Más de 20 localidades santafesinas buscan resolver problemas comunes para crecer juntas

Riesgo hídrico, uso ordenando del territorio, movilidad y tratamiento de los residuos sólidos son algunos de los ejes estratégicos que reclama la región.

Riesgo hídrico, uso ordenando del territorio, movilidad y tratamiento de los residuos sólidos son algunos de los ejes estratégicos que reclama la región. Una consultora analiza las debilidades y planifica acciones con una mirada más amplia.

En los mapas, los límites de los pueblos están claramente marcados. Pero en la práctica, los ciudadanos se desplazan, se movilizan, se interrelacionan; viven en una localidad y trabajan en otra, intercambian producción, mercadería y servicios. Esto, sumado a la tendencia mundial de una mayor concentración de población en áreas urbanas y a la realidad heterogénea de cada una de ellas, genera tensiones y complejidades. Congestión vehicular, infraestructura vial obsoleta, mal manejo de los residuos y falta de un uso del suelo ordenado, son algunos ejemplos que impactan en la vida cotidiana de los vecinos y dificultan el crecimiento armónico de la región.

Bajo el paraguas de la ley provincial N° 13.532 se conformó el nuevo Ente de Coordinación del Área Metropolitana (Ecam) y se licitó un estudio de consultoría para elaborar un diagnóstico y definir los lineamientos estratégicos, que está trabajando a pleno. Ampliar la mirada, y posarla sobre el conjunto de las localidades y sus juegos de relaciones, es parte del desafío. El trabajo, a cargo de la UNL y Barbagelata Ingeniería, forma parte del Programa de Desarrollo de Áreas Metropolitanas del Interior (Dami) financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

Desde septiembre del año pasado, 22 localidades del Área Metropolitana de Santa Fe (ver mapa) buscan identificar sus principales problemáticas para delinear estrategias comunes y definir prioridades que queden plasmadas en proyectos consensuados que beneficien a todos.

Ideas primarias

“Tenemos tres ejes transversales de trabajo: el riesgo hídrico, la movilidad y la extensión de la urbanización en el aglomerado, eso debe atravesar todos los proyectos”, indicó la arquitecta Mirta Soijet, coordinadora del equipo.

Si bien los líderes de las 22 comunidades ya se han encontrado y escuchado en varios talleres, todavía no están consensuado los proyectos. Falta tiempo para eso. Sí se ha avanzado en definir acciones comunes para algunas grandes temáticas, como por ejemplo:

— Qué hacer en las grandes áreas vacantes que hay en la zona, como predios militares o terrenos ferroviarios en desuso. Se dialoga sobre posibles usos industriales y de logística, viviendas y equipamientos metropolitanos, por ejemplo para plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos (una gran deuda regional).

— Optimizar el tránsito de pasajeros y de cargas; si bien cada localidad plantea su necesidad particular en un tramo vial, la misión del Ecam es pensar acciones para el conjunto del sistema vial, como por ejemplo, diseñar avenidas interurbanas; la movilidad de pasajeros en un sistema ferroviario y accesos a la autopista.

— Gestión concertada de planes de movilidad, uso de suelo, residuos sólidos urbanos.

— Planes integrales para áreas interjurisdiccionales, como parques industriales y un proyecto integral para el corredor costero, con perfil turístico y productivo.

“En base a estos cuatro lineamientos que surgieron de los talleres con todos los referentes de las localidades, estamos intentando sistematizar los proyectos definitivos”, aseguró Soijet. “Nuestro rol es encontrar los acuerdos, tendremos una determinada cantidad de proyectos y habrá que priorizar, con criterio”, afirmó, por su parte, la secretaria Ejecutiva del Ente de Coordinación Área Metropolitana Gran Santa Fe, Adriana Molina.

