Piñera anuncio que buscará rebajar remedios y subir pensiones y salarios

En otra jornada de disturbios y toque de queda, el mandatario chileno habló a la Nación y desde hoy se reúne para acordar con los partidos.

En otra jornada de disturbios y toque de queda, el mandatario chileno habló a la Nación y desde hoy se reúne para acordar con los partidos.

La que comenzó como una marcha de estudiantes y grupos sindicales volvió a convertir el lunes a Santiago de Chile, donde viven siete de los 18 millones de habitantes del país, en un campo de batalla. Policías reprimieron con gases lacrimógenos las protestas que comenzaron hace cuatro días por un alza de tarifas en el subterráneo.

Imágenes de la televisión mostraron el avance los camiones lanza agua de los carabineros —la policía— avanzando por las calles del centro de Santiago mientras uniformados arrojaban gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

Minutos después del inicio de un nuevo toque de queda y de nuevas escenas de represión militar, el presidente Sebastián Piñera anunció que hoy se reunirá con todos los partidos políticos para «avanzar hacia acuerdos».

En un mensaje televisado a la Nación, el mandatario anunció que en las reuniones de hoy propondrá «bajar el precio de los medicamentos, reducir la listas de espera en los hospitales, mejorar la atención, implementar mejoras en el sistema previsional y un seguro para contrarrestar el gasto que representa la salud para las familias chilenas».

Pese a un modelo económico que parece exitoso en sus índices macroeconómicos, la mayoría de sus ciudadanos chilenos sufren la inequidad. Pagan sumas importantes por el sistema de salud, la educación pública es pobre y las pensiones, manejadas por firmas privadas bajo un sistema establecido por el régimen militar de Augusto Pinochet, son bajas.

Los ingresos del decil más rico de la población es 39 veces más alto que el del decil más pobre, de acuerdo con una encuesta del Ministerio de Desarrollo Social.

Enfrentamientos

En la Plaza Italia, el principal punto de manifestación de los santiaguinos, miles de personas que resistieron la represión policial volvieron a reagruparse y protagonizaban una gigantesca protesta que más allá de las demandas de los estudiantes para que se rebaje la tarifa del subterráneo ahora piden mejores salarios, rebajas en precios de medicamentos y mejores pensiones, entre otras exigencias.

Patricio Acosta, presidente de la Cruz Roja chilena, dijo que en el lugar atendieron a unas 100 personas, el 90 por ciento con heridas de balines de goma. «Nosotros nos vamos quedando… sin insumos médicos», afirmó.

Otro millar de personas marchó hacia el barrio acomodado donde se ubica la Escuela Militar y se acercó al punto donde militares se aprestan a cerrarles el paso, informó Radio Cooperativa.

En Ñuñoa, al suroriente de la ciudad, millares de personas también desafiaba el estado de emergencia, que restringe las libertades de reunión y locomoción, y protestaban pacíficamente.

El general de las fuerzas militares a cargo del orden, Javier Iturriaga, decretó por tercer día consecutivo el toque de queda entre las 20 de ayer y las 6 horas de hoy. La misma restricción se aplicará en cerca de una decena de ciudades del interior.

La presión social llevó al presidente Piñera a anular el alza de 1,12 a 1,16 dólares en el subterráneo, decisión ratificada el lunes por el congreso. Se hará efectiva cuando el mandatario la firme y publique en la diario oficial, en los próximos días.

Por la mañana la gente hizo largas filas en los supermercados para abastecerse ante el temor de que se repitan los saqueos de tiendas del fin de semana, que paralizaron buena parte de las actividades en Santiago. El transporte público funcionó con limitaciones.

«Hacemos un llamado a la ciudadanía para proveerse de lo estrictamente necesario y no sobreconsumir», exhortó en un mensaje televisivo Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio. «Seamos prudentes en el consumo para no hacer colapsar el sistema».

Piñera dijo que el país está «en guerra» contra un enemigo poderoso.

Mientras, la expresidenta chilena y actual Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió a todas las partes dialogar y que las protestas sean pacíficas.

«Estoy muy preocupada y triste de ver la violencia, la destrucción, los muertos y los lesionados en Chile en los últimos cinco días», dijo Bachelet, citada en un comunicado de su oficina. «Es esencial que todos los actos que han provocado lesiones y muerte, tanto por parte de las autoridades como de los manifestantes, sean sometidos a investigaciones independientes, imparciales y transparentes».

Las manifestaciones comenzaron la semana pasada cuando el gobierno anunció el alza en el subterráneo. Los estudiantes fueron los primeros en protestar, pero las manifestaciones rápidamente se extendieron a otros sectores y se tornaron violentas.

11 muertos

El estallido social en Chile causó al menos 11 muertos. Por su parte, el Instituto Nacional de Derechos Humanos informó que desde el inicio de los disturbios, cinco días atrás, 1.333 personas fueron detenidas y 37 personas fueron heridas por armas de fuego. Una hora antes de la vigencia del toque de queda en el gran Santiago, ayer, se registraban al menos tres saqueos a supermercados, los más afectados por vandalismo después del subte.

Fuente: La Capital