Polémica en Montevideo por la llegada de taxis informales baratos

Los taxistas montevideanos protestan en el centro por el desembarco de los taxis informales.

Los taxistas montevideanos protestan en el centro por el desembarco de los taxis informales.

La empresa estadounidense Uber tiene más de 14 mil clientes inscriptos y 5 mil para ser conductores. Se pide por celular. El gremio de los taxistas se moviliza en rechazo del desembarco.

 

Más de 14 mil personas se registraron como usuarios y 5 mil solicitaron ser conductores en el primer día del polémico debut en Montevideo de la empresa Uber, que permite contratar un servicio alternativo de transporte a través del teléfono celular, confirmó la compañía, y que compite con los taxis con una tarifa más baja.

A pesar de las advertencias y quejas de las autoridades y empresarios del transporte, Uber anunció sorpresivamente su debut el jueves en la capital uruguaya.

«Números de (hash)UberUY: Más de 14 mil registros de usuarios nuevos, más de 5 mil seguidores en Twitter, más de 5 mil solicitudes para ser socios conductores. ¡Gracias Montevideo'», publicó la compañía en su cuenta de Twitter en Uruguay, en una imagen acompañada por la exclamación «¡Con todo Montevideo! (hash)UberUY (hash)VamoArriba».

Soledad Lago Rodríguez, gerente de Comunicación de Uber para el Cono Sur, corroboró estos datos a la agencia de noticias estadounidense The Associated Press, y dijo también que el número de seguidores en Twitter ya supera los 6.300.

«La respuesta de la gente está siendo fantástica. Nos recibieron con mucho entusiasmo, tanto los usuarios como los primeros socios conductores que comenzaron a manejar conectados a Uber», señaló.

«El mismo jueves, antes del horario oficial de inicio de operaciones, la gente ya estaba conectada a la plataforma esperando a ver los primeros Uber disponibles en Montevideo. El (hash)UberLove se ha visto por todos lados: (hash)UberUY fue tendencia en Twitter todo el día y la gente no ha dejado de mandar comentarios positivos a nuestras cuentas», agregó.

El anunció de la puesta en marcha del servicio sorprendió, ya que la Alcaldía de Montevideo y el gobierno nacional habían informado que estaban analizando la situación de la empresa ante el gran rechazo de la misma por parte del sector del transporte.

«De iniciarse la actividad, sin que medie una autorización expresa, se incurrirá en un incumplimiento de la normativa vigente, pasible de las sanciones respectivas sin perjuicio de otras acciones civiles y/o penales que puedan corresponder», señaló en un comunicado la alcaldía, en el que dejó claro que Uber no está habilitado para circular.

Sobre las posibles consecuencias a las que se enfrenta la compañía, Lago Rodríguez afirmó: «No podemos especular sobre situaciones hipotéticas. Como en el pasado, nuestra posición sigue siendo ponernos a total disposición de las autoridades para generar espacios de diálogo y análisis que se cristalicen en regulaciones de vanguardia y que den a Uber en Uruguay la misma bienvenida que los usuarios ya le están dando».

Gremial del Taxi. Por su parte, la Gremial Unica del Taxi, que reúne a los propietarios de estos vehículos, también emitió un comunicado en el que señaló que Uber opera sin estar autorizada. Las tarifas de la compañía estadounidense son sensiblemente inferiores a las tarifas vigentes de los taxis.

Sin embargo, a pesar de las declaraciones del gobierno y de la resistencia de los taxistas, numerosos usuarios comenzaron a usar la aplicación, subir fotos de sus viajes y manifestar su apoyo en las redes sociales.

«Un éxito el primer viaje en (at)Uber—UY», escribió el usuario Fernando Silva en Twitter.

Por su parte, Valeria Milman, otra usuaria, también elogió en la misma red social el servicio de la empresa estadounidense: «Gracias (at)Uber—UY por existir! Lo probé en Londres y acá, excelente servicio en las dos ciudades».

Uber, con sede en la ciudad estadounidense de San Francisco, ha enfrentado críticas, protestas y prohibiciones en otros sitios donde ha pretendido instalarse. Según la cuenta en Twitter abierta para sus operaciones en Uruguay, la empresa tiene presencia en 357 ciudades de 65 países.

Crean un sistema de sensores para la actividad cerebral

Científicos europeos desarrollaron un sistema de sensores que registra la actividad cerebral de los controladores de vuelo y transmite los datos a una computadora, capaz de reconocer si la carga de trabajo es demasiado alta y de intervenir en ayuda del responsable de la torre.

La tecnología se acerca así a estos trabajadores y podría inclusive sustituirlos parcialmente a partir del proyecto Neurometrics Indicators for ATM (Nina), realizado en el ámbito del programa europeo Sesar para mejorar el control del tráfico aéreo, reportó la agencia italiana de noticias Ansa.

Realizado por un consorcio constituido por la Universidad La Sapienza de Roma, la Escuela Nacional Francesa para la Aviación Civil (Enac) y la compañía Deep Blue, el proyecto nació en 2013 y su conclusión se espera para el final de este mes.

Nina llega en un período en el que el alerta por el riesgo de atentados es cada vez más difundido y se vuelve crucial actuar de modo que los controladores de vuelo no acumulen niveles demasiado elevados de estrés.

Evitar esta sobrecarga de fatiga y tensión es posible porque esta herramienta permite medir en tiempo real la carga de trabajo mental con sensores especiales que registran la actividad cerebral.

Es una suerte de «electroencefalograma muy sofisticado, que identifica las áreas del cerebro involucradas durante el trabajo», explicaron los coordinadores del proyecto, Stefano Bonelli y Simone Pozzi, de Deep Blue.

Por ejemplo, la carga de trabajo puede ser deducida de los datos sobre la actividad de la corteza visual, o de la prefrontal y frontal, involucrada en las decisiones, y también de la corteza motora, que son luego enviados a una computadora que los analiza.

Menos carga. Si la comparación de esos datos indica un alto nivel de estrés, la computadora puede automatizar algunas tareas manuales o simplificar las informaciones presentadas para reducir la carga laboral-visual, enfatizando eventuales alarmas no relevadas por el controlador de vuelo.

«En esta fase de validación de los sensores aún tienen el aspecto de una cofia, pero en el futuro tendrán formas distintas y dimensiones reducidas», observaron los investigadores.

En el futuro los controladores de vuelo podrán utilizar Nina mediante, por ejemplo, fajas para apoyar sobre la frente, o pequeños dispositivos que se pueden colocar en el cuello de la camisa.

El uso del dispositivo en la torre de control, por lo tanto en medio de las operaciones, es «sólo uno de los escenarios posibles, el sistema podrá ser utilizado también para adiestramiento», por ejemplo en la simulación de situaciones de emergencia, explicaron.

Para el futuro, el grupo de Nina está experimentando el mismo sistema también para otros trabajos como el de pilotos, encargados de mantenimiento, cirujanos y personal de las plataformas petroleras.

Fuente: La Capital, Rosario