Quién es Franco Parisi, el candidato sorpresa de las elecciones chilenas

Vive en EEUU, desde donde hizo su campaña sin pisar suelo chileno ya que pesa sobre él denuncias judiciales, entre ella una por pensión alimentaria, y se alzó con el trecer puesto con el 12,8% de los votos.

Vive en EEUU, desde donde hizo su campaña sin pisar suelo chileno ya que pesa sobre él denuncias judiciales, entre ella una por pensión alimentaria, y se alzó con el trecer puesto con el 12,8% de los votos. El «candidato fantasma» que, con un discurso antipolítica, se posicionó como una pieza clave de cara a la definición del balotaje.

El inesperado tercer lugar de Franco Parisi en las elecciones presidenciales celebradas en Chile el pasado domingo centraron la atención en este candidato sui generis que hace un año vive en Estados Unidos, no pisó suelo chileno ni participó de los debates, cuya campaña no se vio dañada por denuncias judiciales, entre ellas por pensión alimenticia, y que podría inclinar la balanza en el balotaje.

El «candidato fantasma» del 12,8% como lo llaman los medios chilenos por estos días, supo sacar provecho con enorme eficiencia del discurso antipolítica que recorre gran parte del mundo, al construir su imagen de «outsider» sin afinidad partidaria y diferenciado de los ejes tradicionales «derecha» e «izquierda».

Su performance electoral transformó a su electorado en un botín importante de cara al balotaje que el próximo 19 de diciembre definirá al presidente del país entre los que obtuvieron la mayor cantidad de votos el pasado domingo: el ultraderechista José Antonio Kast (27,9%) y el izquierdista y uno de los líderes de la rebelión estudiantil de 2011 Gabriel Boric (25,8%).

Una de las características de este economista de 54 años es su aparente incombustibilidad ante situaciones que dañarían sensiblemente la imagen de cualquier otro político, como la demanda de su exesposa ante los tribunales de familia por una millonaria deuda de pensión alimenticia -300 millones de pesos chilenos, U$S 375.000- a sus hijos menores de edad y una querella por los delitos de estafa y lavado de dinero.

El nombre de su formación, el Partido de la Gente (PDG) así como la gran utilización de redes sociales, InstagramLive, YouTube, Twitter, Facebook, etc., dan cuenta de una ingeniería electoral direccionada a un público específico: ciudadanos hastiados de la clase política que buscan un liderazgo más allá de los partidos tradicionales, gente «apolítica», harta de la corrupción del sistema.

La «democracia digital» es el sistema que Parisi invocó al ser consultado sobre sus eventuales apoyos en la segunda vuelta.

«Lo definimos hace mucho tiempo. Creemos en la democracia digital del PDG», dijo entrevistado por el canal TVN, tras los comicios.

«Nosotros le vamos a mandar la pregunta a nuestros adherentes: ¿Usted quiere votar por el candidato A, por el candidato B, no votar?, explicó y subrayó que que él integra «un colectivo de 45 mil seguidores» que es quien tomará la decisión.

El presidente del PDG, Luis Moreno, por su parte, precisó que tienen pensado hacer la consulta durante la primera quincena del mes próximo.

Encuestadoras y consultores políticos se preguntan sobre las características de estas 899.403 personas que dieron su voto por el fundador del PDG, pero hasta ahora encuentran más interrogantes que respuestas.

Un estudio del instituto demoscópico Pulso Ciudadano, de la consultora Activa Research señala que este grupo, el más cotizado de la segunda vuelta, está integrado mayoritariamente por gente joven, entre 18 y 45 años, de segmento bajo, sin posición política partidaria o muy desencantado de ella, muy crítico del Gobierno actual y también de la Convención Constitucional.

Un 80,6% de ellos no tiene una posición política partidaria definida y frente a la pregunta ¿con cuál de las coaliciones políticas te sientes más identificado?, un 44,1% respondió que con ninguna, un 33,5% con el PDG y un 14,6% con el Frente Amplio (FA).

«Se trata de un votante que no quiere extremos de izquierda o de derecha, pero muy pragmático y busca soluciones concretas y rápidas», señala Ramón Cavieres, director ejecutivo de Activa Research y vocero de Pulso Ciudadano.

Parisi ofrece un mensaje claro y directo, que identifica problemas concretos y ofrece soluciones plausibles con un tono pedagógico -nunca condescendiente-, que invita a sus electores a representarse esta opción como un «voto inteligente».

Son ciudadanos con dificultades económicas y una expectativa negativa de la economía del país y «configuran un nicho inmanejable, y un desafío a los partidos tradicionales que no tienen herramientas para vincularse con este segmento» señala Victoria León, otra de las voceras del estudio, citada por el portal chileno de noticias ADN.

Las proyecciones de esta investigación para las elecciones del 19 de diciembre indican que al menos un tercio de este segmento no votaría en el balotaje» y que del resto (70%) se repartiría mitad y mitad, entre Kast y Boric, aunque León aclara que son conclusiones sacadas de un estudio previo al resultado del domingo.

Según Activa Research este segmento sin filiación partidaria y desencantado de «la política» es sin embargo un ciudadano que se considera a sí mismo como alguien con «responsabilidad cívica, alguien que vota y que a diferencia de otros integrantes del segmento bajo, vota y busca en las alternativas presidenciables una solución», pese a integrar un segmento bastante postergado.

Además, subraya Cavieres, «es un colectivo que se siente menos feliz que el resto de la población, no es visible ni tiene conexión con las campañas tradicionales».

No es posible proyectar con exactitud el peso relativo que este segmento tendrá en la decisión de los chilenos sobre su futuro Presidente. Lo más determinante, a juicio de Cavieres, será «cuanta gente vaya a votar».

Sin embargo por tratarse de un nicho en apariencia inmanejable, pero con deseos de incidir en la contingencia, es un grupo con altas posibilidades de inclinar la balanza el próximo 19 de diciembre.

Fuente: Telam