Perú: el referente económico de Castillo propone un plan moderado de reformas

El economista Pedro Francke descarta nacionalizaciones de mineras y de las jubilaciones privadas, pero sí plantea más impuestos a las ganancias del cobre y aranceles para proteger la agricultura andina

El economista Pedro Francke descarta nacionalizaciones de mineras y de las jubilaciones privadas, pero sí plantea más impuestos a las ganancias del cobre y aranceles para proteger la agricultura andina

Ante la inminente consagración del maestro rural de izquierda Pedro Castillo como presidente del Perú, los mercados locales se desplomaron, la moneda se devaluó y comenzó una fuga de capitales del país andino. Es que Castillo expresa a la izquierda más radical, y difiere mucho de los partidos de perfil socialdemócrata que han gobernado en la región, como la socialista chilena Michelle Bachelet. Castillo se presenta más cerca de Evo Morales y Rafael Correa, y esto causa temor no solo entre grandes empresarios sino en la casi mitad del país que votó por su adversaria, Keiko Fujimori. Para aventar estos temores y la ola de fuga de capitales, el principal economista del equipo de Castillo, Pedro Francke, salió a tranquilizar al sector privado. “No habrá estatizaciones, ni expropiaciones, ni controles de precios. Nos hemos puesto un poquito más a favor del mercado”, declaró en una entrevista. Y agregó que su modelo de referencia es el Uruguay.
Francke, un economista y profesor universitario de 60 años, tiene llegada a los círculos empresariales .Fue funcionario de alto nivel en los gobiernos de los presidentes Alejandro Toledo y Ollanta Humala. Ha suavizado muchas de las radicales propuestas iniciales de Castillo en una entrevista con el enviado del diario español El País.

Francke relativiza al Castillo de la campaña electoral, en especial el de la primera vuelta. Atacaba la inversión extranjera y llamaba a proteger el mercado nacional con aranceles. Las mineras, decía el maestro rural, tenían los días contados. Ahora, pasada la segunda vuelta, Francke cree que “todo eso lo dijo cuando no tenía una candidatura muy fuerte”. Efectivamente, hasta casi el final de la campaña de primera vuelta, Castillo era un candidato más entre muchos, sin destacarse de un confuso pelotón de postulantes.

El profesor de escuela rural logró la victoria electoral (que aún debe ratificarse o confirmarse por la revisión de cientos de actas electorales objetadas) de la mano de un partido que se declara marxista-leninista, Perú Libre. También tuvo vínculos estrechos con el brazo político de Sendero Luminoso, nada menos, el Modafe.

De nacionalizar a poner un impuesto
Pero, según Francke, Castillo se moderará si llega a presidente, como todo indica que ocurrirá. Esa revisión de contratos de las transnacionales o unas hipotéticas nacionalizaciones se han convertido en un impuesto nuevo a los beneficios de las mineras. Algo que el presidente Humala planteó y los empresarios rechazaron. Él cree que ahora el momento es distinto. “La diferencia es que el precio del cobre, nuestra principal exportación, está muy alto y los analistas internacionales dicen que esto tiene para rato. Hay unas razones como el crecimiento de China, la política de Joe Biden y un cambio tecnológico fuerte por mucha demanda hacia el cobre por la electricidad. Calculo que las empresas, solo en el cobre, tienen 9.000 millones de dólares adicionales de ingresos. Entonces el Perú puede decir: ‘compárteme un poquito más”.

Francke ve al empresariado abierto a esa negociación. Por ejemplo, a Roque Benavides, uno de los grandes empresarios mineros del país. “Ha declarado públicamente que sí, que efectivamente hay que entender las condiciones. Se puede negociar. Se están quedando con más de 5.000 de lo que habían pensado”, añade. Y aclara: “Eso es ponerles un impuesto, pero en el sentido de quitarles su propiedad, pues no”.

El plan de «nacionalizaciones» de las mineras podría ser así similar al que aplicó en 2006 Evo Morales a las petroleras. Lo llamó «nacionalización», pero de hecho fue una renegociación de contratos. Algunas multinacionales se fueron, pero otras, la mayoría, se quedaron en Bolivia, aceptando pagar más dividendos al Estado.

