María Juana: «Es increíble que en un pueblo enfermo de cáncer se fumigue a 100 metros»
El médico neonatólogo Medardo Avila Vázquez objetó la ausencia de restricciones a los agroquímicos en María Juana.
05/07/2016 MUNICIPIOSEl médico neonatólogo Medardo Avila Vázquez objetó la ausencia de restricciones a los agroquímicos en María Juana.
«Es increíble que exista, en esta localidad enferma de cáncer, una restricción de sólo 100 metros para la aspersión de agroquímicos. Como también es increíble que sean capaces de mirar a la cara a las familias que todos los años tienen enfermos de cáncer, sin tomar las medidas que se pueden adoptar», se indignó el médico pediatra, neonatólogo e investigador, Medardo Avila Vázquez. La frase fue una contundente señal de demanda de acciones concretas que permitan minimizar el impacto que claramente la comunidad de María Juana sufre por la aspersión de agroquímicos en la periferia de la planta urbana, el funcionamiento de acopios de cereales y el transporte de los mismos en el pueblo.
«No se están tomando las medidas necesarias; parece que las autoridades comunales están mirando para otro lado cuando la situación está muy seria», esgrimió Avila Vázquez, y argumentó que «se esperaban 30 y resultaron 80 los casos de cáncer en el período estudiado 2011-2014» en esta localidad del departamento Castellanos, donde el sábado último analizó los resultados obtenidos por el Campamento Sanitario realizado por la Universidad Nacional de Rosario en esa población. Según el mismo se observaron en la comunidad índices que superan por más del doble la media del resto del país.
Ante un numeroso auditorio, el especialista también analizó y comparó los datos que obtuvo cuando dirigió el relevamiento realizado en Monte Maíz, Córdoba, y destacó las similitudes que encontró con los de María Juana.
En ese marco, se mostró sorprendido por la pasividad con que fueron recibidos en María Juana, situación que contrastó con el revuelo que provocó en la localidad cordobesa la difusión de los índices de enfermos de cáncer donde, luego de conocer las estadísticas, las autoridades se colocaron al frente de las demandas de los vecinos para intentar menguar el trágico impacto. En esa línea, luego trazaron un programa de saneamiento que, entre otras medidas, comenzó por proponer una ordenanza que aleja las fumigaciones terrestres a unos mil metros de la planta urbana.
Dramáticas. La visibilización de estadísticas dramáticas, constatadas en diversas localidades de la zona agrícola de Argentina que comparten una alta exposición a agroquímicos, produjo una mezcla de estupor e indignación. «También comparten tasas sobreelevadas de otros problemas de salud así como factores de contaminación», aseguró Avila Vázquez.
«La volatilización de polvo y cascarilla de cereales, tan característicos y visibles en cercanía de plantas de silos y de zonas de tránsito de camiones cargados con granos, también fueron objeto de examen en Monte Maíz», relató el médico y añadió que «los resultados mostraron altas concentraciones de plaguicidas, encabezadas por el más usado y conocido glifosato, probable cancerígeno humano de acuerdo a la clasificación de la Organización Mundial de la Salud».
A su turno, el abogado Darío Avila, uno de los gestores jurídicos del emblemático caso del barrio cordobés Ituzaingó Anexo, realizó una exposición técnica sobre diversos abordajes jurídicos y destacó puntos centrales como la jerarquía suprema del derecho constitucional a la salud y a la vida, por encima de cualquier otro, como el de comerciar, el de propiedad o incluso el derecho al trabajo. «Es ocioso recordar que los últimos únicamente podrán ejercerse si están garantizados los primeros», argumentó.
Como integrante del público se encontraba la abogada especializada en derecho ambiental Maria Eugenia Boccio, quien tuvo a su cargo la confección de la ordenanza que prohibió las aspersiones aéreas en María Juana —sobre cuya peligrosidad extrema se explayó Avila Vázquez—, quien relató detalles de la demanda que acaba de presentar para la localidad de Piamonte, entre las que se cuenta, también, la petición urgente de detener las fumigaciones terrestres a menos de mil metros de las viviendas y escuelas.
Sobre el final se desarrolló un debate e intercambio de opiniones y posibles alternativas, luego del cual los presentes coincidieron en la necesidad de asumir la gravedad de la emergencia sanitaria, luego adoptar y exigir las medidas urgentes que la misma exige. En concordancia con la indiferencia que detectó Avila Vázquez en relación a la crisis sanitaria, tanto las autoridades comunales locales como de poblaciones vecinas no asistieron al encuentro.