimos cuatro años en Mendoza fueron secos y, si este año vuelve a ocurrir lo mismo, se estaría ante el periodo de sequía más largo de las últimas seis décadas. Además del aumento de la temperatura, lo que afecta a los glaciares es la disminución de precipitación.

-Según un estudio en el que participó el director del IANIGLA, Ricardo Villalba, en el norte de la Patagonia andina se registraron en las últimas décadas las precipitaciones más bajas.

-Justamente, a partir del estudio de diferentes especies de árboles se ha podido reconstruir el clima del pasado en la región. Por lo tanto, se sabe que en las últimas décadas se ha registrado el periodo más cálido y más seco de los últimos 400 años. Si aumenta la temperatura y hay menor precipitación, es lógico que los glaciares retrocedan.

-¿Hay glaciares en la Patagonia que perdieron prácticamente la totalidad de su masa?

-Depende qué periodo de tiempo se tome para hacer la comparación. Por ejemplo, si se compara el estado actual de los glaciares con el de hace miles de años atrás, la conclusión sería que estos cuerpos de hielo prácticamente han desaparecido. Los actuales lagos Nahuel Huapi y Futalaufquen eran hace 20 mil años glaciares, incluso el valle de Esquel. Ahora bien, si se analizan los últimos 400 años (desde el periodo de la Pequeña Edad de Hielo), se observa que se perdió el 30 por ciento del área total de los glaciares en la Argentina, según datos de 2007. A su vez, en ese mismo periodo hay glaciares que desaparecieron: en general se trata de cuerpos de hielo que estaban en lugares que hoy en día no son tan húmedos y no cae tanta cantidad de nieve, o bien se encontraban ubicados en sitios bajos. Los glaciares de mayores dimensiones se achicaron, pero no desaparecieron.

-¿Qué ejemplos se pueden dar con relación a Chubut?

-Hay rasgos geomorfológicos que dan cuenta de la presencia de glaciares hace 400 años atrás en los cordones montañosos ubicados entre Cholila y Epuyén. El glaciar Esperanza Norte, que se encuentra en el noroeste de Chubut, en la Pequeña Edad de Hielo comprendía más de 8 kilómetros de largo, pero hoy en día solo tiene 5 kilómetros. Es decir, ese glaciar no desapareció, pero se achicó de forma considerable.

-“En base a trabajos realizados por el IANIGLA, algunos glaciares de Chubut perdieron en las últimas décadas entre 10 y 15 por ciento de su superficie”, dijo a este diario Ricardo Villalba. ¿Es así?

-Sí, se trata de un estudio en el que se comparó el estado de los glaciares entre 1987 y 2007. En esos 20 años, hay glaciares que perdieron cerca del 15 por ciento de su superficie.

-¿En qué aspectos afecta a la población el retroceso o la desaparición de los glaciares?

-Se debe tener en cuenta la ubicación geográfica de los glaciares. Los que se encuentran en el noroeste de Chubut están dentro de un clima húmedo, por lo cual la importancia hídrica es menor. De todas formas, ocupan un valor relevante para el ecosistema y hábitat, ya que los glaciares modifican el clima local (en torno a la circulación de los vientos, las precipitaciones, por ejemplo). Es difícil cuantificar qué pasaría si desapareciese en determinado sitio un glaciar. En algunos lugares, como Mendoza y San Juan, el agua que proviene del derretimiento de los glaciares adquiere mayor importancia porque el clima es más seco y las precipitaciones no son tan abundantes. Dependiendo de la región argentina, cambia la importancia de los glaciares.

-¿Qué sucede en Santa Cruz?

-Allí los glaciares son un recurso económico de gran importancia, ya que están relacionados con la actividad turística. En algunos lugares del país, a los glaciares se les da un uso que no se relaciona directamente con el agua.

-Un informe del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió en 2010 que los glaciares de la Patagonia argentina y chilena son los que se derriten de forma más rápida a nivel mundial. ¿Coincide?

-En la Patagonia argentina y chilena se encuentran los campos de hielo sur y norte, los cuales representan la mayor extensión de hielo en el hemisferio sur, por afuera de la Antártida. En las últimas décadas se ha registrado una gran pérdida de estos glaciares. El volumen de hielo que se pierde es tan importante que tiene influencia en el aumento del nivel del mar. Sacando la Antártida y Groenlandia, en el Ártico, Alaska, Himalaya y la Patagonia están los glaciares más importantes. Como los glaciares del Ártico están en un clima más frío y su dinámica con relación al clima es más lenta, su respuesta también al clima es más lenta. En cambio, los glaciares de Alaska y la Patagonia son de clima templado, tienen una mayor sensibilidad al clima y pierden mucha más masa que los glaciares del Ártico

Fuente: El Diario de Madryn