Proponen dejar de mirar las carencias y valorar la tarea de las organizaciones

El Observatorio del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) resalta la acción de miles de organizaciones civiles que brindan asistencia alimentaria, apoyo a grupos vulnerables y la producción de implementos para combatir el coronavirus.

El Observatorio del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) resalta la acción de miles de organizaciones civiles que brindan asistencia alimentaria, apoyo a grupos vulnerables y la producción de implementos para combatir el coronavirus.

Las diferencias sociales en el Conurbano son producto de «una urbanización que no fue organizada desde el Estado, sino desde la propia sociedad», dice Adriana Rofman, de la UNGS.

La histórica ausencia de políticas públicas que traten a la región metropolitana de la provincia de Buenos Aires como una «gran ciudad», una condición evidenciada durante la pandemia de coronavirus, es la contracara de la capacidad de acción y coordinación de miles de organizaciones civiles que trabajan en ese vasto y desigual territorio, según el Observatorio del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS).

«Al conurbano se lo suele definir por la negativa o por los problemas que tiene y que, claro, es importantes que se conozcan, pero que no deben tapar la movilización, la capacidad asociativa, la intensísima actividad social que ahí se desarrolla y que nosotros queremos mostrar», afirmó hoy a Télam la coordinadora del Observatorio, Adriana Rofman.

Ese territorio con diferencias sociales extremas es producto de «una urbanización que no fue organizada desde el Estado, sino desde la propia sociedad y es ella la que lo sigue sosteniendo, algo que se evidencia especialmente en las crisis».

La falta histórica de políticas públicas que traten a toda la región como una «gran ciudad» quedó evidenciada durante la pandemia de coronavirus, en la que «se demostró que la gestión de la salud es metropolitana», agregó.

«Somos muchos los que reclamamos alguna instancia de articulación. Para nosotros es evidente que no hay articulación en áreas como transporte o salud», abundó la doctora en Ciencias Sociales.

Esa situación hace que el acceso a datos sea bastante dispar y por ello, desde 2013, uno de los institutos de la Universidad -que tiene el rango de las tradicionales facultades- se empeñó en crear un canal para la difusión del conocimiento generado por sus investigadores y, además, poder recolectar información.

Rofman explicó que el sistema de estadísticas tradicional tiene problemas para dar cuenta del universo del conurbano, ya que sus principales herramientas de medición son el censo nacional que se hace cada 10 años y la encuesta permanente de hogares «que no discrimina hacia adentro» del territorio.

«Estamos buscando o generando estudios para dar una panorámica, por lo menos, de los primeros 24 municipios que forman el Área Metropolitana. Hay que combinar ejes como el trasporte, el mercado de trabajo, la atención de la salud, que trascienden las fronteras municipales. Por otra parte, las diferencias entre los municipios pueden ser extremas: Vicente López debe ser de los más ricos a pocos kilómetros de los más pobres», señaló.

Algunos datos relevados por el Observatorio reportaron que en el conurbano «no se ve que la población vaya aumentando mucho pero sí hay cambios urbanísticos porque van creciendo los barrios cerrados y se fueron extendiendo los asentamientos, la desigualdad se torna más evidente».

Asimismo, creció la capacidad de los gobiernos municipales para gestionar su territorio y las capacidades de intervención de la sociedad civil. «Antes eran instancias de administración de las cosas más básicas como el ‘alumbrado, barrido y limpieza’, pero en los últimos años están asumiendo roles más importantes y se han puesto a tono para responder a su ciudadanía a pesar de las limitaciones institucionales que tienen», señaló Rofman.

Entre otras iniciativas generadas por UNGS durante la pandemia está «Territorios en acción», creada para conocer «el inmenso trabajo que las organizaciones de la sociedad civil vienen desarrollando» pero, en este caso, abierto a todas las realidades del país.

«Es una propuesta de construcción colaborativa, para mostrar lo que las organizaciones están haciendo en el marco de la pandemia. No es una investigación sino un proceso colectivo en el que las organizaciones completan la información y nosotros vamos mapeando», explicó la investigadora social.

La idea es «ir fomentando un ida y vuelta en una plataforma que facilite la construcción de redes, donde las protagonistas son las propias organizaciones, pero que además pueda ser un punto de partida para las políticas públicas».

Los datos preliminares muestran que las actividades de esos actores son sumamente variadas y van desde la asistencia alimentaria, pasando por la atención de grupos vulnerables como la niñez o los adultos mayores, hasta la producción de implementos para evitar la difusión del virus.

Las organizaciones interesadas podrán sumarse a la iniciativa contestando un cuestionario corto de 14 preguntas rápidas que está disponible en http://territoriosenacción.org.

Fuente: Telam