Mendoza: La problemática social que los candidatos a gobernador obviaron en el debate

Olvidados por la sociedad y por los políticos, las personas en situación de calle han utilizado su ingenio para poder tener una vida un poco mejor.

Olvidados por la sociedad y por los políticos, las personas en situación de calle han utilizado su ingenio para poder tener una vida un poco mejor.

En un año marcado por las elecciones en Argentina, los políticos no solo buscan seducir a la población con sueños inalcanzables. También pagan a las empresas de mercadotecnia para inundar las calles de Mendoza con carteles diseñados para atraer a los votantes y promocionar sus ideas.

A menudo, estos carteles terminaban desgarrados y tirados en las calles, generando basura y un panorama antiestético en la provincia. Sin embargo, lo que solía considerarse basura en las vías públicas ahora se ha vuelto un material clave para aquellos que son cegados por mil soles, besado por mil vientos, las personas en situación de calle. Puesto que estas personas han encontrado una forma ingeniosa de darles una segunda vida, utilizando estos carteles como materia prima para la construcción de pequeños refugios.

Combinados con madera, alambre y otros materiales, estos carteles han sido transformados en pequeñas estructuras que brindan refugio y protección a aquellos que carecen de un techo sobre sus cabezas. Estas construcciones se pueden ver a lo largo y ancho de toda la ciudad, pero pocos pueden verlas (o no desean hacerlo).

Sobre el cacique Guaymallén, debajo de los puentes u árboles, es posible encontrar varias. Casi en el límite con Las Heras, debajo de un árbol y lindante al famoso canal, allí se encuentra Fabio Quiroga, un hombre de 45 años, que ha reutilizado los carteles políticos para construir su pequeño refugio.

En el caso de Quiroga, su hogar está compuesto con carteles del candidato a Vicegobernador, Lucas Ilardo, quien ha basado sus promesas en la construcción de viviendas. No obstante, es posible encontrar refugios con cartelería de Alfredo Cornejo y Omar de Marchi.

«Yo hice esto a pulmón, lo hice solo, hay gente que quiere vivir un poquito mejor. Esto lo hice en el invierno y ahora me sirve para todo. El gobierno debería darse cuenta de que nosotros queremos, pero el sistema no nos deja porque caímos por algún motivo, pero trabajando, todo se puede» comentó Quiroga, que quedó en situación de calle desde hace un año.

«Yo soy maquinista vial, pero no puedo tener el carnet porque tengo una multa que no puedo sustentar y no puedo pagar el psicofísico para tener el carnet profesional», comentó a MDZ Quiroga. Desde la mañana hasta la tarde noche, Quiroga trabaja como limpiavidrios. «Calcula que desde las 9 de la mañana hasta las 13 uno puede hacer $1500 y así todo el día. Pero bueno, la gente nos ayuda, generalmente la gente de clase media y clase baja».

«Hay buenos días, donde alguien nos da 1000 pesos y obvio uno muy agradecido, pero yo soy respetuoso, no tiro agua en el parabrisas directamente como hacen otros. Yo siempre voy con respeto, la gente lo agradece y no siempre con plata, a veces alguien viene de la panadería y me da un bollo de pan o a veces ropa hasta incluso una vianda», explicó Quiroga.

Quiroga tiene 7 hijos de los que no se puede encargar, ya que no puede pagar la manutención y tampoco puede llevarlos a la orilla del canal. No obstante, pide a Dios la oportunidad para salir de su situación: «Gracias al señor, tenemos para comer todos los días y le pido al señor para salir de mi situación, yo estoy desesperado por volver a mi vida anterior».

Además comentó que, si ve a un par suyo, un nómada del asfalto, que necesita ayuda, no dudará en brindarle una mano. «En la calle siempre nos ayudamos entre nosotros, pero está difícil porque hay mucha porquería que afecta a los jóvenes que no pueden salir de la calle», comentó.

En medio del río electoral, donde los discursos y las promesas fluyen, Quiroga acepta que no espera nada de los políticos. «El Gobierno no hace nada para sacar a la gente de la calle, no les importamos. Con las elecciones yo creo que hay gente que nos va a sacar como si fuéramos perros y hay gente que nos puede llegar a ayudar. Yo aporto desde los 18 años y mira hoy no tengo nada, porque nadie me pudo ayudar cuando yo más lo necesité. El sistema no está bien hecho para mí».

No obstante, asegura que las soluciones fáciles que entrega el Gobierno no son la respuesta para solucionar los problemas de la gente. Quiroga cree en el trabajo. «Hay una ayuda del gobierno para que puedas alquilar, pero es solo por unos meses. Después hay gente que pide esa ayuda y no lo usa para el alquiler, sino para otras cosas. Para mí los subsidios ayudan, pero la gente para mí tiene que tener trabajo, si vos tenés trabajo no vas a vivir nunca en la calle. No hay que regalar planes, busquemos un futuro trabajando».

«Yo soy una persona pensante y me doy cuenta de que hay gente que llega a determinados lugares y uno piensa en sus hijos, ve que no llegan y en papeles son lo mismo, pero juega mucho el acomodo. Es un sistema muy malo, hay que ver los temas controvertidos y limarlos. Todos tenemos que estar a la misma altura», concluyó Quiroga.

En las zonas lindantes de la renovada terminal de colectivos también se puede encontrar gente en situación de calle que ha utilizado los carteles políticos, pero a diferencia de Quiroga, estos prefirieron no dejarse fotografiar por MDZ. Esta es la historia de Carolina (28) y Facundo (30). «Hace un año y medio estamos en la calle con mi mujer. Cuesta, pero se puede salir adelante de a poco, día a día», comentó esta pareja.

Facundo quedó sin hogar luego de que su tía lo echara del hogar de su difunto padre, mientras que Carolina fue abandonada por su familia, pese a tener problemas psiquiátricos.

Consultados por las elecciones, ambos votaron, pero no esperan que su vida cambie: «A la gente no le importamos porque acá hay un partido político que viene todos los lunes a hacer eventos y ellos nos ven, pero no les importa nada. Pasan y no nos prestan atención. Lo más lindo es que los políticos creen que con un bolsón de mercadería te arreglan la vida, pero no son capaces de preguntarnos si tenemos donde cocinarlo. El cartel nos sirve, pero ellos no».

«Por lo general nos ayudamos entre nosotros en la calle, a media cuadra hay una señora que se llama Ramona. Si tenemos un plato de comida y lo podemos brindar, lo hacemos», comentó Carolina, quien además explicó que cada día es más difícil vivir en la calle porque «cada vez somos más y no podemos ir pidiendo todos a los mismos lugares a pedir monedas o a cuidar autos. Además, hay que vivir con un ojo abierto en la calle porque hay robos porque somos muchos y hasta los municipales a veces nos quitan las cosas».

En plena campaña electoral, la historia de personas sin hogar como Fabio Quiroga y la pareja Carolina y Facundo destaca la resiliencia y la creatividad en circunstancias desesperadas. Mientras los políticos luchan por el poder y prometen soluciones, estas personas han encontrado en los carteles políticos desechados una fuente inesperada de refugio. Sin embargo, sus testimonios también resaltan la falta de atención y apoyo por parte de los líderes políticos que el domingo evidenciaron la poca importancia que le dan a esta problemática.

Fuente: MDZ