Nación recortó el envío de fondos para la obra pública en Río Negro

Los ajustes aplicados por el Gobierno Nacional al presupuesto, buscando intentar contraer el gasto público, impactó este año de lleno sobre las transferencias para la ejecución de obra pública en Río Negro.

Los ajustes aplicados por el Gobierno Nacional al presupuesto, buscando intentar contraer el gasto público, impactó este año de lleno sobre las transferencias para la ejecución de obra pública en Río Negro. A decir verdad, los recortes en términos reales se vienen observando en forma progresiva desde el año 2017.

Según refleja la estadística oficial, la administración de Mauricio Macri giró fondos destinados a las partidas de obra pública -en los primeros siete meses del año- por unos 2.195 millones de pesos. La cifra es, en valores nominales, similar a la consolidada para este mismo período del año anterior.

La caída de recursos para Río Negro no es menor, teniendo en cuenta los efectos de los mayores costos generados en la construcción por el salto de precios en los últimos doce meses (en torno al 55% según el índice de la construcción).

Siguiendo la lógica de este concepto, en 2019 la provincia de Río Negro recibió transferencias de la Nación destinadas a la obra pública por un valor equivalente al 43% de lo ejecutado en 2016.

INCUMPLIMIENTOS

La mayor parte de estos fondos llegan a través de Vialidad Nacional para la construcción y reparación de las rutas en la provincia. La menor cantidad de dinero se terminó reflejando en la paralización de la ampliación de la Ruta Nacional 22 y la pavimentación de la Provincial 23.

Es preocupante el tiempo que llevan postergadas estas obras tan importantes para la región. Décadas de promesas incumplidas.

El Gobierno Nacional se había comprometido -una vez más- a finalizar la ampliación de la Ruta Nacional 22 para fines de este año. Pero el avance de obra refleja que se está lejos de poder cumplir con esa palabra. Y mientras tanto, las muertes en las rutas siguen emergiendo producto de estas obras inconclusas.

Fuente: Patagónico