Neves supera a Rousseff por 45% a 43% para el balotaje

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La encuesta divulgada ayer considera que es un “empate técnico” pues toma en cuenta un 6% a 7% de votos nulos o en blanco.

El candidato opositor a la presidencia de Brasil, el socialdemócrata Aécio Neves, mantiene una ventaja de 2 puntos porcentuales sobre la mandataria Dilma Rousseff en dos encuestas de intención de voto para el balotaje del 26 de octubre, divulgadas ayer.

La firma Datafolha y el Instituto Ibope mostraron a Neves (PSDB) al frente con el 45% de la intención de voto, un punto porcentual menos que en el sondeo del 9 de octubre, mientras que Rousseff, candidata del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), registró el 43%, también un punto porcentual menos que en la encuesta anterior.

Con el margen de error de dos puntos, se considera que ambos candidatos están técnicamente empatados. Los votos blancos o nulos se ubican en 6% y 7% en Datafolha e Ibope respectivamente, mientras que los indecisos se ubicaron en 6% y 4%.

La encuesta Datafolha fue realizada entre el martes y miércoles, el día y el día después del debate televisivo entre Rousseff y Neves con miras a la segunda vuelta.

Ese debate estuvo dominado por el intercambio de acusaciones y hasta calificativos mutuos de «mentiroso», dejando la propuesta en un segundo plano. Rousseff pasó al balotaje liderando la primera vuelta con 41,59% de los votos, seguida por Neves (33,55%).

La clase media se queja en   una región que crece más lento

Montevideo. Desde hace unas semanas un cierto Juan Clasemedia denuncia por internet sus “desventuras” en Uruguay: como él, las clases medias de América Latina se sienten frustradas por la deficiencia de los servicios públicos y preocupadas por su situación en una región que crece más lentamente.

Juan Clasemedia “aunque mande a sus hijos a la escuela pública, igual la educación le sale cara”, “espera tres meses para ver a un especialista” y “cada domingo paga más en el supermercado”, cuenta en un video de dibujos animados publicado en internet.

Este personaje ficticio, que tiene su cuenta de Twitter, fue creado por el pequeño Partido Independiente, que surfea sobre la irritación de esta clase social a poco de las elecciones generales del 26 de octubre.

En 10 años, más de 50 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza y accedieron al apreciado estatus de clase media, con ingresos individuales de entre 10 y 50 dólares por día, según la definición del Banco Mundial.

“Lo que llamamos clase media es un 30 y pico por ciento de la población, que ahora tiene la capacidad económica y el poder adquisitivo de comprar bienes durables, refrigeradores, licuadoras, televisiones, automóviles”, explica el ecuatoriano Augusto de la Torre, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina.

Su emergencia tomó mil y una facetas: desde un boom de las ventas de ciclomotores en el noreste brasileño hasta un éxito de las clases de inglés en línea en Venezuela, sin olvidar el auge generalizado de internet y los smartphones. Pero también creó frustraciones, un mecanismo lógico, según el economista: “El poder adquisitivo se adelanta a la calidad de los servicios públicos”.

“Nuestra vida mejoró, claro que sí”, cuenta Cida Alves, ama de casa brasileña de 46 años, interrogada cerca del gigantesco centro comercial Itaquera de San Pablo. “Pero por ejemplo la salud pública es terrible, nunca hay atención rápida”, comenta.

En junio de 2013, un millón de brasileños salieron a las calles para exigir mejoras en los servicios públicos, una insatisfacción que podría complicar la reelección de Dilma Rousseff en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 26 de octubre.

En Chile y en Colombia, el alto precio de la universidad provocó manifestaciones, y en Venezuela la población protesta por la inseguridad.
La frustración de la clase media podría además aumentar con el enlentecimiento de la economía.

Brasil y Argentina acaban de entrar en recesión y el Fondo Monetario Internacional (FMI) predice un crecimiento regional de 1,3% en 2014, el más débil desde 2009.

Un contexto preocupante para una clase media ya frágil, destaca Olivier Dabène, profesor de la facultad de Ciencia Política en París y presidente del Observatorio Político para América Latina y el Caribe. “No es lo que llamaríamos en Europa una clase media”, precisa, sino “personas que accedieron al empleo formal” y “permanecen en una situación vulnerable pudiendo volver a caer rápidamente en la pobreza en caso de perder un empleo”. “Hemos visto muchos reportajes sobre personas que de golpe pueden comprar una heladera, un ciclomotor, pero lo que menos se dice es que se comprometieron con 12 mensualidades y a veces al cabo de la décima devuelven la mercadería porque no pueden pagarla”, explica.

Fuente: Los Andes