Ni para jugo: los consumidores no tienen plata para comprar y en Entre Ríos están tirando mandarinas
Un productor de Villa del Rosario, dirigente de Federación Agraria, publicó un video que muestra el descarte de miles de kilos de fruta en el basurero municipal
01/07/2024 PROVINCIASUn productor de Villa del Rosario, dirigente de Federación Agraria, publicó un video que muestra el descarte de miles de kilos de fruta en el basurero municipal. La caída de la demanda es tan marcada que las procesadoras trabajan 24 horas y no pueden recibir más
En la zona citrícola de Chajarí, centenares de toneladas de mandarinas del tipo “criolla” pasaron a ser residuos: “La gente no tiene plata suficiente como para comprarlas”, dice el sitio especializado en agroindustria Bichos de Campo, que consideró “indignante” que en la Argentina se haya vuelto a tirar fruta a la basura “por falta de mercado”, y comparó los videos que así lo denuncian con las imágenes de los galpones del Ministerio de Capital Humano “atestados de comida que no se distribuye a los sectores populares que los necesitan”.
El sitio se refiere así a un video que ilustra la situación, compartido en sus redes sociales por Elvio Calgaro, un productor citrícola dirigente de la Federación Agraria y ex presidente de la Federación de Citricultores de Entre Ríos. Muestra un camión descargando miles de kilos de mandarinas en un basurero municipal de Villa del Rosario, una población del noreste de la provincia, cercana a Chajarí. En el vertedero se puede ver el montículo en formación del del jugoso cítrico, pero también muchos otros alrededor con la fruta echándose a perder.
Calgaro fue entrevistado este jueves en el programa Colonia Agropecuaria, de AM550 Radio Colonia, y explicó que en los últimos tres años había un equilibrio entre la oferta y la demanda de fruta por la sequía, refiriéndose a una merma en la producción. “¿Y qué pasó? Llegaron las lluvias, acompañadas justamente con el problema del receso económico que hay. El poder adquisitivo de la gente se cayó, se desplomó, eso es lo que nosotros notamos. Y por lo tanto hay un poco más de fruta pero menos consumo”.
El productor refirió que por simple lógica la mandarina es perecedera. “Llega su momento y si no la consumiste se empiezan a pudrir, entonces no llegan al mercado, no la podés mandar. Y eso que es para muchos de las mandarinas más apetentes, la más rica”, lamentó.
Calgaro refirió que después de la criolla, a la que “no se la pudo sacar en tiempo y forma al mercado”, le siguen otras variedades, pero la situación permanece.
—Están tirando entonces varios productores ahí en tu zona los excedentes de mandarina criolla que no se pudieron colocar en el mercado, porque la demanda bajó bastante por la crisis económica?
—Exactamente, exactamente.
La libertad de no poder vender y no poder comprar
Hace dos años, en julio de 2022, uno inédito temporal del granizo generó severos daños en las zonas urbanas y malogró parte de las cosechas en las zonas rurales. El femómeno fue especialmente destructivo en la zona de Chajarí. Ahora la tormenta que enfrentan los productores es el programa económico del gobierno de Javier Milei.
Calgaro contó que una opción que tienen ante un derrumbe de la demanda es enviar la fruta de descarte a las fábricas de jugo. Pero ahora las jugueras “están saturadas”, y además le dan prioridad al procesamiento de naranjas para jugo, que es un producto que está cotizando bien en los mercados externos. Y refirió que la cooperativa que integra tiene una planta de procesamiento pero la capacidad está saturada: “Hay mandarina y está trabajando las 24 horas la fábrica. Hay muchos productores que vienen a tratar de salvar, qué sé yo, el costo del gasoil”, describió el ruralista.
Y ratificó que mientras el combustible “aumenta y aumenta”, los productores no logran ni siquiera solventar ese costo con las plantaciones, al igual que los impuestos. “Lo peor le puede pasar a un productor es ver tirar su producción, porque detrás de cada mandarina hay mucho esfuerzo, mucho sacrificio”, se quejó.
“Se hicieron los gastos de cosecha –continuó Calgaro–. Incluso alguno tuvo algunos días en cámara para aguantarla, a ver si podía evitar tirarla. Pero bueno, no hay salida y se vienen otras variedades, y hay que tirarlas”.
También refirió que hay fruta que permanece todavía en los árboles, pero con las nuevas heladas de este fin de semana es difícil que subsistan: “Creo que seguramente va a ayudar a que se vayan al piso”.
—-¿Cuánto puede aguantar una vez cosechada la mandarina al menos hasta que sea procesada?
—No podés aguantar todo eso, tiene que llegar y ser exprimido. Y cuando vos ves que están las colas de camiones y de camionetas, con los acopladitos, con todo el mundo queriendo entrar a salvarse, se complica el panorama. Entonces, hay que poner cupo, darle la posibilidad a que todos los productores puedan entregar un poco de fruta. En los últimos años acá se hicieron prácticamente cuatro o cinco fábricas en la región, pero están todas saturadas.
Calgaro apunta que el mercado de mandarinas se distribuye un 70% para el consumo en fresco, un 20% para la industria y solo 10% para la exportación. Y explica: “La fábrica está preparada para absorber ese 20%, pero no para que te llegue un 50% de la producción”, que es la que no se pudo colocar en el mercado fresco.
Y reveló que aunque el video muestre una parte de la planta de tratamiento de residuos del municipio de Villa del Rosario, “tranqueras adentro, en muchas de las propiedades” los productores tienen depósitos, “y ahora son residuos”. Hay –dijo– “montones de fruta en las propiedades”.
Calgaro concluyó que la cosecha de los productores citrícolas, que antes se acotaba a tres meses, ahora se extiende a nueve meses: “Hay variedades que prácticamente se juntan con las otras. Cada vez hay más variedad y el ciclo es prácticamente todo el año. Pero se vino abajo, se vino muy abajo. Veníamos bastante bien, y comenzó a desplomarse”.
Y cerró: “Notamos que hay un problema serio en el consumo, no hay fuerza. Porque si hoy te pagan 150 pesos un kilo, a la fábrica ya no le están cerrando los números tampoco a 150. Enfrente tenés un litro de gasoil que en el interior vale 1.300 pesos. ¿Cuántos kilos necesitas de mandarina para comprar un litro de gasoil? Y bueno, estamos complicados, porque aparte se suman todos los costos”. El temor principal, concluye, es que la situación se extienda a otras producciones y sobre todo, “que se prolongue en el tiempo”.