Miles de brasileños marcharon contra la corrupción política
Los manifestantes expresaron en las calles su respaldo a las investigaciones sobre millonarios desvíos de fondos en Petrobras
05/12/2016 EL MUNDOLos manifestantes expresaron en las calles su respaldo a las investigaciones sobre millonarios desvíos de fondos en Petrobras
Miles de brasileños marcharon ayer para protestar contra la corrupción política y en apoyo a los investigadores del emblemático caso Petrobras, en momentos en que el país vive un crudo enfrentamiento entre el Congreso y el Poder Judicial. Con epicentro en Río de Janeiro y Brasilia, los manifestantes convocados por muchas de las organizaciones que apoyaron la destitución de la presidenta Dilma Rousseff salieron a las calles, en una protesta que se extendió a cerca de 200 ciudades y convocó a más de cien mil personas. «Operación Lava Jato, defendida por el pueblo», decía un cartel portado por un manifestante en Río, en referencia a la investigación que reveló una red de desvíos millonarios desde la petrolera estatal hacia la política.
En Brasilia, unas 5.000 personas se reunieron frente al Congreso y colocaron paneles flotantes con la imagen de una rata sobre una de las grandes piletas que anteceden a la puerta principal del edificio. Una pancarta a gran escala con la leyenda «Fuera Renan» decoraba un camión desde donde los organizadores arengaban a los manifestantes, mayormente vestidos con las camisetas amarillas de la selección de fútbol. Renan Calheiros, el poderoso presidente del Senado, es uno de los blancos principales de la convocatoria. Aliado clave de Temer y miembro de su partido, el PMDB, enfrenta una docena de investigaciones, varias de ellas ligadas a la red de sobornos de la estatal Petrobras.
Esta semana, la Cámara de Diputados, que tiene a decenas de sus miembros en la mira de la Justicia por el caso Petrobras, alteró un paquete anticorrupción enviado por los fiscales de «Lava Jato», que fue apoyado por más de dos millones de firmas, e incluyó una enmienda que permite incriminar a los propios investigadores. La votación, realizada a altas horas de la madrugada, llevó al equipo de fiscales de la Operación Lava Jato a amenazar con una renuncia colectiva. Esa misma noche, Calheiros intentó que el Senado debatiera el polémico proyecto con carácter de urgencia, desatando la furia de muchos brasileños que golpearon sus cacerolas en distintas ciudad en señal de protesta.