Paro docente y miles de estudiantes en las calles contra Bolsonaro

Primera gran protesta desde que asumió el mandatario, que contestó: llamó "idiotas útiles" sin "nada en la cabeza" a los jóvenes

Primera gran protesta desde que asumió el mandatario, que contestó: llamó «idiotas útiles» sin «nada en la cabeza» a los jóvenes

Miles de estudiantes y profesores brasileños salieron ayer a las calles en rechazo a los recortes presupuestarios en educación instrumentados por el gobierno de Jair Bolsonaro.

El anuncio de una reducción de 30% en el presupuesto discrecional de las universidades federales, suma utilizada entre otras cosas para el pago becas de investigación, disparó los reclamos en todo el país.

Varios sindicatos de maestros y empleados de colegios y universidades se adhirieron a la jornada de protestas, que afectó a muchas universidades y escuelas donde no hubo actividades.

“Bolsonaro… La juventud no le tiene miedo!”, se convirtió en el grito de guerra de miles de jóvenes, maestros y familias que desbordaron la Avenida Paulista, en las inmediaciones del Museo de Arte de Sao Paulo.

Carolina Ponce, estudiante de arquitectura de 20 años, dijo que los brasileños sienten “rabia y frustración” por la decisión de Bolsonaro de “atacar” a la educación. “Muchas personas inteligentes y preparadas se están quedando sin trabajo debido a los recortes. Este gobierno disminuye la inversión porque quiere acabar con el pensamiento crítico de la población”, dijo.

El gobierno de Bolsonaro enfrentó ayer la primera gran protesta con demostraciones en todo el país desde que asumió el poder, el 1 de enero.

Pese a la expresividad del reclamo, el presidente salió al cruce de los manifestantes, a quienes llamó “idiotas útiles”.

“La mayoría (de los manifestantes) es militante, no tienen nada en la cabeza. Si le preguntas la fórmula del agua no la saben, son unos idiotas útiles e imbéciles que son usados como margen de maniobra de una minoría que compone el núcleo de muchas universidades en Brasil”, dijo el presidente, quien se encuentra en Dallas, Estados Unidos, para recibir un premio.

Marianna Dias, presidenta de la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE) y una de las líderes de la protesta, respondió a la provocación: “Idiota es quien decide que el porte de armas es más importante que invertir en la educación”.

La dirigente de la UNE calificó las protestas como un éxito y aseguró que espera que el gobierno revise su decisión. “Es un día histórico. Los jóvenes le dimos un recado muy grande a Bolsonaro. El pueblo no va a dejar pasivamente que le recorten sus derechos”, dijo Dias a la AP.

Además de Sao Paulo, Rio de Janeiro, Brasilia y las principales ciudades del país fueron escenario de masivas movilizaciones.

Poco después de anunciar los recortes presupuestarios, el ministro de Educación, Abraham Weintraub, había dicho en una entrevista con el diario Estado de Sao Paulo que las universidades que promueven “alboroto” y “eventos ridículos” dentro de sus campus tendrían el presupuesto recortado.

En principio iban a ser solamente tres las universidades afectadas, pero la medida se extendió a todas las instituciones federales y algunos colegios. Los recortes alcanzan unos 1.800 millones de dólares del presupuesto educativo.

El ministro de Economía, Paulo Guedes, dijo en la víspera que la economía brasileña está “en el fondo del pozo”, por lo que podría haber nuevos recortes en el presupuesto nacional, aunque no aclaró en qué áreas.

Para muchos profesores y estudiantes los recortes son una represalia al posicionamiento de algunas universidades federales contra Bolsonaro durante la campaña presidencial del año pasado.

Paulo Buckup, investigador del Museo Nacional que depende de la UFRJ y fue devastado por las llamas en septiembre pasado, ya padece el efecto de los cortes.

Desde marzo están frenadas las investigaciones sobre la diversidad molecular de peces brasileños, tema en que se especializa. Según Buckup, en parte se debe a la falta de recursos para pagar al equipo de becarios. “Es muy lamentable la situación, Brasil nunca va a poder desarrollarse sin ciencia, tecnología ni educación”, señaló.

Concejal Bolsonaro

Uno de los hijos del presidente, el concejal Carlos Bolsonaro, afirmó que hay un movimiento político que pretende derrocar al mandatario. “Lo que está por venir puede derrocar al capitán”, dijo en Twitter el concejal de Río de Janeiro. Se refería a que el 3 de junio vence en el Congreso el decreto provisorio que organiza el organigrama estatal. En caso de que no se apruebe, Brasil deberá volver a los 29 ministerios de la gestión de Michel Temer.

Fuente: La Capital