Radiografía de los bajos salarios: cada vez más mendocinos buscan un segundo empleo porque no llegan a fin de mes

Según el INDEC, la desocupación en el Gran Mendoza en el segundo trimestre del 2022 fue del 5,6 por ciento. Si bien mejoró el empleo, uno de cada tres trabajadores busca una segundo ingreso

Según el INDEC, la desocupación en el Gran Mendoza en el segundo trimestre del 2022 fue del 5,6 por ciento. Si bien mejoró el empleo, uno de cada tres trabajadores busca una segundo ingreso

El porcentaje de desocupación del 5,6% para el segundo trimestre de 2022 que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) es mejor al registrado durante los primeros tres meses del año, cuando la desocupación se ubicó en 6,5 por ciento.

Esta mejora implica además que en relación a la última medición hay 15 mil desocupados menos. Aunque otras 30 mil personas siguen buscando empleo.

Tras el pico de desocupación que se dio en el segundo trimestre del 2020 (en plena pandemia) que fue del 15,4 por ciento, los indice han ido mejorando progresivamente. Es que la pandemia no sólo arrasó con la salud de miles de personas sino que destruyó empresas y fuentes laborales.

A nivel nacional la desocupación cayó al 6,9 por ciento y registró una pequeña baja respecto de la última medición del primer trimestre cuando entre enero y marzo de este año marcaba 7 por ciento.

Casi un millón y medio de personas sin empleo
Ese 6,9 por ciento significa que casi un millón y medio de personas están sin empleo a nivel nacional.

Emilce Vega Espinoza, directora general de Empleo y Capacitación Laboral de la provincia explicó que lo que ha mejorado es el ingreso al sector laboral formal. Los sectores que más han repuntado son los de servicio, comercio, turismo y lo relacionado a la economía del conocimiento.

Sin embargo, hay unas 7 mil personas que dejaron de buscar empleo. No es que consiguieron trabajo sino que dejaron de buscarlo.

Este “efecto desaliento” es la frustración de aquel desocupado que se rinde a la búsqueda de una oportunidad laboral.

“Muchas de esas personas están en la informalidad y es una realidad que tenemos que atacar. Pero muchas de esas personas no tienen herramientas para ingresar al mercado laboral. Hay muchas personas que están alejadas por largo tiempo del mercado laboral porque no tienen un oficio, una carrera terciaria o universitaria y la inserción es compleja. Ni hablar de tener hábitos laborales, de cumplir horarios, de acatar una orden, de llevar uniforme todos los días. Todo ese proceso hay que enseñarlo” explicó Vega Espinoza.

Ocho mil quinientos de los nuevos empleos son de Enlazados. El 30 por ciento percibía planes sociales
En la provincia, el empleo privado se viene recuperando desde hace 15 meses. En junio de este año la recuperación del trabajo formal privado fue del 4,5 por ciento.

El programa del Ministerio de Economía de Mendoza, Enlazados, mucho tuvo que ver en esta recuperación.

Enlazados hace de puente entre quienes buscan trabajo y las pymes locales. Por cada trabajador o trabajadora que las firmas incorporan con un contrato por tiempo determinado, el Estado aporta un Salario Mínimo Vital y Móvil por una jornada laboral de tiempo completo.

“En este programa el incentivo económico se sostiene como mínimo por cinco meses y como máximo por un año. Hay otra línea de Enlazados con continuidad que permite que puedan acceder a dos meses más de incentivo económico. Tenemos un 65 por ciento de personas que continúan en relación laboral formal” explicó Vega Espinoza.

Hay que decir que el porcentaje que no queda como personal de planta de una empresa es porque renunció o porque busca algo relacionado a su perfil laboral o porque lo desvinculan. “Hay renuncias y despidos con justa causa”nos contó la funcionaria.

De las 15 mil personas que ingresaron al mercado laboral, 8.500 quedaron en un puesto en blanco en empresas que contrataron personal a través de Enlazados.

Esto significa que lograron obtener un empleo formal, con obra social, aportes jubilatorios, aguinaldo, vacaciones, lo que implica no solo la garantía de los derechos laborales sino que a esa persona, que estaba desocupada o en un trabajo informal, le cambiará la vida rotundamente.

