Por cada familia neuquina que logra una casa, otras 29 esperan

La relación surge de datos oficiales: hay 30.000 familias anotadas en el registro de demanda, pero se construyen unas mil por año.

La relación surge de datos oficiales: hay 30.000 familias anotadas en el registro de demanda, pero se construyen unas mil por año.

En la tierra de Vaca Muerta, un gran número de vecinos no llega al techo propio. Se construyen mil viviendas por año en la provincia financiadas con fondos públicos. Sin embargo, por cada familia que recibe las llaves de su casa, hay otras 30 en lista de espera.

El Registro Único Provincial de Vivienda (Ruprovi) tiene 30.278 inscriptos en toda la provincia, de los cuales 18.317 son vecinos de la ciudad. Cada aspirante representa a un grupo familiar. Los datos oficiales son contundentes: uno de cada cinco neuquinos necesita de un plan del Estado para llegar a la casa propia, sea por la vía de la construcción o la compra.

Cuando se creó Ruprovi, en 2009, hubo una oleada de 14 mil interesados que hicieron fila para anotarse. Después, las inscripciones fueron más pausadas y, a partir de 2011, la cantidad de inscriptos se mantiene por encima de 30 mil.

Desde que está el registro, se inauguraron cerca de 9 mil viviendas sociales en la provincia. Son mil casas nuevas por año en promedio, que no lograron reducir la demanda. La brecha es tan grande que, por cada llave que se entrega, siempre hay 30 aspirantes que quedan afuera. La obra pública sólo impide que la lista se incremente.

“Estamos lejos del déficit habitacional pero el problema es que la demanda es muy grande en Argentina porque no hay acceso al crédito”, explicó Marcelo Sampablo, presidente del IPVU-ADUS, el organismo provincial responsable de la financiación de casas a través del Estado.

Indicó que la Provincia “hace un esfuerzo importante. En la gestión de Omar Gutiérrez vamos a construir 5 mil viviendas, de las cuales unas 2700 ya las entregamos”.

Añadió que, pese a eso, muchos siguen en la lista de espera por un plan habitacional “porque no se accede a otra cosa”. Estimó que el déficit se aliviaría “si tuvieran acceso al crédito los que tienen sueldo; en el mundo y en Latinoamérica funciona así, pero en Argentina las tasas de interés son muy altas”.

Además, hay familias con dos sueldos que no califican para un préstamo hipotecario. Por eso, el IPVU implementó programas de financiamiento parcial “para esos que pueden pagar y que la construcción al 100 por ciento sea para el que no tiene un sueldo”, dijo el titular.

“Es como en las 251 viviendas que estamos por empezar en Neuquén capital, donde Nación y Provincia ponen un 30 por ciento como subsidio y el resto es un crédito bancario; entonces, con la misma plata que hago una casa subsidio tres y el resto lo pone el sistema financiero”, detalló.

Aún si esta modalidad triplicara la respuesta del Estado, se necesitaría una década para llegar a todos los que hoy esperan su casa, siempre que no se anotara nadie más.

La brecha es tan grande que muchas bajas en el Ruprovi son familias que se inscribieron hace años y no se ocuparon de actualizar sus datos. Es decir, dejaron de figurar porque no volvieron más y no porque consiguieron respuesta. Algunos de ellos llegaron al techo propio de otra manera, mientras otros simplemente se resignaron.

2700 casas son las que se han entregado durante la gestión de Gutiérrez, según el IPVU.

Cooperativas aseguran que el déficit es de 70 mil

Gran parte de las viviendas sociales que se entregan en la ciudad tienen de intermediarias a dos cooperativas: MTD y 127 Hectáreas. Estas organizaciones estiman que el déficit real duplica con creces el registro oficial con más de 70 mil familias sin acceso a una casa.

“Las organizaciones intermedias somos casi las únicas que estamos llevando las viviendas sociales adelante y después hay cooperativas privadas que hacen por autoconstrucción o que se asocian para comprar terrenos en común, por eso decimos que hay un déficit monstruoso que no se reconoce”, dijo Julio César Ruiz, secretario general del MTD.

Afirmó que “hoy el déficit es de más de 70 mil y lo sabemos por un relevamiento que hicimos hace dos años, cuando salió la ley de presupuesto para planes habitacionales”. La cifra difiere de la oficial porque el IPVU-ADUS “no tiene sus datos actualizados y porque la gente desiste de anotarse, ya que pasan décadas sin novedades”.

Jorge Salas, presidente de 127 Hectáreas, coincidió en que el déficit es superior a 70 mil casas. “Hace 20 años, cuando empezamos, estábamos en 10 familias que quedaban afuera por dos que les entregaban casa; pero hubo un parate durante 15 años y ahí proliferaron los asentamientos; por eso hoy estamos tan lejos”, explicó.

Fuente: La Mañana Neuquén