Mendoza: Los intereses cruzados detrás de los campos que Javier Milei quiere vender en la Estancia Yaucha

La puesta en venta de los campos ubicados en San Carlos, desató un conflicto en el que convergen diferentes intereses. ¿Qué actores conviven en el lugar y qué proyectos están en disputa? 

La puesta en venta de los campos ubicados en San Carlos, desató un conflicto en el que convergen diferentes intereses. ¿Qué actores conviven en el lugar y qué proyectos están en disputa?

Mediante el decreto 950/2024 firmado por el presidente Javier Milei y publicado el pasado 25 de octubre en el Boletín Oficial, el Gobierno nacional dispuso la venta de 5 mil hectáreas de la Estancia Yaucha a través de la Administración de Bienes del Estado (AABE). En estos campos, que forman parte de un área de más de 110 mil hectáreas que limitan con Chile y conservan un incalculable valor ambiental y cultural, actualmente conviven diferentes actores y, por lo tanto, distintos intereses: por un lado, familias puesteras históricas que, mientras enfrentan causas de desalojo impulsadas por el Ejército Argentino, sostienen su actividad productiva; por el otro, la firma Simplot – San Fili, que produce papas que luego son procesadas en Luján de Cuyo para exportación. Otros de los involucrados son el municipio sancarlino, que ha manifestado su intención de desarrollar un polo turístico en el lugar; y el Ejército, que hasta el momento no se ha pronunciado al respecto, pero ha sostenido los fallos contra los pobladores.

En total, el Ejecutivo anunció la venta de más de 300 inmuebles en todo el país. Algunas subastas avanzaron rápidamente como ocurrió el pasado 23 de diciembre con un edificio ubicado en Palermo, en Buenos Aires, donde funcionaban oficinas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). La venta fue por US$ 18,5 millones, y superó ampliamente el precio establecido por el Tribunal de Tasaciones de la Nación, que había valorado el inmueble en US$ 5,7 millones. En Mendoza, puntualmente en San Carlos, el Gobierno aún no le ha adjudicado un valor monetario a los campos del Yaucha, situación que mantiene en vilo a los puesteros que habitan la zona, y que sostiene el conflicto ante el debate sobre el uso y la posesión de estas tierras.

Vecino conocido
5 mil hectáreas son las que se venden de este vasto territorio de monte nativo, que atesora importantes reservas de agua, como los arroyos Yaucha y Papagayos, además de contener diferentes sitios arqueológicos y resguardar una enorme diversidad de flora y fauna. Este sector, específicamente, incluye vertientes que son fundamentales para el riego en la agricultura, ya que recargan los acuíferos de la zona. Al mismo tiempo, en este espacio viven familias que habitan el territorio desde hace más de 60 años, desarrollan su actividad productiva y económica centrada en la cría de animales y, desde hace algunos años, en el turismo sostenible.

El propietario de las tierras colindantes a dichas hectáreas es la firma San Fili, encabezada por Fabio Calcaterra, un empresario conocido por ser primo del expresidente Mauricio Macri, asociado a la empresa estadounidense Simplot.

Calcaterra se instaló en Pareditas en el año 2008 y en 2016 se vinculó con Simplot, con quien en 2019 inauguró en Luján de Cuyo una planta para procesar la materia prima producida en el Valle de Uco, y exportar papas prefritas y congeladas a Brasil y Chile, entre otros mercados.

Estancia Yaucha: la riqueza que guarda el campo que Javier Milei quiere vender y que arrastra viejos litigios
En San Carlos, los predios de San Fili se sitúan sobre la nueva Ruta Nacional N° 40, en el Km 3163,5; aproximadamente a 130 km de la Ciudad de Mendoza. El paisaje en esta renovada arteria inaugurada durante el Gobierno de Macri, revela el contraste entre los colores áridos que caracterizan al monte mendocino, y el verde intenso de estos cultivos que demandan de un complejo sistema que incorpora equipos de riego de alta tecnología.

Según el informe de impacto ambiental presentado por la empresa en 2021, el conjunto de sus campos suma 6042 hectáreas, de las cuales en ese momento se encontraban implantadas alrededor de 1740 con papa y cultivos de invierno. En el transcurso del 2021-2023,  la producción se extendió y se incorporaron nuevos lotes, para lo cual se requirió el desmonte de aproximadamente 450 hectáreas.

