“Mujica me planteó que yo podía aportarle al Uruguay”
Blanca Rodríguez es periodista y profesora de literatura. Durante 34 años fue conductora de televisión. Dice que comparte los valores de la izquierda representados en la coalición que hoy gobierna su país.
05/06/2025 EL MUNDOBlanca Rodríguez es periodista y profesora de literatura. Durante 34 años fue conductora de televisión. Dice que comparte los valores de la izquierda representados en la coalición que hoy gobierna su país.
Un llamado de José Mujica hizo posible su llegada desde la televisión a la política. Blanca Rodríguez es periodista y profesora de literatura. Fue la conductora de Subrayado, un programa central de la TV uruguaya durante 34 años. Su cara se volvió tan familiar para la audiencia que no necesitó demasiada presentación cuando se sumó al Frente Amplio como candidata independiente. Hoy ocupa una banca en el Senado y recuerda con cierta nostalgia los diálogos con el expresidente en su chacra de Rincón del Cerro. Solían conversar de filosofía como de historia, de Juval Harari o Byung Chul Han y entre comentarios de libros y una llamada de Chomsky al líder del MPP, se volvía a su casa con una bolsa de tomates y una calabaza plantados en ese espacio vital en la vida del Pepe.
-¿Nos puede contar qué le propuso Mujica para sumarse a las listas del Movimiento de Participación Popular?
– Él creía que no podía irme de la televisión para mi casa cuando me despedí de Subrayado, y yo le respondí: ‘¿y usted cómo sabe?’ Entonces me dijo: ‘Yo fui clandestino así que me entero de todo’. Me lo comentó bromeando y le expliqué que era independiente. Pero él me contestó: ‘Justamente, a mí me parece que el suyo sería un aporte importante’ y me planteó que me invitaba a sumarme a la política con mi experiencia de conocimiento de la realidad, de la sociedad, con mi trayectoria y bueno, al principio le dije que no, que no quería.
– ¿Se ve que el expresidente insistió?
– Ocurrieron una serie de encuentros para intentar convencerme y bueno, finalmente me planteó que él estaba muy enfermo y que pensaba que yo le podía aportar al Uruguay. En esa conversación que pretendía mantener lo más posible en reserva decidí ingresar al ejercicio de la política. Me ofreció integrar la lista del Senado en segundo término y le dije que no podía ser mi lugar, pero Lucía (Topolansky, la compañera de Mujica) me dijo: ‘ése lugar es el mío y yo quiero que lo ocupes tú’. Ingresé en la lista pero después terminé primera porque Alejandro Sánchez que la encabezaba, pasó a la Secretaria de la Presidencia. Ahora estoy haciendo este camino de aprendizaje, de descubrimiento también, pero sobre todo de mucho aprendizaje para poder hacer un Senado constructivo. Creo que la política se ha vuelto mucho más compleja de lo que era y la izquierda es compleja en si misma.
– ¿Por qué?
– Porque por oposición a la derecha, la izquierda ha incorporado a su agenda política una serie de reivindicaciones, una agenda mucho más rica. Pero sobre todo porque la izquierda tiene un compromiso muy fuerte con valores vinculados a la solidaridad, a la verdad, a la igualdad, que son los que hacen más complejo ser de izquierda que ser de derecha. La izquierda es mucho más difícil de explicar que la derecha que se puede explicar en dos frases.
– Al margen de su conocida labor profesional como periodista, de ser una persona instalada en la sociedad, ¿qué otras condiciones cree que Mujica percibió en usted?
– Le interesaba mi condición de mujer, feminista, cristiana. Él decía que la izquierda había sido un poco descuidada con los creyentes, con mi condición y que le parecía que eso enriquecía también al Frente Amplio. Así que desde ese lugar con esa preciosa mochila es que yo llego a la política.
– ¿Qué la acercaba al Frente Amplio antes de recibir la propuesta para sumarse a sus filas?
– Digamos que comparto los valores de la izquierda que están representados por el Frente en nuestro país. Comparto muchos de sus preceptos, buena parte del programa. Tengo la convicción de que los quince años de gobierno frenteamplista fueron los mejores para la clase trabajadora y en conquista de derechos. Esto es lo que me hizo abrazar su propuesta y este camino. Creo que Uruguay tiene una riqueza enorme en la pluralidad de partidos y de larga historia, sólidos y consolidados, con una buena relación interpartidaria pese a las discrepancias que siempre surgen. Pero en el único lugar que yo sentía que realmente podía estar es en el Frente Amplio.