Santiago Sáenz, un joven de 25 años, relató por Radio Nihuil, su experiencia de ingresar formalmente a la multinacional Konecta, que presta el servicio de contac center.

“Yo entré como representante de ventas, con la vincha haciendo llamados, vendiendo. Gracias a este plan Enlazados se me dio la posibilidad de crecer. Ya soy empleado 100 % de la empresa y a los pocos meses de ingresar tuve la oportunidad de crecer y tener mi propio equipo de ventas. Hoy en día tengo 20 personas a cargo que ingresaron con el mismo plan”.

“De estos índices un 30 por ciento de esas personas reconvirtió sus programas sociales por ejemplo una Asignación Universal por hijo, un Potenciar Trabajo, una Tarjeta Alimentar en trabajo genuino” subrayó Vega Espinoza.

No todo es color de rosas: Uno de cada tres trabajadores busca un segundo empleo
En el primer trimestre del año la variable “Ocupados demandantes de empleo” era del 26,2 por ciento. Ahora, este número aumentó a 27%. Esto significa que aquellas personas con empleos buscan un segundo trabajo porque no les alcanza con los ingresos que perciben mensualmente.

El dato preocupante de esta tasa, que es la segunda más alta de la Argentina después de Córdoba, es que los salarios promedio de la provincia no cubren el costo de vida y que la inflación se fagocita el sueldo de los trabajadores.

Vega Espinoza analizó que hay salarios bajos, atados a una paritaria. “La única paritaria que se cierra acá en Mendoza es la vitivinícola, el resto se define a nivel nacional y hay un contexto macroeconómico que los sufrimos todos, la inflación que nos azota y también que Mendoza no puede legislar en materia laboral porque eso es competencia de la Nación. Podemos acompañar con algunas herramientas pero hay que entender la complejidad”

Hoy un salario promedio en la provincia está entre 90 mil y 95 mil pesos cuando la Canasta Básica Total se ubicó en agosto para una familia tipo (dos adultos y dos menores de edad) en 112.129 pesos, 7 mil pesos más que en julio.

“Un trabajador de comercio, un cajero, un repositor cobran entre 90 mil y 95 mil pesos. Hoy el Salario Mínimo, Vital y Móvil regido por ley nacional es de 51.200 pesos cuando la inflación es muy alta” expresó la directora general de Empleo.

En Mendoza, según el INDEC 495.000 mendocinos están ocupados y 142.000 buscan sumar otro trabajo al que ya tienen claramente porque la plata no alcanza.

Si bien la desocupación está bajando y es una buena noticia, hay mucho empleo precario o con bajos salarios
Hace quince días entrevisté al Investigador Diego Santamarina, coordinador en Mendoza del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica sobre el Segundo Informe de Pobreza para la provincia. En esa oportunidad el especialista analizó que “en el Gran Mendoza mejoró la tasa de actividad y empleo pero cuando hacemos un trabajo más profundo vemos que la calidad del empleo no es la misma.”

El desafío, planteó el investigador social, es mejorar las condiciones de contratación y mejorar la calidad del empleo

El desafío para Mendoza es que las empresas generen empleo de mayor calidad y con mayor remuneración. Para esto deberán superar los embates de la inflación en este contexto de la economía nacional e internacional complicado.

Las empresas no deben dejar de aprovechar oportunidades como el Mendoza Activa (ahora lanzarán la edición cuarta) que ayudan con incentivos de inversión y programas como Enlazados que son el puente para la generación de empleo en blanco.

Con resultados para mostrar, el gobierno de Rodolfo Suarez, busca exportar a nivel nacional las iniciativas locales de empleo. La senadora Mariana Juri, llevó en agosto al Congreso un proyecto para replicar en el país los programas locales Enlace (de capacitación y entrenamiento laboral) y Enlazados (de contratación) para convertir los planes sociales en empleo genuino o contratar de desempleados de trabajos de calidad.

Si se dejan la mezquindades políticas de lado, estas experiencias mendocinas, podrían dar frutos a nivel nacional y ayudar a mitigar la desocupación.

Fuente: Uno