Por escándalo, renuncia directorio de Petrobras
05/02/2015 EL MUNDO
La mayor empresa brasileña perdió más de la mitad de su valor de mercado desde que hace cuatro meses se reveló un gigantesco caso de corrupción.
Río de Janeiro. El gobierno brasileño, principal accionista de Petrobras, aceptó ayer la renuncia de la dirección de la petrolera, luego de que la empresa perdiera más de la mitad de su valor de mercado en cuatro meses por un gigantesco escándalo de corrupción.
El valor de Petrobras en la bolsa de San Pablo se redujo en 150 mil millones de reales (unos 470 mil millones de pesos), un 58 por ciento, desde octubre, cuando la mayor empresa de Brasil informó que estaba contabilizando los desvíos de dinero que no llegó a sus arcas.
En todo ese período, la jefe de Estado de Brasil, Dilma Rousseff, defendió a la presidenta de Petrobras, María das Graças Foster, con la que tiene una antigua amistad y quien es una de las pocas personas que gozan de su total confianza.
Y también durante todo ese tiempo la oposición insistió en que la permanencia de Foster al frente de la empresa más estratégica de Brasil era inviable por el escándalo que salpicó a directivos actuales y pasados.
La crisis también llevó a las tres grandes agencias de calificación de riesgo (S&P, Moody’s y Fitch) a rebajar la nota de la petrolera hasta el escalón más bajo del grado de inversión.
Los rumores de que Rousseff había aceptado finalmente la renuncia de Foster provocaron una fuerte alza de las acciones de la petrolera en la bolsa de San Pablo tanto el martes como ayer.
La sustitución de Foster fue anunciada ayer por Petrobras, después de los desmentidos oficiales del martes, cuando Rousseff y la jefa de la empresa mantuvieron una larga reunión en el palacio presidencial.
El Consejo de Administración de la petrolera se reunirá mañana para elegir a su nueva dirección.
El próximo presidente tendrá la misión de colocar a la empresa nuevamente sobre rieles y enfrentar las fuertes presiones políticas que se avecinan.
Resulta que la oposición consiguió las firmas suficientes para solicitar la instalación de una poderosa comisión de investigación en el Congreso, que puede convocar a cualquier testigo y hasta acusar de responsabilidad política a Rousseff.
El escándalo de Petrobras se refiere a sobreprecios, tráfico de influencias y sobornos en millonarios contratos suscritos en la última década y por los que ya están detenidos tres exdirectores y los principales ejecutivos de varias empresas que eran contratistas de la petrolera.