Marchas y enfrentamientos en Río en rechazo a medidas de austeridad
Cientos de manifestantes se enfrentaron ayer con la policía, en Río de Janeiro, en protestas contra las fuertes medidas de austeridad que ese estado brasileño quiere aprobar para afrontar la crisis económica.
07/12/2016 EL MUNDOCientos de manifestantes se enfrentaron ayer con la policía, en Río de Janeiro, en protestas contra las fuertes medidas de austeridad que ese estado brasileño quiere aprobar para afrontar la crisis económica.
Unos 500 agentes de las fuerzas de seguridad emplearon gas pimienta y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, muchos de ellos empleados públicos, congregados frente a la sede del Parlamento regional de Río.
En esa Asamblea debía tener lugar ayer la primera votación sobre el paquete de austeridad propuesto por el Gobierno regional, que busca un ahorro de hasta 13.300 millones de reales (unos 3.900 millones de dólares) en 2017.
Las medidas prevén recortes en programas sociales locales así como en los gastos de la administración pública. Muchos trabajadores se quejan de que no cobran sus salarios desde hace meses. También la policía protesta por la falta de recursos.
Las marchas de ayer causaron tumultos delante de la sede legislativa carioca. El paquete de ahorro es debatido desde el mes pasado por la Cámara. En Río ya habían tenido lugar protestas similares en las últimas semanas.
Según los cálculos del Ejecutivo regional de Luiz Fernando Pezao, el déficit en las cuentas públicas podría alcanzar los 52 mil millones de reales (unos 15 mil millones de dólares) hasta finales de 2018, en caso de que no haya ajustes.
La policía militar dijo anoche en un comunicado que los manifestantes lanzaron bombas caseras y proyectiles contra el edificio del Legislativo. Los uniformados respondieron con balas de goma y gas lacrimógeno, dijo la prensa.
Los enfrentamientos tuvieron lugar a lo largo de varias cuadras en torno de la Legislatura. En un momento, la policía entró en una iglesia cerca del lugar y disparó desde allí contra los manifestantes. Ocho policías resultaron heridos en los choques, según el comunicado oficial. No se informó de cuántos activistas resultaron heridos, pero la Cruz Roja había acudido al lugar para prestar primeros auxilios.
Los legisladores iban a votar en medio de una crisis por la cual miles de empleados y jubilados estatales no han recibido su sueldo, o lo han recibido con meses de retraso. Otros estados enfrentan problemas parecidos, lo que subraya la dificultad de sacar la economía de la recesión en momentos de enormes déficits.
La situación de Río ha generado una indignación particular, pues ocurre apenas meses después de que la ciudad fuera sede de los Juegos Olímpicos, los primeros en efectuarse en Sudamérica. Algunos temen que las medidas de austeridad quiten recursos a la policía en momentos en que aumenta la inseguridad. Otros atribuyen la crisis a la corrupción, en mente de todos a partir de la investigación que involucra a diversas figuras del mundo político y empresarial del país.
Como parte de esa investigación, fiscales ordenaron ayer el arresto preventivo de la esposa de un exgobernador de Río. La mujer, Adriana Ancelmo, y su esposo, Sergio Cabral, están acusados de corrupción.
Calheiros no acata fallo. El Senado de Brasil desconoció ayer la decisión de un juez del Supremo Tribunal (STF) de suspender por presunto peculado al titular de la Cámara, Renán Calheiros, y mantuvo a ese aliado del presidente Michel Temer en el cargo.