Mendoza: ajuste e improvisación de un Gobierno que carece de un programa de desarrollo rural

El autor cuestiona la eliminación de instrumentos de ayuda a productores y advierte sobre lo que para él es la ausencia de una política de desarrollo rural.

El autor cuestiona la eliminación de instrumentos de ayuda a productores y advierte sobre lo que para él es la ausencia de una política de desarrollo rural.

La eliminación de instituciones y programas en Mendoza muestran el total repliegue del Estado provincial en lo que se refiere a políticas de desarrollo rural y producción agropecuaria, en los primeros 6 meses del Gobierno de Milei en Nación y Cornejo en Mendoza se eliminaron entre otros: el PROVAR II, el instituto de Agricultura Familiar, el IDR , la lucha antigranizo, y se suspendieron los programas de la DIPROSE (proyectos de desarrollo rural con financiamiento del FIDA) al tanto que no se ha generado ni presentado ninguna idea o nueva propuesta. Todo es motosierra

El problema no está en la necesaria revisión de las instituciones y políticas, ya que podemos acordar que el modelo noventista y neoliberal que siguió Mendoza en cuanto a que la política de desarrollo la implementen instituciones publico privadas, en las cuales el estado es el que pone la plata, pero algunas cámaras empresarias  son parte de la administración y toma de decisiones, con el agravante de que quedan sectores de la sociedad excluidos, es discutible. Sin embargo el cambio debe ser en el marco de un programa, que en todo caso actualice y mejore la necesaria intervención estatal  en la vida y economía de los mendocinos

Si el cierre de la lucha activa contra el granizo era parte de un plan ¿no hubiera sido motivo suficiente para que  en lugar de acompañar al gobierno nacional en la eliminación del PROVIAR II  Alfredo Cornejo hubiera gestionado su continuidad? El Programa de Apoyo para Pequeños Productores Vitivinícolas de Argentina fue gestionado por el Gobierno nacional y lanzado a principios del 2023, el mismo contaba con 80 millones de dólares provenientes del BID y sus principales metas eran la de asistir con aportes no reembolsables y créditos a baja tasa a pequeños y medianos productores para colocar malla antigranizo y/o  mejorar su sistema de riego.

Algo más de 1500 productores, en el marco de procesos asociativos, habían presentado carpetas para recibir los fondos, 416 fueron aprobados, pero ninguno de ellos llegó a ejecutarse. Carlos Tizio, actual presidente del INV, fue cómplice de que esos millones de dólares vuelvan al BID en lugar de ir a los productores para la adquisición de los insumos el el asesoramiento técnico.

Entonces o el plan es que continúen desapareciendo productores, o no hay plan.

La única propuesta que esbozó el Gobierno de Mendoza es la de promover una linea de crédito para que los productores adquieran malla anti granizo. Anuncio que no tiene fecha precisa para  concretarse. y preocupan los antecedentes, ya que es el mismo gobierno que en 2016 cerró el zoológico y anunció la inminente apertura de un Ecoparque que al día de hoy no se inaugura, y el que propuso en 2018 expropiar penitentes para relanzar el centro de ski, y que como sabemos tampoco abrirá esta temporada.

Pero, siendo optimistas, la realidad es que  una linea de crédito bancaria no es una alternativa excluyente, recordemos que en el caso de la vid más del 70% de los productores tienen viñedos de menos de 15 hectáreas y una buena parte queda   afuera de cualquier crédito bancarizado

Para la horticultura el granizo es también un gran flagelo, que cambio climático mediante ha profundizado el riesgo en un sector menos capitalizado aun donde una tormenta puede dejar fuera de juego a un productor

Según los datos del IDR en la temporada 2015 2016  Mendoza contaba con unas 3.800  parcelas que se dedican a la horticultura de las cuales 73 % correspondía a productores menores de  10  hectáreas

En 2021 el mismo informe del IDR  relevó  843 parcelas registradas como hortícolas, y en la última temporada de verano  23-24   solo 740 parcelas.  Estos números muestran la profundidad del problema en tanto la desaparición de productores y la concentración.

