Los intendentes dasnevistas acusaron al Gobierno de Chubut de intentar «desestabilizar» a sus municipios

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Quizás sea la de ayer la embestida más fuerte desde que comenzaron sus gestiones los intendentes dasnevistas, quienes acusaron al Gobierno Provincial de intentar «desestabilizar» sus municipios por pensar distinto, y que la administración de Martín Buzzi no reparte 800 millones de pesos que tiene «guardados» en el Banco del Chubut.

Según acusaron, Provincia se lleva el 84 por ciento de los recursos coparticipables, y reparte a las municipalidades sólo el 16, reiterando por ello un nuevo pedido de reajuste de esos fondos. En una conferencia de prensa brindada ayer por la tarde en el Palacio Municipal de Trelew, los intendentes Máximo Pérez Catán como anfitrión; de Puerto Madryn, Ricardo Sastre; de Dolavon, Martín Bortagaray; y de Puerto Pirámides, Alejandro Albaini, pidieron dar a conocer a la comunidad la «virulencia» en el trato que propina el Gobierno Provincial a sus municipalidades, sólo por pensar distinto políticamente y las dificultades que por esa razón atraviezan a diario.

«800 millones guardados en el Banco de Chubut»

Pérez Catán inició la rueda de prensa indicando que «estamos muy preocupados por la virulencia de acción u omisión que lleva adelante el Gobierno de la Provincia, respecto nuestro en particular, pero podemos notar también que sucede con otros intendentes», y que Trelew «hace un gran esfuerzo para atender sus obligaciones y aún aquellas que no son, sin tener que andar transcurriendo de rodillas los kilómetros que nos separan con Rawson».

A continuación afirmó que «con yuyos cualquiera es brujo, cuando uno tiene las regalías del petróleo» y que «cuando uno no tiene la inmediatez de la demanda, puede darse el lujo de tener 800 millones guardados en el Banco del Chubut». En otro momento de la charla dijo:

«Esta claro que eso que había que trabajar mancomunadamente Nación, Provincia y Municipio, no se ha dado en la práctica, porque se hace muy difícil que nos atiendan en Buenos Aires directamente sin pasar por la provincia. La provincia decide eludir elegantemente a los municipios la planificación, la gestión, la intervención, y nosotros siempre terminamos poniendo presencia a los vecinos».

Se quejó porque a su entender Provincia se ha esmerado en presentarlos como intendentes díscolos que no quieren «el bien común» y que la mayoría de los intendentes de las principales ciudades están enojados con el gobierno provincial, como es su caso, debido al «destrato» dispensado. Aclaró que no es una ruptura, sino un llamado a la reflexión, y que todo es producto de la «desesperación de un gobierno que quiere hacer pie», reiterando el pedido para un reajuste de los recursos coparticipables que pidieron desde hace tiempo.

Además Pérez Catán acusó al Gobierno provincial de tergiversar el reclamo a Puerto Madryn para el cumplimiento de pago del GIRSU, en relación a una gacetilla que con ese fin habría circulado el pasado lunes, y dijo que es la administración de Martín Buzzi la que no le descuenta a la ciudad del golfo. Sastre aludió a «mentiras» de Provincia acerca de la deuda que su municipio mantiene con Seros, sosteniendo que no son 23 millones sino 14 millones, entre otros conceptos vertidos de lo que su municipio padece por acompañar otra propuesta política.

Intento de desestabilizar

Albaini, ejemplificó el «destrato» que indicó sufre su municipio, y se quejó porque se anuncian obras que hace su gestión. Por ejemplo, señaló que el lunes el gobernador habilitó la central de videovigilancia de la comuna con fondos provinciales, cuando las cámaras de seguridad fueron adquiridas por el Municipio. Además acusó que el Gobierno Provincial se lleva el 84% de los recursos coparticipables y reparte el 16%, manifestando que hay un intento de «desestabilizar» a sus municipios, lo que luego ratificó Pérez Catán que lo hace, «por acción u omisión».

«Ni Gobiernos Radicales»

A su turno de hablar, Bortagaray expresó la «falta de respeto» de funcionarios provinciales hacia su municipio y él mismo como representante de la comunidad, declaró que «no somos enemigos» del Gobierno de Buzzi, y se quejó de su «destrato». Incluso llegó a decir que ni siendo intendente de Dolavon en gobiernos provinciales radicales, había sufrido «descortesías de este tipo» como los que asegura esta padeciendo con una administración peronista. Pidió que en lugar de realizarse las denominadas «casas abiertas» se hagan reuniones con los intendentes, que tienen un conocimiento general de la situación de cada comuna, y no los particulares que pocos vecinos pueden aportar.

Fuente: El Chubut