– ¿Usted había publicado un libro junto al general Líber Seregni en 2004, fundador del Frente Amplio?
– Escribí un libro con él basado en la correspondencia que le enviaba desde su prisión a su esposa, la correspondencía privada que me pidió que investigara, clasificara y publicara. De alguna manera eso me permitió conocer de primera mano cuáles eran las ideas que llevaron a estas personas a fundar el Frente en 1971. Qué visión tenía esa coalición formada por gente que venía de los partidos tradicionales pero que creía que había que hacer una política diferente, que creía que había que hacer una política mucho más vincualada a la realidad de los más vulnerables.
– ¿Cuáles son sus áreas de interés en las que ahora trabajará desde la política?
– Yo estoy en varias comisiones del Senado pero el tema que me desvela básicamente es infancia, fuertemente vinculado con la comisión que presido, de Educación y Cultura y también con la comisión especial de Garantías para la Infancia. Nosotros tenemos una deuda muy grande en Uruguay. La pobreza en los menores de seis años duplica a la pobreza en el resto de la sociedad. Además de que el 60 por ciento de estos niños nace en las familias más pobres. Allí tenemos un problema serio en un país que la escuela es laica, gratuita y obligatoria, pero con un nivel de inasistencia escolar de casi el 67 por ciento. Lo cual también está demostrando que los niños, y sobre todo los niños pobres, tampoco están en la escuela.
-¿Presentó algún proyecto sobre estos temas?
-Sí, uno que está a consideración de mi bancada. Un proyecto de ley para la creación del Ombusman para la Infancia y la adolescencia. Un comisionado parlamentario que partiendo de esta realidad que yo te describía sobre el Uruguay pueda desde ese lugar monitorear, controlar, visitar, inspeccionar las instituciones que trabajan con infancia pero también atender la situación de los menores no institucionalizados y que están viviendo en condiciones de vulnerabilidad. La idea es generar consensos en el Parlamento y a su vez políticas que se puedan aplicar a esa situación que viven.
-Usted es periodista y profesora de literatura. ¿Qué piensa sobre la palabra y el valor que ha perdido hace tiempo en la política?
– Me parece altamente preocupante, aunque creo que todavía tenemos reservas éticas y morales, desde un sector amplio de la sociedad que considera que la palabra todavía es importante. Hay que recuperar ese valor de la palabra. El tema es cuando la gente habla sin decir nada o cuando en sus discursos varía, miente. Porque creemos cualquier cosa, sin pasar por el carril de la lógica, ni de la reflexión. Diría que en las redes sociales hay un mundillo devastador para la palabra y para el discurso responsable. Hay una impunidad tan tóxica que se corre el riesgo de creer que ahí está la realidad, que está bien. Como cuando la gente cuando se contesta en X. ¿Quién dijo que la discusión importante y elevada está en X? En ese sentido la política tiene mucho para hacer y debemos jerarquizarla. Los políticos debemos ser modélicos.
– ¿Cuál es la sociedad uruguaya en la que desearía vivir?
– Hay que pensar en qué sociedad queremos educar a nuestros hijos, qué país queremos tener y la educación tiene mucho que ver con eso. El juicio critico es un objetivo clave en la educación y no sé si lo tenemos tan incorporado. ¿Vos fuiste testigo de la Marcha del Silencio, no? Ese día había decenas de miles de personas marchando porque buena parte de la sociedad uruguaya apoya la reivindicación de verdad, justicia y nunca más. Muchísimos jóvenes que seguramente no vivieron ninguno de los episodios que se condenan desde estas marchas y que condenan las agrupaciones de Familiares y de Derechos Humanos. Sin embargo estaban allí. Hay todavía una reserva que tiene que ver con la reinvindación de determinados valores. Como también gente que cree que no hay desaparecidos. Que cree que esto es mentira. Que cree que hay otros a quienes les gusta sufrir relatando historias espantosas de torturas, violaciones y de dolor.