El Papa pidió a toda Europa que reciba a refugiados

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Francisco reclamó que los países den asilo de forma equitativa a los ciudadanos que huyen de la guerra y la violencia.

Tras reunirse ayer con el presidente argentinoMauricio Macri , el papa Francisco exhortó hoy a los países europeos, muy divididos por el flujo masivo de migrantes, a buscar una respuesta unánime y a «repartirse equitativamente el peso» de su acogida.

El Sumo Pontífice habló durante el Ángelus celebrado en la Plaza San Pedro del Vaticano y elogió a «Grecia y otros países que están en primera línea» aportando «una ayuda generosa, que requiere la cooperación de todas las naciones».

«Mi oración, y desde luego la de ustedes, tiene siempre presente el drama de los prófugos que huyen de las guerras y de otras situaciones inhumanas», dijo a los fieles reunidos bajo una fina lluvia.

«Una respuesta coral puede ser eficaz y distribuir equitativamente los pesos», dijo Francisco refiriéndose a las discusiones entre países europeos. «Por ello es necesario apuntar con decisión y sin reservas a las negociaciones», agregó Francisco, refiriéndose a las diferencias entre los países de la Unión Europea.

Además, el Papa se congratuló por el alto el fuego en Siria, que hoy entró en su segundo día. «He recibido con esperanza la noticia acerca del cese de las hostilidades en Siria, y los invito a todos a rezar para que este resquicio pueda dar alivio a la población sufriente y abra el camino al diálogo y a la paz tan deseada», dijo.

Francisco hizo alusión al derecho de los migrantes a buscar una vida mejor uno de los temas mayores de su pontificado, como tuvo ocasión de recordarlo en su reciente viaje a México. Al mismo tiempo, afirmó que los migrantes deben respetar las leyes de los países que los reciben y que las causas de la migración deben ser resueltas en los países de origen.

«Dios no permite las tragedias para castigar las culpas. Y afirma que esas pobres víctimas no eran para nada peor que los otros. Más bien, Él invita a extraer de estos hechos dolorosos un advertencia que involucra a todos, porque todos somos pecadores», agregó el Papa.

«También hoy, frente a ciertas desgracias y hechos luctuosos, puede venirnos la tentación de ‘descargar’ las responsabilidades sobre las víctimas, o sobre Dios mismo. Pero el Evangelio nos invita a reflexionar: ¿qué idea de Dios nos hicimos? ¿Estamos convencidos de que Dios es así, o esa no es más bien una proyección nuestra, un Dios hecho a nuestra imagen y semejanza?», se preguntó.

«Jesús, por el contrario, nos llama a cambiar el corazón, a hacer una inversión radical en el camino de nuestra vida, abandonando los compromisos con el mal, las hipocresías, para invocar decididamente el camino del Evangelio. Pero de nuevo la tentación de justificarnos: ‘¿De qué cosa deberíamos convertirnos? ¿No somos en conjunto buena gente, no somos creyentes, también bastante practicantes?'», agregó.

Muchos cristianos y católicos, por ejemplo en los países del este de Europa o en Estados Unidos, son reacios a recibir un número importante de migrantes, por temor a la pérdida de la identidad nacional o del bienestar económico.

Fuente: Sin Mordaza