Por primera vez en la historia, España superó a Francia en el mercado mundial del vino
03/08/2014 EL MUNDOInternet y las nuevas normas del comercio internacional, on line y tradicional, catapultó a España a liderar el mercado, situación que preocupa cada vez más a los galos, históricos líderes en ventas al mundo.
Francia teme que España, internet y las nuevas normas del comercio internacional, on line y tradicional, le «roben» su liderazgo histórico del mercado mundial del vino. Alain Ferry, sociólogo, comenta: «Se trata de una angustia inconfesable. En 2013, España se convirtió enprimer productor mundial de vino. Los especialistas dicen que la meteorología fue muy favorable para los productores españoles y muy negativa para los productores franceses. Vale. Pero se trata de un indicador, entre otros. Las nuevas normas en la concesión de nombres de dominios internet que afectan al vino está enviando otra señal. Sin olvidar las dificultades francesas en China y Estados Unidos, donde los españoles crecen más rápidamente».
Por vez primera en la historia, España superó a Francia el año pasado en el sector estratégico de la producción de vino. España produjo en 2013 unos 50,6 millones de hectólitros de vino frente a 47,40 y 42,34 millones de Italia y Francia.
Rafael del Rey, director del Observatorio Español del Vino, asegura que que «hemos tenido un buen año. Nuestros primeros competidores, Francia e Italia, necesitarán nuestros vinos. Debemos aprovecharlo. No solo nos ha beneficiado la coyuntura. España, y algunas regiones en particular, como Castilla La Mancha, han invertido mucho en nuevos sistemas de riegos, que permiten mejorar la productividad de los viñedos».
La ascensión española viene de muy lejos, con una implantación creciente en grandes mercados, donde Francia sufre problemas muy particulares. En EE.UU., los productores franceses comienzan a sufrir de la producción local: los norteamericanos ocupar un puesto creciente y capital en la nueva geografía mundial del vino, cuando los consumidores locales son sensibles a los nuevos productos de su tierra.
China se convirtió hace años en uno de los más fabulosos mercados. El consumo chino de vinos europeos ha crecido de manera espectacular. Tan espectacular que ha suscitado el interés de las mafias locales, que han comenzado a producir «champagne» y «camuflan» sus productos locales con nombres de vinos de Burdeos o la Borgoña. Francia ha intentado vender su marca e histórica hegemonía en el mercado mundial de los grandes vinos. Pero el consumo internacional impone nuevas normas.
Los productores franceses impusieron hace años un producto comercialmente genial: el «Beaujolais», un vino de mesa, sencillo y sin pretensiones se convirtió en un producto de consumo planetario. La fiesta del «beaujolais», en noviembre, es un acontecimiento mundial, que empieza a palidecer con el alza de vinos jóvenes españoles, italianos y norteamericanos, con glamour propio.
En ese marco, cuando internet comienza a jugar un papel creciente en la evolución de los mercados de todo tipo de productos, vino incluido, Francia también ha entrado en conflicto abierto con la Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN, Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números), que rige la concesión de nombres de nuevos dominios en internet.
Los genéricos de «.vin» y «.wine» suscitan una inquietud creciente entre productores franceses, que temen ser víctimas de abusos. ¿Cómo impedir que un productor chino venda sus productos utilizando un nombre francés, acogiéndose al dominio «.vin»? ¿Cómo podrán utilizar los productores españoles de cava los dominios más o menos «afrancesados»? La paranoia comercial es libre. La inquietud de fondo, francesa, tiene orígenes fantasmales (el «champagne» chino) y comerciales (la agresividad española).