La inversión ha sido millonaria. La marca cuenta con equipos de riego de pívot central que se abastecen de pozos de agua de 150 metros de profundidad (tienen más de 20 pozos en este momento). Al complejo equipamiento se le suman insumos como fertilizantes y agroquímicos. El número de empleados, sin embargo, no es significativo. De acuerdo a lo declarado, “San Fili dispone de 7 personas como personal fijo y una temporaria que trabaja en oficinas. El resto del personal fijo lo aporta Simplot desde las áreas de contabilidad, recursos humanos, sistemas, entre otros”. En épocas de mayor productividad, en la empresa el personal temporario no supera los 50 contratos.

En este contexto, entre las diversas hipótesis, se especula que las tierras que están a la venta podrían destinarse a la expansión agrícola. Lo cierto es que existe una ordenanza (1649/17) de ordenamiento territorial, que establece que el suelo del Campo Yaucha debe ser destinado a la ganadería extensiva y a la actividad turística. En esta misma normativa, la Municipalidad de San Carlos reconoce como habitantes históricos del lugar a once familias, tres de ellas habitan actualmente en estas tierras.

Asimismo, en 2024 Irrigación emitió una resolución que impide hacer nuevos pozos en la localidad de Pareditas hasta octubre de 2025. Esta restricción surgió a partir del informe sobre la oferta hidrológica de la cuenca Río Tunuyán Superior, donde el organismo detalla que «la misma atraviesa un período de sequía desde el año 2010 hasta el año 2023».

La situación de las familias puesteras: desalojos suspendidos hasta marzo

Durante más de seis décadas, once familias que habitan en la Estancia Yaucha han custodiado estas tierras, compartiendo un legado de generación en generación. Sin embargo, en el año 2014 el Ejército Argentino inició procesos judiciales para desalojarlas. Estas causas actualmente cuentan con sentencias desfavorables, pero recientemente –según notificó el Juzgado Federal-, las medidas fueron suspendidas hasta el mes de marzo, fecha en la que se convocó a una audiencia entre las partes.

“Vengo de familia de puesteros. Es una herencia que recibimos, por eso defendemos el lugar, queremos seguir viviendo en él. Llevamos muchos años cuidando la tierra, protegiendo el agua”, cuenta Ramón Castro, puestero de 68 años.

La Estancia Yaucha fue expropiada en 1945 a Margarita Mosso de Cassale, quien las había adquirido mediante una subasta. En aquel año, parte de las tierras fueron destinadas a maniobras militares, mientras que una fracción fue cedida al Consejo Agrario Argentino para un proyecto de colonización. Durante la última dictadura, a través de un decreto, el Ejército Argentino formalizó la escritura a su nombre, aunque abandonó el uso de las tierras con el regreso de la democracia.

Tres de las familias históricas viven en las hectáreas que el Gobierno nacional puso a la venta y el resto son parte del extenso territorio. Hace unas semanas, la Municipalidad de San Carlos se presentó en el Juzgado Federal para intervenir en el procedimiento, y el lunes 30 de diciembre los demandados fueron notificados sobre la suspensión de las medidas de desalojo hasta el miércoles 12 de marzo. Ese día se encontrarán los representantes legales de las distintas partes, incluyendo el municipio.

Si bien las novedades son positivas, la incertidumbre es inevitable. La situación, según describen los puesteros, es angustiante. “Estamos en alerta porque tenemos miedo a que nos desalojen”, señala Pedro Salinas.

En concreto, los pobladores piden detener los desalojos y llegar a un acuerdo con la Municipalidad y el Ejército Argentino, para poder seguir viviendo y desarrollando sus actividades. Con la esperanza latente, continúan sus labores cotidianas y este verano, resaltan, recibirán a diferentes grupos de jóvenes porteños que realizarán campamentos en los campos, promoviendo de esta manera el respeto por la naturaleza.

En ese sentido, el objetivo de los habitantes del Yaucha es trabajar de manera articulada en el desarrollo de un proyecto que permita fortalecer la producción extensiva de ganadería, en el marco de un sistema sostenible, y generar experiencias turísticas con identidad, que destaquen el valor de los recursos naturales y el patrimonio histórico cultural.

