Neuquén: Del 30 al 70% saltó el peso del alquiler en salarios indexados por IPC en un año y medio
El incremento del índice de los alquileres de vivienda cuadriplicó a la inflación desde marzo de 2024, cuando se abrió la brecha ahora consolidada.
22/08/2025 ECONOMÍAEl incremento del índice de los alquileres de vivienda cuadriplicó a la inflación desde marzo de 2024, cuando se abrió la brecha ahora consolidada.
La vivienda se ha convertido en el principal verdugo del bolsillo de los inquilinos neuquinos. Un caso testigo ilustra el dramático panorama que enfrentan: una familia tipo destinaba en marzo del 2024 el 30% de sus ingresos al pago del alquiler. Diecisiete meses después, ese porcentaje trepó al 71%, pese a que sus ingresos se actualizaban mes a mes según la inflación oficial neuquina. La diferencia estuvo en que el valor de los alquileres subió, de manera sostenida, muy por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Los datos oficiales de la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos revelan una escalada imparable en los precios de los alquileres. Crecieron por encima de la inflación en 15 de los últimos 17 meses. Desde marzo de 2024, se abrió una brecha impactante entre la evolución de los alquileres y el Índice de Precios al Consumidor.
El encarecimiento de los alquileres cuadriplicó a la inflación en el periodo: 343,8% frente a 85,6%. La tendencia que reconfiguró el escenario económico para los vecinos sin casa propia está en pleno desarrollo, sin dar señales que alienten la esperanza de un cambio. La situación se torna desesperante para un numero de personas que crece con el paso del tiempo y la profundización de la escalada del costo de la vivienda.
En julio de este año, el índice de precios de los alquileres se encareció 8% respecto a junio, con la inflación al 2,1%, y 160% en comparación con julio de 2024, con la inflación en 45,4%. La magnitud de la brecha se mantuvo en esos valores en los últimos meses.
Esta dinámica de los precios golpea a los inquilinos en general y en particular a quienes viven al día con sus ingresos. La significativa presión del alquiler sobre el presupuesto familiar obligó a cambiar drásticamente los patrones de consumo de vastos sectores del universo que conforman los inquilinos. Se vieron forzados a destinar una porción cada vez mayor de sus ingresos a costear el techo, a costa de reducir o eliminar otros gastos esenciales para su bienestar y calidad de vida.
Para la mayoría de las familias sin casa propia, el alquiler representa el gasto fijo más significativo del mes, por encima de servicios, transporte o alimentos. Cuando este costo se eleva a un ritmo que duplica o triplica la inflación mes a mes, el presupuesto familiar se resiente sin excepción.
La ecuación es simple: si una familia destina un porcentaje mayor de sus ingresos al alquiler, inevitablemente debe reducir el gasto en otras consumos. Esto no solo afecta al consumo de bienes y servicios no esenciales, como salidas recreativas, entretenimiento o indumentaria, sino que también ejerce presión sobre la adquisición de elementos básicos.
En general, entre los factores que explican las brechas entre los alquileres y la inflación aparecen la indexación contractual con rezago, que todavía arrastra la inflación alta de 2023; la escasez de oferta formal, acentuada por la preferencia de algunos propietarios por el alquiler temporario; y la inercia propia del sector vivienda, que demora más en acompañar los procesos de desinflación. Nequén le suma a ese combo, el impacto petrolero en la actividad como en el ingreso de la población.
El trayecto de la brecha
La inmensa brecha que se abrió entre la marcha de los precios que enfrentan los inquilinos con la del IPC no es más que una muestra del tamaño de los desequilibrios en la evolución de la inflación entre las divisiones y aperturas de bienes y servicios que componen la canasta de referencia para la inflación general.
Una mirada más profunda sobre la evolución cruzada del índice de alquileres y la inflación en Neuquén entre julio de 2023 y el mismo mes de este año demuestra que el desequilibrio en la variación porcentual mensual es contundente y no deja lugar a dudas. En marzo de 2024 se dispara a un impactante 19,7%, mientras que el IPC se mantenía en un 10,5%. En abril de 2024, los alquileres subieron un 13,2% frente al 8,5% del IPC. En mayo del mismo año, la suba del 15,9% en los alquileres contrastó con el 4,9% de inflación.
El punto de inflexión en el que los alquileres se dispararon se produjo en la segunda mitad del 2024. A pesar de los picos inflacionarios de finales de 2023 (diciembre con 23,2%) y principios de 2024 (enero con 24,5%), el crecimiento de los alquileres ha sido más sostenido y constante en su ascenso, superando consistentemente al IPC en los meses siguientes. En julio de 2024, por ejemplo, la variación mensual de los alquileres alcanzó un 14,8%, casi el triple del aumento del IPC, que fue del 5,2%.
La situación no mejora en el último tramo analizado. El año 2025 exhibe un panorama igual de desafiante para los inquilinos. Mientras que el IPC se modera y presenta variaciones mensuales de entre el 2,9% y el 4%, el índice de alquileres sigue con su marcha ascendente, con subas mensuales del 13% en marzo y del 10,3% en mayo.
Solo a finales de 2024, en septiembre y noviembre, los alquileres mostraron variaciones más moderadas (2,8% y 4,9%, respectivamente), pero la tendencia general es de un aumento que supera con creces el ritmo de la inflación general.
En el espejo de la región
La indexación de los alquileres en Neuquén desde julio del año pasado fue 46,2 puntos porcentuales inferior a la registrada en la región patagónica en su conjunto, que llegó al 206,2%.
La gran diferencia en la velocidad inflacionaria del sector alquileres entre Patagonia y Neuquén prácticamente desaparece si se considera el avance de ambos índices en los que va del año: 78,1% en la provincia y 79,7 en la región.
En términos mensuales, la tendencia se revierte, mientras Neuquén presentó una suba del 8% en los alquileres, la Patagonia arrojó 4,1%.