Mujeres neuquinas se capacitaron y ahora construyen sus propias viviendas

Integran la cooperativa de trabajo MTD y participan en la ejecución de 54 soluciones habitacionales en Cuenca XV.

Integran la cooperativa de trabajo MTD y participan en la ejecución de 54 soluciones habitacionales en Cuenca XV.

“Aprender un rubro totalmente masculinizado, acceder al trabajo digno y hacerlo junto a otras compañeras mujeres y encima sabiendo que es para vos y tus hijos, toma otro valor”, explicó a LMNeuquén Johana Fuenzalida, una de las mujeres que integran la cooperativa de trabajo MTD (Movimiento Techo Digno), quienes recibieron una capacitación de construcción integral y ya comenzaron a levantar su propia vivienda. La capacitación que recibieron 35 mujeres de la mencionada cooperativa tiene como objetivo incluirlas en la ejecución de la obra pública en la provincia.

Hace más de veinte días, las mujeres asistieron a una capacitación por parte de empresas constructoras y posteriormente pusieron “manos a la obra” en el predio del lote Z1 de Cuenca XV donde se ejecutan 54 viviendas. Estas soluciones habitacionales se encuentran dentro del programa Casa Propia y cuentan con un avance de casi un 18 por ciento y un presupuesto de 329 millones de pesos, aportados por el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación. El programa Casa Propia, iniciado en diciembre de 2020 por el presidente Alberto Fernández, impulsa la construcción de viviendas únicas, con criterios de sustentabilidad e incentiva la incorporación de nuevas tecnologías.

Además participaron en la obra de 24 Viviendas que ADUS está ejecutando en Cuenca XV, un proyecto que ya lleva un avance del 28 por ciento y cuenta con un presupuesto de más de 121 millones de pesos aportados por el gobierno provincial.
Las actividades fueron acompañadas por la ministra de las Mujeres y de la Diversidad, María Eugenia Ferraresso, y el presidente de la Agencia de Desarrollo Urbano Sustentable y el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (ADUS-IPVU), dependientes de la secretaría General y Servicios Públicos, Marcelo Sampablo.

“Estos son espacios que están netamente masculinizados. Es un poco romper con eso y poder insertar a la mujer no solo en la construcción, que ya lo veníamos haciendo, sino también poder llevar adelante distintos proyectos, incorporar en trabajos de gas, cloacas, agua y luz. Sabemos que la obra pública es el motor de la provincia y qué mejor que nosotras para llevar adelante distintos proyectos”, resaltó Johana.

Por su parte, Sampablo comentó que las mujeres que integran este movimiento participaron en primer lugar de una capacitación con el sistema Cassaforma “donde vino la gente de la empresa desde Buenos Aires, que actualmente construye unas viviendas con paneles de tergopor”. Contó que “ahora estamos avanzando en esta obra que son 54 viviendas en Cuenca XV, y ellas solicitaron capacitarse en el sistema tradicional con la empresa que está construyendo”.

“Estos son espacios que están netamente masculinizados. Es un poco romper con eso y poder insertar a la mujer no solo en la construcción, que ya lo veníamos haciendo, sino también poder llevar adelante distintos proyectos, incorporar en trabajos de gas, cloacas, agua y luz. Sabemos que la obra pública es el motor de la provincia y qué mejor que nosotras para llevar adelante distintos proyectos”, resaltó Johana Fuenzalida.
Johana nació en Mendoza y desde hace más de trece años reside en Neuquén donde alquila una humilde vivienda en el barrio Atahualpa. “Soy madre soltera, tengo dos hijos, un varón de 16 y una nena de 7. Pago un alquiler que supera la mitad de lo que percibo por mes. Me pasa lo que les pasa a todas las mujeres que alquilan, alquilamos lugares abandonados, en malas condiciones y, sobre todas las cosas, caros”, subrayó.

