En Perú, el presidente tiene las horas contadas: lo destituirían este jueves

Pedro Pablo Kuczynski, comprometido en el caso Odebrecht, sería desplazado por "permanente incapacidad moral" por el Congreso

Pedro Pablo Kuczynski, comprometido en el caso Odebrecht, sería desplazado por «permanente incapacidad moral» por el Congreso

El Congreso peruano anunció que este jueves 21 de diciembre decidirá si destituye al presidente Pedro Pablo Kuczynski por «permanente incapacidad moral», tras iniciar un proceso de remoción contra el mandatario en medio de la mayor crisis política local desde que empezó el siglo XXI.

Con los votos de 93 de los 130 legisladores del Parlamento unicameral, dominado por el partido opositor Fuerza Popular (fujimorista, 71 votos parlamentarios), se admitió el viernes pasado un procedimiento de destitución contra Kuczynski porque habría recibido cientos de miles de dólares de la firma brasileña Odebrecht por una asesoría financiera hace una década. Esto en sí mismo no es delito, pero entonces Kuczynski era funcionario de gobierno.

El pedido de remoción afirma que Kuczynski, de 79 años, le mintió al Parlamento por negar haber recibido remuneraciones de Odebrecht. El mandatario afirmó que no renunciará y dijo que no desempeñó ningún papel en la administración de su empresa Westfield Capital cuando ésta recibió casi 800.000 dólares de consorcios liderados por Odebrecht. Por ese entonces Kuczynski era ministro de Economía y luego fue primer ministro del presidente Alejandro Toledo (2001-2006). Este se halla prófugo de la Justicia peruana.

Luis Galarreta, presidente del Parlamento, dijo durante la sesión que el presidente podrá acudir el jueves a defenderse o enviar a un abogado que lo represente para ejercer «su derecho a la defensa» durante 60 minutos, de acuerdo a la ley.

Abraham García Chavarri, profesor de derecho constitucional de la Pontificia Universidad Católica de Perú, dijo que la «incapacidad moral es una figura muy amplia en las leyes de Perú, no está desarrollada y es considerada como cualquier conducta que el Congreso estime reprochable de manera ética».

Explicó que Alberto Fujimori, padre de la candidata presidencial Keiko Fujimori, fue el último presidente cesado por el Parlamento peruano por «incapacidad moral» en el año 2000, luego de que intentó renunciar desde Tokio tras salir del país agobiado por los escándalos de corrupción de su gobierno (1990-2000).

Fujimori cumple una condena de 25 años de cárcel por corrupción y crímenes de lesa humanidad. Otros dos presidentes más — José de la Riva Agüero durante el siglo XIX y Guillermo Billinghurst, a principios del siglo XX— también fueron echados por «incapacidad moral».

Al momento, los cuatro partidos opositores suman alrededor de 95 votos parlamentarios, con lo cual el destino del mandatario parece definido, ya que se necesitan solo 87 para cesarlo. En caso de vacante presidencial asumirá el poder el primer vicepresidente Martín Vizcarra, actual embajador en Canadá. «El Perú es más grande que sus problemas. Nuestro compromiso es con la gobernabilidad, respetando la Constitución y las instituciones democráticas, sin importar los colores políticos», escribió Vizcarra en Twitter Los ejemplos más recientes en Sudamérica de destitución presidencial son el del paraguayo Fernando Lugo en 2012 y el de la brasileña Dilma Rousseff en 2016.

Kuczynski anunció que no renunciará y que no desempeñó ningún papel en la administración de Westfield Capital cuando ésta recibió los pagos de Odebrecht. El mandatario «ha certificado lo que todos conocemos: que su empresa ha hecho negocios —siendo funcionario— con Odebrecht y ese dinero ha ido sus bolsillos», comentó el legislador Héctor Becerril, de Fuerza Popular. Keiko Fujimori, quien perdió las elecciones presidenciales contra Kuczynski en 2016, no se ha pronunciado.

El mandatario admitió que realizó un informe para Odebrecht en 2012, cuando ya no era funcionario público y lo que según la ley no es delito, pero después de haberlo negado varias veces.

Fuente: La Capital