Reforma constitucional
En su primer debate con otros candidatos, Castillo aseguró que plantearía redactar una nueva Constitución. Eso implica un largo proceso para lograr una mayoría en el Congreso poco probable, llamar a un referéndum y convocar una Asamblea Constituyente. ¿Qué quiere decir exactamente cuando dice que el Gobierno debe tener mayor poder sobre la economía? “La actual Constitución”, explica Francke, “tiene algunos candados que dificultan tomar algunas medidas. Dice que la inversión extranjera tiene los mismos derechos que la inversión nacional. Ninguna constitución del continente americano tiene un artículo como ese”.

El gurú económico de Castillo cree que el texto constitucional de 1993 tiene un sesgo ideológico. “Si gana la izquierda, que pueda aplicar políticas de izquierda. Con algunos límites, por supuesto. Como, por ejemplo, la autonomía del Banco Central de Reserva. Sí, eso debe mantenerse porque es el equilibrio de poderes, pero también porque es el manejo global de las instituciones de la economía. Pero con estas otras cosas, yo no entiendo por qué es positivo que una Constitución te diga que la inversión extranjera tiene que ser igual que la nacional”, defiende.

El dólar alcanzó su máximo histórico en Perú tras la victoria de Castillo. Ahora parece haberse estabilizado. La visibilidad de Francke ha sido clave para que así sea. El economista asegura que el salario mínimo no se tocará por el mal momento que viven las empresas con la pandemia. No se eliminará el sistema privado de jubilaciones, como había insinuado Castillo y había hecho temer a algunos trabajadores por el futuro de sus ahorros. Eso sí, se intentará reformar porque considera que el de ahora es ineficiente.

Aranceles para proteger la papa
Sobre aplicar aranceles a determinados productos es algo que no descarta, como en el caso de la papa. Es raro el mitin en el que Castillo no aludiera a que las papas de los productores peruanos se pudrían porque no podían darles salida. “Tendría que haber un límite razonable. No volveríamos a los años 70, cuando el arancel era de 70%, por los tratados internacionales que tenemos y porque no es conveniente. Pero importamos 30.000 toneladas de papas congeladas. Perú con un poquito de esfuerzo podría producirlas él mismo”.

Los peajes que cobra Odebrecht
También se ha hablado de revisar las condiciones de los peajes de rutas y autopistas. El asesor económico dice que eso todavía está por estudiarse. “Hay una gran molestia no por las concesiones, sino porque hay corrupción ahí. A mí la verdad como que me arde que yo paso por uno y sé que el 25% de lo que pago es para Odebrecht(la constructora brasileña protagonista del Lava Jao que en Perú compró a decenas de altos funcionarios para ganar concesiones de obras públicas). “Colmaron (de coimas) a todos los expresidentes, echaron un montón de plata. Y resulta que yo cada vez que voy le pago. El tema es complejo porque ahora colaboran (con la justicia, lo que ha derivado en acusaciones, como la de la propia Keiko Fujimori) y hay limpieza, pero honestamente me parece fastidioso. Y se amparan en el contrato firmado, bueno sí, pero el contrato lo conseguiste porque diste plata. No es un contrato limpio. En fin, hay que verlo con cuidado”, comenta Francke, en un tono que parece muy lejano del volcánico revolucionario usado por Pedro Castillo durante la campaña.

El profesor Francke suena como próximo ministro de Economía de Castillo. A menudo se acusa a Castillo de pretender iniciar el mismo camino de estatizaciones que en su día emprendieron Cuba y Venezuela. ¿Puede asegurar Francke que eso no ocurrirá en Perú? “Por supuesto, no tiene ningún sentido”. Y añade: “De las experiencias latinoamericanas a mí me gusta más la uruguaya. Aunque Uruguay tiene una estructura económica y política muy distinta a la nuestra. Es distinta. Hay muchas cosas que hacen al Perú un país único. ¿Cuántos países conoces donde haya varios millones de personas viviendo por encima de 3.500 metros de altura? Te diré que Bolivia, Etiopía y China. Y creo que Nepal. Eso es una cosa muy particular. Algunos empresarios me dicen que para llevar su madera hasta Lima les cuesta más que llevarla de Lima a Tailandia».

Fuente: La Capital