Por eso apuntó a la necesidad de impulsar fuertemente la presencia de las mujeres en la obra pública. “Nuestra organización tiene como sustento la tierra, el techo y trabajo digno, y siempre nos resultó incómodo o, mejor dicho, machista que solo en la construcción hubiera varones trabajando sabiendo que nosotras formamos parte del 80 por ciento de la demanda habitacional. Desde esa base apuntamos a llevar adelante este proyecto de inclusión laboral dentro de la obra pública”, explicó.

Johana describe una realidad que sufren muchas mujeres que quieren incorporarse al rubro de la construcción: “Cuando dejas un currículum para acceder a una obra lo primero que te dicen es ‘Sos mujer’. Esto no tiene que pasar más. No puede ser que siempre las mujeres tenemos que lograr cosas en base a luchas o conquistas. El día de mañana en cualquier empresa pública tiene que haber un espacio considerado para la mujer”.

La mujer confesó que nunca se había imaginado mezclar cemento para pegar ladrillos. “En las familias siempre hay un padre, un hermano, un tío que sabe de construcción. Pero nunca me imaginé que un día iba a estar trabajando en este rubro. Cuando hace unos años atrás se empezó a hablar de este proyecto me pareció innovador e inclusivo».

Aclaro que la posibilidad que han tenido de capacitarse “nos permite que el día de mañana si se me rompe el techo yo misma pueda arreglarlo y no depender de alguien al que encima le tenés que pagar. Esta es una oportunidad increíble que tenemos las mujeres».

En tanto, Ferraresso resaltó la iniciativa de este grupo de mujeres del MTD al señalar que “se están capacitando en técnicas de construcción tradicionales”. “La verdad que ver mujeres empoderadas que avanzan en este camino hacia la independencia económica en distintos ámbitos, sobre todo en estos como la construcción que tradicionalmente está masculinizada, nos llena de orgullo”.

«Nosotras también lo podemos hacer»

“Yo sabía que en algún momento íbamos a trabajar en una obra”, comentó Claudia Seguel, de 40 años, una de las mujeres que participó junto a sus compañeras de la cooperativa MTD en la capacitación para la construcción de viviendas. “Fueron unos días de capacitación y de inmediato ya estábamos manos a la obra”, describió la mujer que durante años fue empleada doméstica. No pudo ocultar la emoción cuando describió el momento en que con sus compañeras de obra terminaron uno de los dúplex de las 24 viviendas que el ADUS está ejecutando en Cuenca XV.

Claudia se entusiasma al comentar que mañana vuelven a la obra en el lote Z1 de Cuenca XV donde está previsto levantar 54 viviendas. “Nos dieron la posibilidad de levantar las paredes de nuestras propias casas. Hace años que estábamos anotadas esperando que esto se concrete. Ayer estábamos midiendo para colocar los ladrillos y hoy ya estábamos trabajando solas”, explicó.

La mujer destacó que con este proyecto “las mujeres descubrimos que podemos hacer todo en un lugar tan difícil de conquistar porque obviamente son los hombres los que tienen la fuerza y el conocimiento, pero este proyecto refleja que nosotras también lo podemos hacer“.

Contó que tenía conocimiento en construcción ya que durante seis años trabajó como capataz de quince obreros en una obra en Villa Ceferino. «Pero todo lo que había aprendido si después no lo pones en práctica te olvidas. Así que cuando surgió este proyecto yo les decía a mis compañeras del MTD que en algún momento íbamos a estar trabajando en la construcción de las viviendas”. Recordó que el año pasado «organizamos un bingo y con lo recaudado compramos mamelucos, guantes, botines y elementos de seguridad».

Resaltó la experiencia y la «enorme» oportunidad que significa que las mujeres «podamos meternos en la obra pública». Y se ríe de la «competencia» que hicieron en estos días con sus colegas varones para ver quién levantaba más rápido una pared de ladrillos.

Fuente: La Mañana Neuquén