Otra vez una multitud marchó en Rosario por seguridad y justicia
Encabezados por familiares de víctimas, reclamaron a los tres poderes del Estado cambios urgentes en la provincia
09/09/2016 MUNICIPIOSEncabezados por familiares de víctimas, reclamaron a los tres poderes del Estado cambios urgentes en la provincia
Como hace dos semanas, una multitud volvió a marchar anoche en Rosario en reclamo de seguridad y justicia. Una manifestación contundente de hartazgo social frente a la ola de violencia que vive la ciudad, por segunda vez en una quincena. Todo un dato. Otra vez miles de rosarinos se concentraron en Tribunales y se movilizaron hasta la delegación local de la Gobernación, donde interpelaron a los tres poderes del Estado por la creciente inseguridad. Esta vez se notó más bronca y menos paciencia con las autoridades provinciales a lo largo de una manifestación más atomizada, encabezada por familiares de víctimas.
La de anoche fue otra marcha masiva, apenas algo menos multitudinaria que la del 25 de agosto pasado. Por la cercanía temporal con la anterior movilización y sin que medie un hecho conmocionante se convirtió en una victoria política para los organizadores, familiares de víctimas y los miles de ciudadanos anónimos que volvieron a copar el centro de la ciudad.
Bajo la consigna «Rosario Sangra», miles de vecinos se fueron sumando silenciosamente y en paz a la convocatoria. Lo hicieron de a poco, tanto que a las 19.30, el horario de inicio de la concentración, se notaba bastante menos gente que dos semanas atrás.
En cada esquina, en cada intersección, la columna de la protesta se iba engrosando. Aplausos, sirenas de megáfonos y dos pedidos concretos se escuchaban en el caminar de la multitud: seguridad y justicia, en ese orden.
«De pie, de pie, Rosario y Santa Fe», cantaban algunos buscando sumar al resto de la provincia en el reclamo. «Cuidado, cuidado, el pueblo está enojado», planteaban otros en tono de advertencia.
La marcha estuvo repleta de afiches, pancartas y remeras con los rostros de cientos de víctimas de la inseguridad, fallecidos en los últimos años en Rosario. Imágenes sostenidas por sus familiares, llenos de angustia por la pérdida irreparable y el poco avance de las investigaciones judiciales.
En la primera línea de la movilización se ubicaron familiares de Leonel Iván Mafud, un muchacho de 26 años asesinado a tiros tras una oscura persecución de la que participaron varios patrulleros del Comando Radioeléctrico.
Aquel crimen, que tiene siete policías imputados, ocurrió justo el 8 de septiembre de hace dos años atrás. «Es muy especial para nosotros que coincida la marcha con el segundo aniversario del asesinato de Iván, un claro caso de gatillo fácil», dijeron.
En el recorrido, desde los balcones, en las esquinas bajaba adhesión de los rosarinos al reclamo. Esta vez ya no era sorpresa como hace dos semanas atrás. Más bien la confirmación del hastío colectivo.
Al llegar a la plaza San Martín ya había cientos de rosarinos esperando. Muchos tacheros, que esta vez esperaron frente a Gobernación a las columnas que marcharon por calle Moreno.
En las escalinatas de la ex Jefatura se ubicaron los familiares de las víctimas. Algunos gritaban los nombres de los fallecidos que eran acompañados de un sentido «presente».
Más atomizada que la concentración de fin de agosto, esta vez no hubo discursos que se sucedieron sino que abundaron los megáfonos con oradores desorganizados.
«¿Pullaro dónde está? «¿Y Lifschitz dónde está?», preguntaban algunos cantando en alusión al ministro de Seguridad y al gobernador de la provincia. La respuesta fue un fortísimo «que se vayan», que denotó una notoria falta de paciencia con las autoridades provinciales.
Entrada la noche, en medio de las cámaras de los canales de cable y televisión abierta porteña que esta vez le dieron cobertura nacional al acontecimiento, las familias empezaron a desconcentrarse.
Hubo momentos aislados de tensión cuando unos pocos familiares de víctimas intentaron ingresar con cierta violencia al edificio. Pero la multitud los contuvo.