Preocupa el resurgimiento de la venta ambulante en calles y playas céntricas de Mar del Plata
29/12/2015 ECONOMÍA
La venta ilegal en la vía pública vuelve a generar preocupación en el comercio. Vendedores ambulantes y manteros reaparecieron en las playas y en algunos lugares del centro de los que habían sido erradicados.
La aparición de vendedores ambulantes y de manteros está generando inquietud en el sector comercial, desde donde en los últimos días comenzaron a surgir reclamos para que el municipio ejerza un mayor control y evite la proliferación de esta clase de actividades. Con la llegada del verano algunos lugares del centro de Mar del Plata en los cuales la oferta callejera había sido prácticamente erradicada, comenzaron a poblarse nuevamente de puestos improvisados, dedicados a la comercialización de anteojos de sol, indumentaria, bijouterie, relojes y otro tipo de artículos.
La actividad resultó particularmente notoria durante los días previos a la Navidad, en especial sobre la peatonal San Martín y la calle Rivadavia. En este caso la presencia de los «manteros» se produjo tanto durante el día como la noche, sacando provecho de la ausencia de inspectores como consecuencia de la medidas de fuerza aplicadas por los municipales y los asuetos y feriados que hubo durante el festejo navideño.
La aparición de los vendedores informales causó una lógica inquietud entre los comerciantes de la zona céntrica, quienes desde hacía tiempo no observaban su presencia en zonas del centro a las cuales solían «copar» durante otros veranos. Además de haber comenzado a ejercer su actividad sobre la peatonal o la calle Rivadavia, los vendedores ambulantes y manteros también empezaron a ocupar otros lugares cercanos, como las avenidas Luro e Independencia, en cuyas veredas se registra un alto tránsito peatonal.
Ayer el presidente de la Cámara Marplatense de Empresas Comerciales y de Servicios (Cameco), Juan Antonio Gutiérrez, planteó públicamente la preocupación de la entidad por la repentina aparición de la venta ilegal callejera, que a simple vista, parece superior a la de temporadas pasadas o al menos está resultando mucho más notoria por desarrollarse en lugares mucho más visibles y concurridos. En este sentido Gutiérrez llamó la atención sobre la gran presencia de venta ambulante ilegal en las playas, en particular en las de la zona céntrica, donde dijo, se produce un gran volumen de ventas clandestinas de todo tipo de productos. «Es una venta ilegal que se realiza en nuestras narices», se quejó Gutiérrez recordando que el año pasado se tomó registro de que hubo más de 200 «jóvenes senegalenses» que se desplegaron en toda la costa provincial, entre Pinamar y Miramar. Según sus cálculos, sólo esta organización habría facturado unos 48 millones de pesos durante la temporada pasada, producto de la venta de artículos como bijouterie.