El rol del municipio de San Carlos 
Desde que salió a la luz el conflicto por las causas de desalojo y la venta de las 5 mil hectáreas en la Estancia Yaucha, la Municipalidad de San Carlos se expresó a favor de acompañar a las familias y de proteger el lugar para que su destino sea beneficioso para la comunidad sancarlina. En este sentido, presentó un proyecto de desarrollo turístico ante la ABBE, se postuló como oferente y ahora decidió ser parte de las causas judiciales para intentar intervenir en las sentencias.

“Todos los pasos que podíamos dar, los dimos”, expresa el intendente de San Carlos, Alejandro Morillas, reafirmando la intención de la comuna de resolver el conflicto de los lugareños.

“El primer objetivo es que no desalojen a la gente; el segundo, que San Carlos tenga un acceso a la montaña”, agrega el mandatario sintetizando de esta manera las intenciones de las autoridades locales respecto al uso de los campos.

Al respecto, Morillas cuenta que, junto a organizaciones y a los puesteros, hace cuatro meses conformaron a nivel departamental una Mesa de Diálogo para debatir sobre las posibles soluciones a la problemática del arraigo, que es de larga data. De esta manera, presentaron ante la Agencia de Administración de Bienes del Estado el “Proyecto de Desarrollo Integral del Campo General Alvarado – Estancia Yaucha” con el fin de transformar estas tierras en un polo de turismo, incorporando la ganadería tradicional del lugar.

Para el intendente, es importante que la Municipalidad y las personas que habitan el Yaucha sean parte de cualquier estrategia que se diseñe, y que en el caso de que las tierras queden en manos de un privado, sea en el marco de un esquema donde los beneficios impacten en el departamento. “Sabemos que hay mucho para explotar y queremos que sea dentro de un modelo que nos sirva a todos”, remarca y considera que llevar adelante un plan de turismo, será positivo para la región del Valle de Uco, que en los últimos años se ha posicionado como uno de los principales destinos para quienes visitan la provincia de Mendoza.

Las posibilidades y las especulaciones son diversas, pero la realidad es que hasta el momento el Gobierno nacional aún no le otorgó un valor económico a las 5 mil hectáreas. “Si sale, para mí se van a presentar muchos oferentes”, opina Morillas destacando que algunos empresarios le han expresado la intención de comprar estas tierras.

Sin embargo, destaca que desde la ABBE están abiertos al diálogo y que, con el fin de evitar el remate, la comuna también manifestó ante las autoridades su interés por comprar los campos. “No hemos descartado esa posibilidad”, señala.

En cuanto al litigio entre el Ejército y las familias puesteras, la novedad es que hace unas semanas la Municipalidad de San Carlos decidió intervenir y le solicitó al juez Pablo Quiróz formar parte de las once causas. Ahora, el Juzgado Federal suspendió las medidas de desalojo hasta marzo y convocó a una audiencia entre las partes para el día 12 de ese mes, en la sede del Correo Argentino ubicada en calle San Martín 678, en la Ciudad de Mendoza.

“Esto sucede por falta de gestión”, apunta finalmente el mandatario y considera que este conflicto no existiría si los gobiernos anteriores hubieran trabajado en la elaboración y aplicación de políticas orientadas al desarrollo de las economías locales.

La postura del Ejército Argentino
Aunque el caso sobre la venta del Campo Yaucha ha repercutido a nivel nacional, desde el Ministerio de Defensa no se han pronunciado al respecto. En consecuencia, la pregunta que se hacen las familias es cuál es la intención del Ejército Argentino al intentar vaciar las fronteras, los suelos que han sido protegidos y resguardados por ellos.

Y es que de las 111 mil hectáreas, solo 5 mil están a la venta y, aunque por el momento las medidas están suspendidas, las causas continúan con sentencia firme.

De acuerdo al intendente Alejandro Morillas, las autoridades locales del Ejército han manifestado su interés en colaborar en el desarrollo de un plan integral en el resto del territorio, pero con el reciente cambio de cargos, deberá organizar nuevas reuniones para continuar el diálogo.

Fuente: MDZ