Los países con baja nota educativa vivirán en recesión económica

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La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, dice que la conexión entre nivel escolar y desarrollo social futuro está probada, en base a los informes Pisa.

Los adolescentes asiáticos de Shangai (China), Singapur, Hong Kong (China), Corea del Sur y Vietnam lideran el rendimiento escolar en matemáticas, lectura y ciencia entre 64 naciones estudiadas, según un informe publicado ayer por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde). Solo el 10 por ciento de los alumnos no alcanzan el nivel mínimo.

En el lado opuesto, Indonesia, Perú, Colombia, Catar, Argentina, Brasil y Túnez están entre los 10 países con más alumnos sin el nivel mínimo en las tres materias, con porcentajes superiores al 50%.

Para la Ocde —que hace una relectura de los datos del informe Pisa 2012—, luchar contra los malos resultados escolares, que conciernen al 28% de los estudiantes de 15 años en el promedio mundial, es costoso pero rentable a largo plazo.

¿Por qué? Porque los malos resultados escolares “tienen consecuencias” de “alto riesgo” a futuro, como abandono escolar y un crecimiento económico inferior.

Los beneficios de la lucha contra ese fenómeno —concluye la Ocde— “superan de lejos los costos que implica la mejora”.

La Ocde explica que los adolescentes sin el nivel mínimo de conocimientos están en riesgo de abandonar los estudios, suelen acabar en trabajos peor pagados y poco gratificantes, participan menos en política y muestran una salud peor.

Y señala, además, que cuando un alto porcentaje de la población carece de las aptitudes básicas, el crecimiento económico de todo el país puede verse “severamente comprometido”.

“Las ganancias económicas que se pierden debido a las malas políticas educativas dejan a muchos países en un estado de permanente recesión que puede ser largo y profundo”, alerta el organismo.

En el promedio general, más de una cuarta parte (28%) de los alumnos tienen malas notas en matemáticas, en comprensión de la escritura y en ciencias, según Pisa cuya última edición data de 2012. Pero ese porcentaje se reduce a menos de un 10% en Shangai, Singapur, Hong Kong, Corea del Sur, Vietnam, Finlandia, Japón, Macao (China), Canadá y Polonia.

En Perú, uno de los países con peores calificaciones, los alumnos desaprobados en lectura alcanzan el 60%, en ciencia trepan al 68,5% y en matemáticas suman el 74,6%.

En Latinoamérica los mejores datos se los llevan Chile, Costa Rica y México.

En tren de hacer propuestas, el organismo dice que si de aquí a 2030 cada alumno lograra “adquirir un bagaje mínimo de competencias fundamentales” en literatura y matemáticas, los beneficios a largo plazo para la economía de sus países podrían alcanzar “aproximadamente 1,5 veces sus PBI (producción bruta interna) actuales”.

España está justo por encima de la media con bajo rendimiento en lectura del 18,3 %, en matemáticas de 23,6 % y en ciencia 15,7 %.

El estudio sostiene que los resultados educativos dependen de muchos más factores que simplemente la renta per cápita de un país, por lo que todas las naciones pueden mejorar el rendimiento de sus alumnos si implementan las políticas adecuadas.

Así, países tan diversos económica y socialmente como Brasil, México, Túnez, Turquía, Alemania, Italia, Polonia, Portugal y Rusia lograron reducir el porcentaje de estudiantes con bajo rendimiento entre 2003 y 2012.

Algunas de las recomendaciones de la Ocde para lograr ese objetivo son los programas especiales para niños con notas bajas, para hijos de inmigrantes, para entornos rurales y para los alumnos que proceden de hogares donde no se habla la lengua en la que reciben su educación.

Los estudiantes tienen más probabilidades de mostrar bajo rendimiento si proceden de una familia de bajos recursos, si son hijos de inmigrantes, si solo tienen un progenitor y si asisten a una escuela rural.

“Cuál de esos elementos pesa más es algo que depende del país, por ejemplo en Estados Unidos el bajo rendimiento guarda mucha relación con proceder de una familia monoparental”, consideró el experto Andreas Schleicher, director de Educación y Aptitudes de la Ocde.

Otros factores son el no haber tenido educación preescolar, el haber repetido algún curso, el mal comportamiento, una mala gestión de la escuela o una ineficaz política educativa por parte del gobierno.

El bajo rendimiento en matemáticas es ligeramente más frecuente entre las niñas, mientras que en lectura se registra la mayor brecha por sexos, con los niños doblando en bajo rendimiento a sus compañeras.

Fuente: La Capital, Rosario