Principal organización indígena rechaza diálogo ante la violenta represión

La principal organización indígena, la CONAIE, de Ecuador dio un portazo al diálogo abierto con el gobierno para resolver la violenta crisis por ajustes económicos, que en una semana deja cinco muertos y cientos de heridos en manifestaciones.

La principal organización indígena, la CONAIE, de Ecuador dio un portazo al diálogo abierto con el gobierno para resolver la violenta crisis por ajustes económicos, que en una semana deja cinco muertos y cientos de heridos en manifestaciones.

«Nada de diálogo con un gobierno asesino», proclamó la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) en un comunicado firmado por su presidente, Jaime Vargas.

El dirigente, que llamó a «radicalizar las acciones» mediante «bloqueos de vías y las tomas» de edificios públicos, habló también frente a los manifestantes que se concentran en un coliseo de Quito.

«¡Vamos a radicalizar con más fuerza, compañeros, y si tiene que denunciar y si tiene que matarme que me maten!», exclamó Vargas.

El dirigente lanzó agua fría a la expectativa alimentada por el presidente Lenín Moreno frente a un posible arreglo con mediación de la Iglesia católica y Naciones Unidas.

“Con la sangre de nuestros hermanos no vamos a negociar, no hay ningún negocio con este gobierno nefasto, mentiroso, ladrón”, dijo Vargas en un mensaje a los indígenas reunidos en la Casa de Cultura y transmitido en televisión. Ahí, varios portaban rosas blancas como un homenaje a compañeros que –dicen– han muerto en las protestas.

En su cuenta de Twitter, la Defensoría lamentó el fallecimiento de Inocencio Tucumbi, dirigente de la CONAIE de Cotopaxi y de cuatro personas más. No dio otros detalles acerca de los fallecidos, a los que se suman decenas de heridos diversas razones y alrededor de 800 detenidos.

El secretario general de la Presidencia, José Briones, dijo que oficialmente hay una persona que fue atropellada el lunes por un conductor amedrentado por manifestantes y una segunda persona falleció el miércoles por una caída y golpe en la cabeza.

Briones condicionó cualquier diálogo a que liberen a los policías retenidos y dejen salir a los periodistas que están dentro de la Casa de Cultura.

Mientras, la ministra del Interior, María Paula Romo, informó en su cuenta de Twitter la detención de 17 personas, en su mayoría venezolanos, capturados en las inmediaciones del aeropuerto de Quito y que supuestamente tenían información de los desplazamientos del presidente y del vicepresidente.

“Serán puestos en los próximos minutos a órdenes de la justicia, cada nuevo evento confirma todos los intereses que están detrás del caos en el país”, señaló.

Tanto el expresidente Correa, quien fue amigo y mentor político de Moreno, como Maduro, han negado por ambos en forma separada.

Miles de indígenas llegaron a Quito desde inicios de semana para rechazar la eliminación de subsidios a los combustibles, cuyos precios pasaron de 1,85 dólares el galón de gasolina a 2,39, y el diésel de 1,03 a 2,30 dólares, entre otras reformas de carácter laboral y financiero.

Desde el lunes los indígenas han realizado manifestaciones que incluso llegaron a tomarse momentáneamente las instalaciones de la Asamblea, en medio de las cuales han sido reprimidos con gases por las fuerzas del orden. En las protestas confluyeron también transportistas, estudiantes y sindicalistas, los últimos de los cuales generaron fuertes incidentes el miércoles cerca de la casa de gobierno.

La Conaie se mantiene en asamblea en Quito y aunque no ha habido nuevas marchas, la fuerza pública reforzó los vallados cerca de la desocupada sede presidencial. «¡Vamos a la lucha porque esto nos afecta a nosotros, nos mata!», arengó Rosa Manobanda a sus compañeros en el coliseo.

La crisis también suscita la preocupación del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien a través de su portavoz llamó a evitar más «actos de violencia».

El bastón del gobierno

Unos 74.000 militares y policías han sido desplegados en medio de esta crisis que castiga a la ya vapuleada economía ecuatoriana.

En la Amazonía la ocupación de pozos por manifestantes obligó a paralizar el transporte de petróleo a través del principal ducto, que bombea el 68% de la producción nacional (531.000 barriles por día).

Aun así, Moreno resiste respaldado por el mando militar, las gremios económicos más poderosos y la derecha política a la que se acercó después de romper con Correa, devenido en su mayor adversario político.

El presidente tuvo un respiro después de que también miles se congregaran el miércoles en Guayaquil, para rechazar las violencia en las protestas.

Fuente: Tucumán Hoy