Más de una cuarta parte de los inquilinos de Rosario está con problemas para pagar el alquiler

Con la renovación de contratos de locación, que llegan con aumentos significativos tras varios congelamientos junto con la implementación de la nueva ley nacional, muchos inquilinos se encuentran con dificultades para pagar el alquiler en tiempo forma.

Con la renovación de contratos de locación, que llegan con aumentos significativos tras varios congelamientos junto con la implementación de la nueva ley nacional, muchos inquilinos se encuentran con dificultades para pagar el alquiler en tiempo forma.

Con la entrada en vigencia de la nueva Ley de Alquileres, aprobada en junio del 2020, muchos inquilinos se encuentran en una encrucijada: culminan sus contratos de locación y para renovar tienen aumentos significativos.

Es que, tras los continuos congelamientos que se sucedieron a lo largo del año pasado y que se extiende hasta el 31 de marzo, los aumentos en los nuevos contratos escalan a cifras que, en algunos casos superan el 70%, lo que provoca que muchas personas empiecen a tener dificultades para afrontar en tiempo y forma el costo del departamento.

En base al relevamiento llevado a cabo por la ONG Concejalía Popular, al que tuvo acceso El Litoral, en lo que va del año el 26% de los inquilinos de Rosario se encuentran con retrasos en el pago de sus alquileres, mientras que los negocios comerciales locales trepan al 35% de morosidad. “Hay un gran porcentaje imposible de medir porque los contratos están en negro”, aseguraron.

En coincidencia con los números que maneja la entidad, una encuesta de la Federación Nacional de Inquilinos sobre 2.863 personas que alquilan expuso que solamente en enero el 35, 5% de los encuestados no pudo pagar el alquiler de la vivienda que habita, o solo pudo hacerlo de manera parcial.

Además, el informe señala que quienes no poseen casa propia entre 14 y 15% de los relevados sufrió hostilidades, amenaza de no renovar el contrato y un 9% fue amenazado de desalojo por esa situación, a pesar de que la ley lo prohíbe en estas circunstancias de pandemia.

Esta situación se da en el contexto de un nuevo congelamiento decretado por el gobierno nacional, mediante el cual dispuso extender hasta el 31 de marzo próximo precio de los alquileres y la suspensión de los desalojos.

La prórroga del congelamiento de alquileres y la suspensión de desalojos fue solicitado por distintas asociaciones que nuclean a inquilinos, los que en algunos casos pidieron incluso que la prórroga vaya más allá de los dos meses fijados por la Nación en esta oportunidad.

Para el referente de la Defensoría del Inquilino de Rosario, Sebastián Artola, “el panorama es crítico, por eso es necesaria una política pública integral de acceso a la vivienda y, en particular, a la vivienda en alquiler”.

“Hay que regular y pesificar el mercado inmobiliario, no podemos aceptar más que haya quienes especulen y quieran hacer negocios con la angustia y la desesperación que padecen quienes hoy tienen negado su derecho a la vivienda”, concluyó.

La otra mirada
“Lo que viene pasando con respecto al impacto en las locaciones es que, la sanción de la nueva ley junto con los dos congelamientos de alquileres genera que algunos propietarios estén pensando en pasarse al mercado de venta, lo que disminuye la oferta e incrementa los precios”, comentó a El Litoral Andrés Gariboldi del Colegio de Corredores y agregó: “Inclusive, por este motivo, se aumentaron los costos entre un 35% y un 40% aproximadamente”.

Desde las instituciones reflejan que durante todo el 2020 no pudieron actualizar correctamente sus alquileres. Sumado a esto, la implementación de la nueva ley –que genera convenios de tres años-, más la nueva fórmula de actualización de renta anual (índice conformado en partes iguales por el IPC y el RIPTE), que publica desde julio el Banco Central todos los meses, está llevando a que muchos dueños abandonen el mercado.

Es que la normativa especifica que solamente se puede realizar una vez por año el ajuste del contrato de alquiler. Para ello, se tomará el índice publicado por la entidad financiera Central 30 días antes de que culmine el primer año de alquiler. Es decir, el valor a pagar el próximo año se sabrá un mes antes. De esta manera, si el primer año de contrato termina en diciembre 2021, se tomará el valor publicado en octubre para determinar el nuevo costo del alquiler.

Bajo estas nuevas reglas del juego, para muchos propietarios deja de ser un negocio tan rentable como lo eran antes de la nueva ley. “Actualmente la renta anual para los dueños de viviendas es uno de los más bajos de la historia y se ubica en el 1, 3% anual”, aseguró Gariboldi.

Fuente: El Litoral