Pilar: Por tarifazos e inflación cierran comedores: “No puedo jugar a ser Dios y decir quién come”

Se trata de Diego Vivas, de la “Asociación Civil Rinconcito Pilar” que da comer a cerca de 500 personas dos veces por semanas a través de un comedor y cinco merenderos que funcionan en las localidades de Alberti, Del Viso y Pilar.

Se trata de Diego Vivas, de la “Asociación Civil Rinconcito Pilar” que da comer a cerca de 500 personas dos veces por semanas a través de un comedor y cinco merenderos que funcionan en las localidades de Alberti, Del Viso y Pilar.

Los constantes aumentos en las tarifas de luz y gas afectan a todos los ciudadanos de la Provincia.  Pilar no es la excepción ya que el comedor y los merenderos administrados por la “Asociación Civil Rinconcito Pilar” anunciaron su cierre.

La Asociación tiene un comedor y los cincos merenderos al que van a comer 500 personas. Diego Vivas, uno de los referentes del comedor, explicó a INFOCIELO que cierran por “la falta de mercadería y el costo de la luz” y agregó desolado “venimos trabajando desde el 2000, hemos hecho mal,  todos lloraban. Tengo la misma sensación cuando perdí a mi viejo o a mi hermano por el cáncer”.

La Asociación Civil Rinconcito Pilar cocina por noche 360 viandas, hace unas semanas hicieron, por ejemplo, 720 veinte canelones en un solo día. “La idea fue hacer un comedor que de comida mejor de la que se come en la casa. Hacer comida rica”explica Vivas angustiado.

La última factura de luz que recibió el comedor es de 16 mil pesos, también gastan tres garrafas de gas por semana. “El problema es que gastamos más porque cada vez vienen más. Primero 40 familias, después 50 familias, y la última vez 85 familias” afirmó el referente barrial.

Vivas cuenta que antes daban de comer de lunes a viernes pero que por el incremento de los costos y el aumento de la cantidad de familias pasaron a solo brindar alimento martes y jueves. Desde la Asociación intentaron ahorrar energía eléctrica de todas las maneras posibles: hasta tuvieron que desconectar la computadora y la impresora que utilizaban para hacer tramites e imprimir curriculums de las personas del barrio.

“Hay mucha gente que el único momento que tiene para juntarse a comer es a la noche porque están todo el día haciendo changas” explica Diego Vivas en referencia a las viandas nocturas que brindaban. Las viandas no son sólo comida, son también son el único momento que puede compartir toda la familia. El referente, al borde de las lágrimas, dice “no puedo jugar a ser dios y decir quién come y quién no.  Queríamos sostener el comedor hasta después de las vacaciones de invierno, porque en las vacaciones los chicos se pierden la comida que da la escuela pero no lo pudimos sostener” y concluyó “me supero como persona y nos superó  a todos”.

La crisis afecta a todos

Vivas relató también que un supermercado que tenía dos locales les donaba alimento. El aumento de las tarifas y de los costos provocó que tuvieron que despedir gente, cerrar una sede y dejar de ayudar.

Los tarifazos provocaron el cierre en otros lugares de la Provincia. Un comedor de Mar del Plata recibió una factura por servicio de luz con un costo de 5 mil pesos, lo que imposibilitó seguir. “El Ángel Azul” de La Plata pasó por una situación similar al tener que abonar una factura de casi 10 mil pesos, en tanto el comedor “Las voluntarias de María” del partido bonaerense de San Miguel que alimenta a de 215 chicos desde el 2002 se encuentra en una situación parecida.

Fuente: InfoCielo