Rajoy y la oposición española unen fuerzas contra el desafío catalán

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El presidente de gobierno y el líder socialista Pedro Sánchez acuerdan trabajar juntos en defensa de la unidad nacional. Paralizado temporalmente el proceso independentista.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, el socialista Pedro Sánchez, acordaron ayer dar una respuesta unitaria al desafío lanzado por los secesionistas de Cataluña cuando quedan menos de dos meses para las elecciones generales en España. Rajoy almorzó en La Moncloa con el secretario general del Partido Socialista (PSOE), su principal rival en los comicios del 20 de diciembre, un día después de que los partidos independentistas presentaran en el Parlamento catalán una resolución para iniciar la desconexión de España y la construcción de un Estado independiente pasando por encima del orden constitucional. “Han acordado trabajar coordinadamente en defensa de la Constitución, la unidad nacional, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles”, indicó La Moncloa.

Rajoy ya había anunciado horas antes que pretendía citar en la sede de gobierno al líder socialista y a Albert Rivera, el del partido emergente Ciudadanos, que en Cataluña es la primera fuerza no secesionista. No se descarta por eso que en los próximos días tenga un encuentro similar con él. En los tres años que dura ya el desafío catalán, Rajoy no había convocado hasta ahora a los líderes de la oposición para abordar la amenaza que llega desde la región de 7,5 millones de habitantes. Su Partido Popular (PP), el de Rivera y los socialistas catalanes (PSC) se unieron ayer, horas antes de esa comida, en una maniobra que frenó en el Parlamento catalán por unos días la aprobación de la resolución que pretende dar inicio a la desvinculación de España y a la construcción de un nuevo Estado.

Bloqueo. La mesa del Parlamento, que es el órgano de gobierno de la cámara, controlada por los secesionistas, iba a decidir sobre la tramitación de urgencia del texto, pero los partidos defensores del orden constitucional consiguieron ganar tiempo. Ciudadanos y el PSC presentaron sendos recursos contra su tramitación, sobre los que la mesa debe decidir antes de aprobar la admisión a trámite. Para ello, es necesario reunir a los portavoces de las fuerzas con representación en la cámara. Pero dos días después de que se constituyera formalmente el Parlamento catalán salido de las elecciones regionales del 27 de septiembre, el PP no tiene aún vocero porque no se constituyó como grupo parlamentario. Los secesionistas tendrán pues que esperar a que eso ocurra. El PP tiene hasta el 5 de noviembre. La maniobra solo sirve para ganar tiempo, ya que la mayoría absoluta de diputados que los independentistas tienen en el Parlamento catalán hará fracasar los recursos de Ciudadanos y el PSC cuando puedan abordarse. Una vez aprobada, la pelota pasará del lado de Rajoy, que afirma que tiene un plan para frenar el proceso independentista pero aún no lo reveló. “Vamos a aplicar la ley, pero ahora no entraremos en más detalles. La ansiedad no resuelve los problemas, habrá que dar respuesta a medida que se produzcan los hechos”, dijo el líder conservador.

El martes, en una declaración institucional en La Moncloa con la que dio respuesta al movimiento de los independentistas en el Parlamento catalán, ya les advirtió de que el gobierno frenará la amenaza secesionista con todos los “mecanismos jurídicos y políticos” que la Constitución y las leyes le otorgan. Detrás está la amenaza velada de suspender la autonomía de la región para reconducir la situación a la vía constitucional en virtud del artículo 155 de la Carta Magna. Ayer señaló que no le gustaría tener que llegar a eso y abogó por dar respuestas “con prudencia, proporcionalidad y con firmeza”.

“Golpe al Estado”. La prensa española advirtió ayer sobre el “golpe” y “la rebelión contra el Estado” por parte de los partidos secesionistas de Cataluña. “Golpe al Estado, vacío de gobierno”, tituló el diario El País, que criticó la “absoluta pasividad” con la que el Ejecutivo de Rajoy responde al desafío soberanista. El diario El Mundo, que tituló en tapa “Rebelión contra el Estado”, dijo que el gobierno español se halla “abocado a plantearse la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que suspende la autonomía catalana”. En Cataluña, el diario La Vanguardia advirtió de que “las cosas no se están haciendo bien” ni por parte de los independentistas ni desde Madrid. “Las actitudes unilaterales son peligrosas, y solo arriban a puerto cuando están apoyadas por mayorías muy amplias, que ahora y aquí no se dan”, indicó.

La Moncloa se moviliza por las elecciones generales del 20-D

A Mariano Rajoy le atribuyeron falta de iniciativa en el tema de Cataluña desde que Artur Mas lanzó su desafío independentista en 2012. El año pasado, por ejemplo, tardó tres días en hablar del referéndum simbólico sobre la independencia de España que Mas celebró en la región el 9 de noviembre pese a la prohibición del Tribunal Constitucional. Hace un mes fue el único líder nacional que no arropó a su candidato en Cataluña el 27 de septiembre, tras la jornada electoral de unos comicios que Mas consiguió convertir en un plebiscito sobre la independencia de España.

Por eso sorprendió el martes la declaración del jefe del gobierno en La Moncloa, después de que los partidos secesionistas presentaran el texto para iniciar en el Parlamento catalán el proceso de constitución de un Estado independiente. Tardó muy poco en ponerse ante las cámaras para advertir a los independentistas de que usará todos los instrumentos a su alcance para frenar la desconexión jurídica que pretenden iniciar. ¿Qué pasó para que Rajoy dé ese giro de timón? La clave la dio él mismo en su declaración institucional en el palacio de gobierno: “Mientras yo sea el presidente del gobierno, España seguirá siendo una nación de ciudadanos libres e iguales”, dijo.

Lo que está en juego. Que Rajoy siga al frente del Ejecutivo está en manos de los españoles, convocados a las elecciones el 20 de diciembre. El PP tiene que ganar los comicios, pero además debe hacerlo de manera contundente, evitando que el socialista Pedro Sánchez pueda desbancarlo con un pacto del Partido Socialista (PSOE) con Ciudadanos o Podemos, las dos fuerzas emergentes.

El proceso soberanista en Cataluña es el mayor desafío al Estado español desde la transición democrática y se convirtió en un gran problema electoral para el PP y Rajoy. Lo confirmaron las elecciones catalanas del 27 de septiembre, en las que el partido que gobierna España perdió diputados regionales y se hundió hasta quedar como cuarta fuerza del Parlamento catalán, a gran distancia de Ciudadanos, que se convirtió en el primer partido antisecesionista de la cámara, justo por detrás de la coalición electoral de Artur Mas.

La decisión de Rajoy de estirar hasta el límite la convocatoria de las elecciones generales hizo coincidir la constitución del nuevo Parlamento de Cataluña, el lunes, con la disolución del Parlamento español.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, a quien Rajoy no convocó a La Moncloa por defender una consulta de autodeterminación en Cataluña pese a estar en contra de su independencia, acusó ayer al jefe del Ejecutivo de aspirar a obtener réditos electorales “incendiando” la región del noreste.

Fuente: La Capital, Rosario