Radiografía demográfica de las Islas Malvinas: población envejecida y más diversidad cultural

El gobierno del territorio de ultramar relevó una población total de 3.541 habitantes. De éstos, el 12% son mayores de 65 años. Hay una política de apertura internacional, con un fuerte incremento de migrantes de Filipinas y Zimbabwe, entre otros países.

El gobierno del territorio de ultramar relevó una población total de 3.541 habitantes. De éstos, el 12% son mayores de 65 años. Hay una política de apertura internacional, con un fuerte incremento de migrantes de Filipinas y Zimbabwe, entre otros países.

El Gobierno de las Islas Malvinas (Falkland Islands Government) realizó un nuevo Censo poblacional durante el 2021, y los datos arrojaron resultados llamativos. En primer lugar, la cantidad de habitantes de las Islas es de 3.541 personas. Si se coteja este número con el del censo anterior (de 2016), donde se relevaron 3.200 personas, el incremento poblacional es de casi un 11%. La significativa «inyección» de habitantes se debe a los estímulos para la radicación de personas de otras regiones del mundo.

El otro elemento llamativo, y que tiene relación con esto último, es el envejecimiento de la población. El 12% se constituye por el grupo de los adultos mayores, es decir por quienes superan los 65 años de edad. Además, apenas un 16% tiene menos de 15 años.

«El envejecimiento demográfico se constituye en un desafío para las islas en lo que refiere a la cobertura de la creciente demanda laboral que exige su pujante economía, a partir del incremento en los últimos años de la pesca y del turismo, lo que impacta en la necesidad de adecuación de los servicios y de la infraestructura vial y portuaria con requerimiento de mano de obra», explica el Prof. Gustavo Peretti, Titular de la Cátedra «Geografía Argentina», del Depto. de Geografía de la Facultad de Humanidades y Ciencias (Fhuc) de la UNL, en un trabajo de análisis propio que puede consultarse en la edición web de esta nota (ver aparte).

Pero quizás el dato más interesante es la diversidad étnico-cultural que está radicándose en las Islas Malvinas. Históricamente los movimientos migratorios hacia el archipiélago provenían del sur de Chile, por la proximidad geográfica. Pero ahora, la mayor población migratoria está arriba de, por ejemplo, Filipinas (se incrementó 176% de 2016 a 2021), es decir, sur de Asia, del otro lado del continente. También de Zimbabwe (20% más), sur de África. De Sudáfrica hubo un 458,3% de migrantes más respecto del anterior censo) e incluso de Perú (142,1% más respecto de 2016).

Cabe aclarar que estos porcentuales en una población tan exigua, de poco más de 3.500 habitantes, los valores absolutos representan números escasos de las personas llegadas a las Islas desde esos países antes citados. No obstante, lo llamativo sigue siendo la floreciente diversidad de nacionalidades que arribó al archipiélago.

Movimientos demográficos
El Litoral consultó al Profesor Gustavo Peretti, quien desde antes de 2016 -previo a su viaje a las islas, para dar una ponencia-, ya venía trabajando sobre los movimientos migratorios y demográficos.
-¿Qué repercusiones, en términos de la demografía general, tiene para una población pequeña como la de las Islas Malvinas una tasa de envejecimiento poblacional elevado?
-Lo que se puede observar es que en las Islas Malvinas hay una población envejecida, por el peso que tiene el grupo de los adultos mayores. Hay un envejecimiento poblacional por dos vías: una, por el aumento de la esperanza de vida, que se ve mucho en Occidente, que hace que justamente haya cada vez más adultos mayores. Por otro lado, lo que se ve en las islas es que hay un descenso en la fecundidad, esto es, una disminución de los nacimientos.

Ahora bien, si se divide la población entre quienes nacieron en las islas de quienes no nacieron y llegaron desde otros lugares del mundo, es más acentuado el envejecimiento de los adultos nativos, nacidos en el archipiélago. Eso explicaría incluso la menor participación en la población demográfica total de los isleños nativos.

-¿Qué características tiene la gente de otros países que va a radicarse a las islas? ¿Busca un trabajo temporal, mejorar la posición económica, o bien va por un proyecto de vida?

-En primer lugar, para llegar a las islas -dejando de lado a los turistas-, quienes van deben tener ya previamente un contrato de trabajo, establecido antes de hacer el desplazamiento. El contrato se hace por lo general a través de las empresas privadas. Por ejemplo, en Malvinas hay dos hoteles; en uno de ellos el dueño tiene el status de isleño, procedió de Chile hace 20 años. Esta persona contrata a casi todos empleados chilenos, previo contrato hecho.

Además, hay otras actividades florecientes (turismo, gastronomía, etcétera). Lo que está haciendo el gobierno de las Islas Malvinas es una campaña migratoria muy focalizada. En los últimos años se vienen realizando muchos trabajos de construcción y mejoras viales. Por ejemplo, en la ruta del Aeropuerto Internacional hasta Puerto Stanley (Puerto Argentino) hay 50 km. donde se está ejecutando una gran obra de asfaltado. Aquí ingresa la población de, por ejemplo, Filipinas, para mano de obra, con remuneraciones muy buenas. Este tipo de trabajo con mano de obra extranjera es muy valorado en las islas.

Ocurre que ante un proceso de envejecimiento poblacional, se necesita gente joven y mano de obra. Hay dentro del gobierno una política atractiva para una persona del exterior que quiere radicarse allí. De hecho, hace unos años se flexibilizaron los plazos de los contratos de trabajo, que eran por sólo dos años: ahora se puede ir por cuatro.

Diversidad
-Los datos muestran una apertura hacia una fuerte diversidad étnica y cultural. ¿O sea que se cae cierto prejuicio de que la población nativa, los isleños, es cerrada, endogámica?, consultó El Litoral a Peretti.

-Sí. Además, las redes sociales tuvieron un rol gravitante en la política de apertura cultural. Y otro dato: el matrimonio igualitario se aprobó antes en las Islas Malvinas que en el Reino Unido. Primero se hizo un plebiscito, donde más del 80% votó a favor del matrimonio igualitario. Esto habla de una sociedad abierta, no cerrada como muchas veces se piensa. Y esta concepción aperturista también viene con el aporte inmigratorio, que tiene quizás más incorporado estos nuevos cambios sociales de la modernidad que el propio isleño nativo.

Fuente: El Litoral