Nuevo Alberdi, Rosario: «No hace falta que me cuenten las necesidades del barrio, las sé porque las vivo»

Yuliana Ayala hace radio desde Nuevo Alberdi y detrás del micrófono acompaña el proceso de urbanización de la zona. A principios de junio, la Legislatura la distinguió con el premio Alfonsina Storni junto a otras periodistas de la provincia

Yuliana Ayala hace radio desde Nuevo Alberdi y detrás del micrófono acompaña el proceso de urbanización de la zona. A principios de junio, la Legislatura la distinguió con el premio Alfonsina Storni junto a otras periodistas de la provincia

Yuliana Ayala, «Yuli» como le dicen en Nuevo Alberdi, lo dice sin muchos dobleces: «Yo no necesito que me cuenten cuáles son las necesidades del barrio, yo las sé porque las padezco y las vivo». Quizá por eso, su voz detrás del micrófono se convirtió en un actor esencial para el proyecto radial que se puso en marcha en plena pandemia junto a Ciudad Futura para sostener los lazos entre los vecinos, pero sobre todo para acompañar el proceso de urbanización en el barrio, allá en ese noroeste de la ciudad, cuando dejó de ser solo un anhelo para de a poco pasar a ser acciones concretas. Desde el programa 18, Yuli, nacida en Quitilipi, Chaco, rosarina por adopción, militante y primera generación de su familia con acceso a la Universidad Pública, es parte de esas voces que Nuevo Alberdi, pero también en otros barrios populares de la ciudad, se escuchan todos los sábados, de 12 a 16, a través de la FM 99.9 o a través del YouTube. Y ese trabajo es el que en las últimas semanas la Legislatura provincial le distinguió a través de la entrega del premio «Alfonsina Storni».

Yuli llegó al barrio a los 11 años. Tiene recuerdos claros del Chaco, desde donde vino con su hermana de 16 y sus padres -otro hermano nació ya en Rosario-, pero también registra el proceso de transformación de la zona rural de Nuevo Alberdi de los últimos años, esos que lleva viviendo allí.

En ese barrio semirural, que se convirtió el centro de su vida y la de su familia, comenzó a acercarse a Ciudad Futura y la comunicación comenzó a llamarle la atención. «Me acerqué por curiosidad», dice la adolescente que a poco de comentar esa inquietud tuvo el micrófono abierto y desde entonces es parte de «Aquí y ahora Nuevo Alberdi».

«Empecé en el programa 18, vamos por más del 70 y nunca me fui», cuenta orgullosa no solo de los relatos del barrio y las historias y necesidades de los vecinos que lleva a la radio, sino además de «la posibilidad de aprender y de hacer de todo. Porque todos hacemos de todo y hasta he conducido el programa sola», señala.

Por esa labor periodística de cada sábado, la Legislatura santafesina le otorgó el premio Alfonsina Storni, un galardón que entrega la Cámara de Diputados y Diputadas y que tuvo origen en una iniciativa del bloque Socialista para conmemorar el natalicio de la escritora y periodista.

«Fue muy loco saber que me entregaban también a mí, que valoraban mi trabajo cuando entre las premiadas había periodistas de verdad, gente que yo conozco», dijo sin ocultar la sorpresa incial de aparecer en la nómina junto a Bárbara Favant, Flavia Campeis, Virginia Giacosa, Carina Bazzoni y Celina Mutti Lovera, entre otras.

Un barrio en transformación
Cuando los Ayala llegaron de Quitilipi, y así lo recuerda, Yuli «esta era una zona bien bien rural», dice en referencia a Nuevo Alberdi, esa zona que se llega cruzando ese límite que marca la Circunvalación y adentrándose al oeste por avenida Bouchard hasta ese sector de la ciudad que hace dos décadas supo ser noticia por la violencia de las inundaciones que se producían en la zona.

«Uno de los cambios más grandes del último tiempo y más notable en esta zona rural fue durante la pandemia, donde lo que pasó es que mucha gente de otros barrios compraron terrenos en la zona y ya ahora se ve casi como otros barrios, no tan rural», cuenta la adolescente.

Se pavimentaron algunas calles, se empezaron a llevar los servicios fundamentales, como el agua, y si bien persisten los vecinos que viven de la ladrilleraría y que crían animales, el paisaje ya es otro.

«El que viene tiene respeto por esas tradiciones del barrio, pero la cosa fue cambiando», insiste y remarca el fuerte trabajo social que se lleva adelante desde los merenderos y que incluso se sostuvo durante la pandemia, ese momento donde también la radio comenzó a ser una forma de comunicar y comunicarse ante las indicaciones de aislamiento.

Sin embargo, lo que Yuliana señala sobre todo «son esas necesidades que tiene Nuevo Alberdi y que tienen todos los barrios populares de Rosario, que son los servicios fundamentales como la luz y el agua, además de la seguridad» y agrega: «La gente no puede vivir sin eso y poder llevar esa situación de la gente y esas historias a la radio, está bueno porque yo no necesito que me cuenten cuáles son las necesidades del barrio, yo las sé porque las padezco y las vivo».

Lograr esos servicios y la transformación del barrio, la posibilidad de avanzar la urbanización de la zona, comenzó con el censo de las familias a través del Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). Entre la militancia en Ciudad Futura y la apoyatura del programa de radio, Yuli fue parte de ese proceso que «no prometía nada», aclara, pero que sí le contaba a los vecinos qué era lo que querían hacer la zona.

Acompañar a los vecinos
Lo cierto es que cuando más que un anhelo la urbanización pasó a ser una posibilidad real y acciones en el barrio con la aprobación del Concejo Municipal del proyecto, la radio se convirtió en una herramienta fundamental para organizar a los vecinos y la voz de «Yuli» fue y sigue siendo parte de ese proceso de acompañamiento que permite avanzar buscando los consensos.

«El objetivo es que todos tenga toda la información disponible y ahí es donde la radio sirve como un ida y vuelta, evita las tensiones la gente se saca todas las dudas que tiene, se la consulta, se les dice dónde en el mismo barrio pueden preguntar y así», cuenta a La Capital.

Que fuera a suceder y no quedara en nada, si las obras significarían el acceso al agua y qué tipos de cambios se darían en el barrio eran de las preguntas más frecuentes de los vecinos, cuenta la joven, que además indica que muchos de los cambios a concretar, incluso, se resuelven en espacios de consulta barrial de cara al proyecto que conlleva diferentes etapas y que incluso está pensado a 10 años.

«Vamos trabajando día a día, ya llevamos el agua a algunas manzanas como la 33 y 34, pero ahora se va a empezar a ver mejor», dice en relación al proyecto aprobado en julio del año pasado y de cara a las licitaciones que esperan resolverse para los trabajos de mayor envergadura y que tendrán alto impacto en el barrio.

Sin embargo, Yuli sabe todo lo que falta. Sabe que los chicos del barrio hace más de 30 años que esperan no tener que cruzar ni la ruta 34 ni las vías del ferrocarril para poder ir a la escuela y que si bien ya fue anunciada la construcción de una escuela en la zona, aún el problema no termina de resolverse.

Quizá por eso, además de la radio, Yuliana que es la primera de su familia en acceder a la Universidad, busca algo más que comunicar y este año comenzó a cursar la carrera de Ciencia Política en la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

«Me cuesta» reconoce, pero garra es lo que le sobra: «No me va a ganar, porque es cansador, hay un montón de contenido y se me hace difícil, pero ver el trabajo de mis compañeros y mirar lo que proyecto para mi vida, me devuelve las ganas».

Fuente: La Capital