Países de los Balcanes aprueban plan para frenar a refugiados

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Eslovenia, Serbia, Macedonia y Grecia acordaron medidas para aumentar la vigilancia y mejorar la seguridad en Europa

Algunos de los países de la ruta de los Balcanes por los que pasan los refugiados de camino a Europa occidental acordaron hoy medidas conjuntas para frenar el flujo de refugiados y aumentar la vigilancia para mejorar la seguridad, luego de los ataques que sufrió París el viernes último, informó hoy la agencia de noticias eslovena STA.

Funcionarios de los ministerios del Interior de Eslovenia, Serbia, Macedonia y Grecia reunidos en el balneario de Brdo, en Eslovenia, acordaron mejorar la identificación, supervisión e intercambio de datos para mejorar la seguridad y la planificación de la acogida a los refugiados, pero no especificaron cuándo comenzarán a aplicar las medidas.

«Cada país en la ruta de los migrantes enfrenta sus desafíos por su cuenta. Pero eso sólo lleva a soluciones parciales», señaló la ministra del Interior eslovana, Vesna Györkös Znidar, en una rueda de prensa tras el encuentro, en el que no estuvo representado Croacia.

Precisamente el ministro del ramo croata, Ranko Ostojic, pidió por su parte al comisario de Migración de la UE, Dimitris Avramopoulos, que convoque un encuentro de ministros del Interior de los Balcanes que incluya también a Bulgaria, Rumanía y Hungría.

Los países de tránsito por los que pasan los refugiados temen además verse sobrepasados si Alemania y otros países de destino ponen freno a la entrada de refugiados y éstos se acumulan en su territorio.

Levantar vallas

Eslovenia y Macedonia comenzaron también a levantar vallas en sus fronteras del sur, después de que Hungría lograra desviar la ruta de los refugiados hacia Eslovenia tras levantar vallas en sus fronteras con Serbia y Croacia.

«Si Alemania y Suecia cierran sus frontera a los refugiados, Serbia tendrá en pocos días a 20.000 en su país», dijo el primer ministro, Aleksandar Vucic, durante una visita a un campamento de registro en Presevo, en el sur del país, acompañado del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, António Guterres. «Pero ni siquiera en este caso levantaremos vallas», aseguró.

Por su parte, ACNUR también advirtió hoy del peligro de convertir a los refugiados en chivo expiatorio tras los atentados terroristas de París de la noche del viernes en los que murieron 129 personas. «Estamos preocupados por las reacciones al respecto», dijo la portavoz de la organización, Melissa Fleming, en Ginebra.

Quien rechaza refugiados sirios sólo le está haciendo el juego a los grupos extremistas como el Estado Islámico, dijo Fleming. «Muchos de ellos huyeron del extremismo y el terrorismo, precisamente de esas personas que están detrás de los atentados de París».

También el jefe de gobierno checo, Bohuslav Sobotka, advirtió de que los atentados despiertan la hostilidad contra los refugiados. «Nuestra ira debe dirigirse contra los radicales islamistas bien organizados que asesinaron en París, no contra los refugiados», pidió hoy en Praga. Los refugiados «fueron expulsados de sus país por la violencia religiosa y étnica que extienden los mismos fanáticos asesinos» que perpetraron los ataques en París.

Crítica de Amnistía Internacional

de La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) criticó también este martes la política de los países de la Unión Europea para con los refugiados. Con su «política de cercos» y de aislamiento, la UE pone en riesgo la vida de los refugiados. La estrategia de convertir en una «fortaleza a Europa» no contribuye a detener la avalancha de refugiados. Las vallas sólo desvían a la gente hacia otros caminos por tierra o peligrosas rutas por mar, señala. Desde el 10 de noviembre de este año han muerto casi 3.500 personas en el Mediterráneo.

Precisamente hoy al menos nueve refugiados, entre ellos cuatro niños, murieron ahogados en el mar Egeo tras naufragar su embarcación cerca de la isla griega de Cos, informó la guardia costera.

Mientras tanto llegaron a Reino Unido los primeros refugiados sirios en el marco del programa que prevé la reubicación de unos 20.000 refugiados que viven en campamentos de la ONU en los próximos cinco años.

Unos 100 refugiados a bordo aterrizaron hoy en la ciudad escocesa de Glasgow, sin que el gobierno haya anunciado el número exacto. Un portavoz del primer ministro David Cmaeron aseguró que los funcionarios realizaron estrictas comprobaciones de seguridad antes de permitirles abordar el avión.

Cameron fue muy criticado en septiembre por no aceptar formar parte del programa de reubicación de refugiados en Italia y Grecia y después anunció que acogería a sirios directamente desde los campos de refugiados.

Fuente: Sin Mordaza