Médicos y profesionales de Bariloche alertan una crisis en aumento en los hospitales

Desde la asociación que los nuclea advirtieron un complejo panorama: quejas por salarios, sobrecarga laboral y persecución.

Desde la asociación que los nuclea advirtieron un complejo panorama: quejas por salarios, sobrecarga laboral y persecución.

El diagnóstico de los profesionales y técnicos del sistema de salud público de Bariloche es lapidario y habla de un camino al “colapso” si no se atiende de manera urgente una multiplicidad de problemáticas que atraviesan los hospitales de Río Negro, en especial el Ramón Carrillo.

Hoy el hospital más grande la provincia tiene unos 900 trabajadores y un malestar creciente que tradujo la comisión directiva de la Asociación de Técnicos y Profesionales (ATP) en diálogo con Diario RÍO NEGRO.

“Menos personal de salud, con mayor sobrecarga, sin insumos, sin respaldo, sin reconocimiento profesional y con una demanda creciente”, enumeró la entidad que agrupa a un tercio de los trabajadores del hospital barilochense, la única ATP que sigue activa y organizada en toda la provincia, pero no fue incluida en la última Mesa de Salud convocada por el ministro Demetrio Thalasselis.

Desde la ATP advierten situaciones críticas en distintas aristas del sistema, exigido con unas carga laboral de 16 horas diarias en el caso de enfermería donde falta recurso humano con la pérdida de 40 profesionales del sector en el último año, contra cinco ingresos por tareas de 20 horas semanales.

El panorama se repite en otras áreas y entre las más críticas en Bariloche también está Salud Mental, además de que los hospitales más chicos cada vez derivan más pacientes por el recorte de prestaciones y también llegan pacientes hasta del Alto Valle, por servicios que no se prestan en otros grandes centros.

En lo salarial, la ATP señala una “asimetría” entre los médicos y no médicos que genera malestares internos y “afecta en la calidad de la atención”. Esa situación se exacerbó después del aumento de marzo de 2024, que una médica de la comisión directiva calificó como “el último aumento importante que se sintió en el salario del médico, pero no en el resto de los profesionales”. En este último grupo están enfermeros, bacteriólogos, bioquímicos, fonoudiólogos, kinesiólogos, farmacéuticos, instrumentadoras, psicólogos, trabajadores sociales, entre otros profesionales que componen el amplio universo de un hospital.

Crisis del recurso humano y persecución laboral
Para la ATP, el Gobierno no es ajeno a conocer la situación salarial y la “crisis del recurso humano” porque fue uno de los argumentos de la secretaria Tania Lastra para fundamentar la flexibilización para la contratación de médicos foráneos que se aprobó en la Legislatura semanas atrás.

“Cada vez hay menos profesionales: muchos renuncian, se pasan a part time o se jubilan”, señalaron desde la asociación y apuntaron que las vacantes que se generan no se cubren y por eso se genera una “sobrecarga” en todos los servicios.

También desde Bariloche cuestionaron la reducción a la mitad de los pagos a quienes viajaban a prestar servicios a Pilcaniyeu y Comallo, una tarea que se compensa con “horas extras” e incluso en abril por “un error administrativo” no cobraron.

Ese episodio y otros “controles abusivos” hacia el personal lo calificaron como una modalidad de “persecución y maltrato”. Un ejemplo es que para acceder a una licencia para cuidado de familiar enfermo se comenzó a exigir videollamadas para detectar la real situación, denuncia policial y declaración jurada, cuando antes era un proceso simple con la presentación de certificado médico. Además de que a los jefes de área les piden esquemas de guardias anuales que son “imposibles de prever”.

“Vemos un discurso creciente del Gobierno de demonizar al trabajador, pero acá hay falta de gestión y en algunos casos se resuelve sin recursos económicos”, afirmaron los directivos de la ATP que pusieron en valor el “esfuerzo y la voluntad” del personal de los hospitales para mantener servicios y prestaciones aún en situaciones adversas.

Otro aspecto crítico que denunciaron desde la ATP es el “desabastecimiento generalizado de insumos hospitalarios esenciales” y la llegada de provisiones de “mala calidad”, y las “condiciones edilicias deficientes” que afectan la atención de la población.

Fuente: RioNegro