La misión es, en definitiva, “separar la paja del trigo; una cosa es la percepción sobre los problemas y las posibles salidas que tiene cada localidad, y otra es el rigor técnico y la consistencia amparada en un trabajo de relevamiento con indicadores y análisis más rigurosos que hacemos nosotros”, amplió el arquitecto Miguel Rodríguez, también integrante del equipo. “Somos facilitadores, ponemos orden al proceso. Después, además de los consensos, estarán las oportunidades porque nosotros podemos hacer un orden de prioridades y que luego aparezca una oportunidad de financiamiento para el proyecto que está en el 5to. lugar. Por eso, siempre es mucho mejor tener el proyecto que no tenerlo”, amplió.

De la mirada local a la regional

Hasta ahora, cada localidad trabajaba por resolver sus problemas puertas adentro de su jurisdicción. Y, en parte, sigue siendo así. El desafío del Ecam es modificar esa mirada. “Hay que cambiar la cultura de competencia entre jurisdicciones a una de colaboración y complementariedad. No ver a las grandes ciudades como amenaza ni a las chicas como obstáculo”, remarcó Rodríguez.

Cada pueblo deberá “entender la idea de que ‘hoy me toca a mi y mañana, a vos’”, agregó Adriana Molina para reforzar la idea de que es probable que “no salgan obras para las 22 localidades”. De todos modos, resaltó que “en el Consejo de Gobierno todas tienen las mismas oportunidades y lo importante es tener lista la cartera de proyectos y ver la oportunidad de que cuando se trabaja en equipo podemos encontrar mejores alternativas y soluciones”.

Lograr los consensos necesarios para planificar un crecimiento más ordenado y sustentable del área metropolitana será clave a la hora de conseguir el financiamiento para concretarlos. Y quizás lo más difícil de lograr. “Cuando pidan el acuerdo de un par de intendentes, tendremos el acuerdo de 22. La contundencia de la voluntad política por priorizar la obra es importante”, coincidieron los integrantes del equipo de investigación.

Voces regionales

— Ana Meiners, intendenta de Esperanza: “Esperanza entiende que las localidades ya no deben trabajar en forma individual las localidades, sino por regiones, más allá de las banderas políticas. Me parece interesante el proyecto del circunvalar ferroviario; aunque Esperanza no entre en esta primera etapa, sí podría sumarse en una etapa posterior porque acerca infraestructura. Respecto a la cuestión hídrica, son necesarias obras que, por su complejidad, hay que pensarlas a nivel regional. Respecto a los residuos, muchos estamos en falta; la mayoría de los municipios y comunas no están en condiciones de llevar adelante proyectos de ese tipo, así que tenemos que tener los proyectos, buscar las inversiones y que se plasmen”

— Carlos Kauffman, presidente comunal de Santa Rosa de Calchines: “El trabajo en conjunto siempre rinde más frutos que el individual. Hay problemáticas comunes, como el riesgo hídrico, el transporte y los residuos a los que les tenemos que buscar soluciones conjuntas, no podemos darles soluciones particulares. Si arreglamos el problema del agua en Santa Rosa, se la vamos a tirar a Arroyo Leyes. Son importantes las reuniones por subregiones porque, a pesar de que tenemos cuestiones en común, es distinta la situación de los que estamos a la vera del río Paraná de los que están hacia el Salado. Algunos proyectos están hechos, podríamos apuntar a los que ya tienen principio de financiamiento o están en etapa de proyectos para avanzar más rápido. El sentido es mejorar la calidad de vida de nuestra gente pero con una mirada de mediano y largo plazo, probablemente los resultados no se vean en lo inmediato.

Integrantes

El Ente de Coordinación del Área Metropolitana se conforma por un Consejo de gobierno, un Directorio y un Consejo de Fiscalización. La presidencia es ejercida por el intendente de la ciudad de Santa Fe, quien también integra el directorio, junto a los intendentes y presidentes comunales de Santo Tomé, Esperanza, Laguna Paiva y Santa Rosa de Calchines. Los representantes del Consejo de Fiscalización son los mandatarios de Recreo, San José del Rincón y Arroyo Aguiar. La Secretaria Ejecutiva es Adriana Molina.

Fuente: El Litoral