Actualmente cerca de un 65% de los productores son pequeños con menos de 5 hectáreas de producción, y al menos un 30% del total de productores no es dueño de su tierra por lo que se ve obligado  contratos de aparcería o arrendamiento

Es muy importante tener en cuenta que una buena parte de los contratos de arrendamiento son informales y esas parcelas no aparecen en las estadísticas por lo que podemos inferir que existen cientos de productores más sin tierra y en la informalidad tal como  mostró el Relevamiento Nacional de Zonas estratégicas de producción de alimentos de 2023

Por la alta informalidad del sector y de la comercialización de las hortalizas buena parte de los pequeños y medianos productores de los cinturones hortícolas de Mendoza no tienen acceso a ningún tipo de financiamiento bancario.

Otro informe del IDR muestra la caída de la rentabilidad de los productores en Mendoza: “en enero de 2023, el productor de tomate  debía vender 4,07 kilos para comprar un kilo de pan y en el mismo mes de 2024 debió vender 11,29 kilos; necesitaba 2,08 kilos de su producto para acceder a un litro de gasoil y en el primer mes de 2024, 5,54 kilos.

Su única opción es el acompañamiento del  estado para afrontar la crisis económica, seguida de la crisis hídrica y los daños e incertidumbre que genera el granizo.

El cuento del libre mercado y el estado que no debe intervenir se choca de lleno con la realidad: Según los informes de la ONG estadounidense EWG , los subsidios agrícolas federales de EEUU  entre 1995 y 2021 suman un total de 478 mil millones de dólares. Es decir, un promedio de 18 mil millones de dólares anuales, mientras  que la  Política Agrícola Común de la Unión europea aprobada en 2023 establece que  para el período 2021-2027 se asignarán   387000 millones de euros, y según la OCDE las subvenciones a la agricultura China fueron de 59000 millones de dólares anuales. Podríamos seguir la lista de estados que intervienen: Noruega, Suiza, Ucrania, Islandia…

Pero en Mendoza la falta de planificación es total, también durante el primer gobierno de Cornejo se desguazó la agencia de ordenamiento territorial, año tras año la urbanización avanza sobre los suelos más fértiles de Mendoza  dejando obsoletos canales de riego en los cuales el estado invirtió millones de pesos.

Sin políticas de arraigo ni de ordenamiento territorial y sin asistencia desde el estado, las familias campesinas y de agricultores  migran a los cordones urbanos, en donde como todos sabemos lejos de haber oportunidades crece la desocupación y la pobreza.

La falta de un programa de desarrollo rural golpea a todo el pueblo de Mendoza
El consumo de hortalizas en Argentina es de 130 kilogramos per cápita al año, mientras que OMS recomienda consumir de 400 a 600 gramos por día, sin incluir papa.  En comparación con el sector agropecuario en su totalidad, la actividad hortícola demanda 30 veces más mano de obra,y 15 veces más inversión en maquinaria y equipos por unidad de superficie. A nivel nacional, el sector hortícola ocupa 1,5 personas por hectárea al año a campo y, en sistemas bajo cubierta, 4 personas por hectárea al año

Lejos de diversificar la matriz productiva, la ausencia de plan y política provoca el deterioro de  lo que ya construimos a base de trabajo, estado  y planificación

Quizás por eso Alfredo Cornejo apela  a la distopía  del RIGI y la ley bases, quizás no tenga más plan que el anhelo fantasioso de capitales que mágicamente llegan a la provincia  para explotar libremente nuestros bienes naturales

Desde nuestra perspectiva  el desarrollo no acontece por magia o anhelo, sino de la mano de un estado eficiente con capacidad de definir un plan de desarrollo y construir las condiciones para que juntos y en coordinación con el estado,  empresarios y trabajadores, cooperativas y pymes  puedan forjar un futuro mejor con  producción, trabajo,  justicia social y sustentabilidad ambiental.

Mendoza necesita un programa de desarrollo Rural y un estado que lo ejecute.

Por DIEGO MONTÓN

Diego Montón Secretario de la FeCoCAF (Federación de cooperativas Campesinas y de la Agricultura Familiar). Referente de la Mesa Agroalimentaria Argentina

Fuente: MDZ