Un racista será el asesor más importante de Trump
El mandatario electo designó a Steve Bannon, un referente de la derecha "alternativa" impulsor de teorías conspirativas antisemitas.
Ideólogo. Bannon entra a la Trump Tower luego de la victoria de hace una semana. Ahora estará en la Casa Blanca.
El mandatario electo designó a Steve Bannon, un referente de la derecha «alternativa» impulsor de teorías conspirativas antisemitas.
El domingo, Donald Trump designó como su principal asesor a Steve Bannon, hasta hace poco director del portal web Breitbart, punto de referencia de la «derecha alternativa», movimiento asociado a la «supremacía blanca». Ayer todo Estados Unidos discutió la designación y sus implicancias. La comunidad musulmana repudió la designación que consideró racista y reclamó su renuncia por anticipado.
Bannon, de 62 años, dirigió el sitio Breitbart hasta agosto pasado, cuando Trump lo reclutó como director general de su campaña. El presidente electo anunció el domingo que Bannon permanecerá a su lado en la Casa Blanca como jefe de estrategia y principal consejero, junto con Reince Priebus, a quien designó jefe de gabinete. Bannon orientó los dos últimos meses la campaña del candidato republicano y dejó su marca en la denuncia de Trump de que habría un presunto orden mundial oculto, controlado por «una estructura mundial de poder», según su última propaganda televisiva, un planteo típico de las tesis conspirativas que pululan en internet y entre la derecha racista estadounidense.
Su designación a un alto cargo del gobierno despertó consternación entre los demócratas, que recordaron los innumerables artículos incendiarios publicados en Breitbart, muchas veces de neto antisemitismo y nostálgicos de la bandera confederada esclavista de la Guerra de Secesión. «Los supremacistas blancos estarán representados en los más altos niveles de la Casa Blanca de Trump», denunció Adam Jentleson, portavoz de Harry Reid, jefe de los demócratas en el Senado.
«La extrema derecha racista y fascista está representada en el umbral de la Oficina Oval. Estados Unidos deberá estar muy vigilante», tuiteó John Weaver, allegado al moderado precandidato republicano John Kasich. Evan McMullin, candidato conservador independiente a la presidencia, también criticó la promoción del «antisemita» Bannon. Los demócratas citan las acusaciones de la ex esposa de Bannon, Mary Louise Piccard, quien durante su divorcio hace cerca de 10 años afirmó que él había rechazado enviar a sus hijas a varias escuelas por la presencia de judíos. Las acusaciones fueron refutadas por Bannon.
En Breitbart se hizo conocido por títulos como «¿Preferirías que tu hijo tuviese feminismo o cáncer?», alabanzas a la bandera confederada y en los últimos meses por una defensa apasionada de Trump y sus propuestas más radicales. Es un conservador que repudia a la cúpula republicana, a la que considera parte de la burocracia de Washington y reivindica la llamada «alt-right», la «derecha alternativa», producto de la radicalización de parte de la base republicana durante los ocho años de Barack Obama. La figura de Bannon es tan extrema para Washington que la cadena de noticias Bloomberg, medio con muy buen vínculo con Wall Street, lo calificó recientemente como «el operador político más peligroso en Estados Unidos». Ahora será una figura de gran peso en la Casa Blanca, nada menos.
En agosto, cuando se anunció que dirigiría al equipo de campaña de Trump, la campaña de Hillary Clinton acusó a Bannon y a su sitio web de divulgar innumerables «teorías conspirativas antimusulmanas y antisemitas». Banquero de Goldman Sachs en los años 80, Bannon fundó un pequeño banco de inversiones, Bannon & Co, que vendió en 1998, antes de convertirse en productor de Hollywood. En los años 2000 comenzó a producir películas políticas sobre Ronald Reagan, el Tea Party y Sarah Palin.
Bannon se encontró con Andrew Breitbart, fundador del sitio web del mismo nombre, y se unió a la batalla del Tea Party contra la clase política de Washington, tanto demócrata como republicana, que le dio una victoria a este grupo ultraconservador en las elecciones parlamentarias de 2010. En 2012, a la muerte de Breitbart, Bannon tomó las riendas del sitio, con sede en Washington. El expresidente de la Cámara de Representantes, el republicano moderado John Boehner, fue una de sus víctimas en 2015, y su reemplazante, Paul Ryan, fue objeto de repetidos ataques de Breitbart, que lo calificó de líder parlamentario «dócil e incapaz» de resistirse a Barack Obama y de defender las ideas conservadoras.
Ante las críticas, Bannon comenzó a defenderse el año pasado. «Vengo de una familia demócrata de clase trabajadora, católica irlandesa, proKennedy, prosindicatos», dijo Bannon en 2015 a Bloomberg. «No era político antes de volver al ejército y descubrir hasta qué punto Jimmy Carter embarró las cosas. Me convertí en un gran admirador de Reagan. Aún lo soy. Pero lo que me volvió en contra de todo el establishment fue regresar de dirigir compañías en Asia en 2008 y ver que Bush la embarró tanto como Carter. Todo el país era un desastre», agregó.
Acusación. El Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses acusó a la web de Bannon de publicar «historias misóginas y racistas contra las mujeres, gente de color e inmigrantes» y calificó a Bannon como un «nacionalista blanco». Su nombramiento «envía el inquietante mensaje de que las teorías conspiratorias antimusulmanas y la ideología nacionalista blanca será bienvenida en la Casa Blanca», advirtió el director ejecutivo de ese consejo, Nihad Awad.
