OIT: La desigualdad de ingresos retrasa la recuperación de la economía mundial
21/01/2015 EL MUNDO
La Oficina Internacional del Trabajo (OIT) señaló que “las desigualdades en los ingresos han aumentado, y retrasan la recuperación mundial de la economía y el empleo”.
“En promedio, en los países sobre los que se dispone de datos, el 10% más rico gana un 30-40% de los ingresos totales; en cambio, el 10% más pobre gana alrededor del 2% de los ingresos totales”, precisó el organismo en su informe sobre “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2015”.
Según la OIT, en algunas economías avanzadas en las que tradicionalmente las desigualdades han sido muy inferiores a las de los países en desarrollo, la disparidad en los ingresos “ha empeorado rápidamente después de la crisis y, en algunos casos, se está acercando a niveles registrados en algunas economías emergentes”.
A la vez, “en economías emergentes y en desarrollo donde, en general, las desigualdades han venido disminuyendo, los niveles se mantienen elevados y el ritmo de mejora se ha reducido considerablemente”.
“Algunos de estos acontecimientos obedecen a la reducción durante los últimos años de los puestos de trabajo rutinarios que requieren calificaciones medias”, interpreta el informe.
Esto, añade, “se ha producido paralelamente a la demanda creciente de puestos de trabajo en los extremos superior e inferior de la escala de calificaciones”.
En consecuencia, “trabajadores relativamente formados que solían ocupar estos puestos de trabajo que requerían calificaciones medias, se ven ahora cada vez más obligados a competir por ocupaciones que requieren pocas calificaciones”.
Tales cambios ocupacionales, indica la OIT, “han configurado pautas de empleo y también han contribuido a ampliar las desigualdad en los ingresos registrada durante los últimos decenios”.
Las crecientes desigualdades, por otra parte, “han socavado asimismo la confianza en los gobiernos”, que ha venido disminuyendo “con particular celeridad en países del Oriente Medio y de África del Norte, aunque también en economías avanzadas, Asia Oriental y América Latina”.
“Cuestionamientos de esta magnitud, en particular si van acompañados por un estancamiento o unareducción de los ingresos, pueden contribuir al malestar social”, alerta la OIT.
Añade que “los países que registran tasas altas o rápidamente crecientes de desempleo de los jóvenes son especialmente vulnerables a ese malestar social”.
Frente a este “panorama turbulento”, el organismo propone “impulsar la demanda agregada y la inversión, inclusive mediante políticas laborales, de ingresos, empresariales y sociales”.
Además, señala, “los sistemas crediticios deben reorientarse para apoyar la economía real, en particular las pequeñas empresas”.
“También hay que afrontar las persistentes vulnerabilidades sociales vinculadas a la frágil recuperación laboral, principalmente el elevado desempleo de los jóvenes, el desempleo de larga duración y el abandono del mercado de trabajo, sobre todo entre las mujeres”.
Por eso, concluye la OIT, “es preciso emprender reformas del mercado de trabajo inclusivas con objeto de apoyar la participación, promover la calidad del empleo y actualizar las calificaciones”.