Regularán a los carribares en la ciudad de Santa Fe

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Se abrirá un registro de permisionarios y habrá una zona autorizada para el trabajo de estos puestos móviles. Estarán sometidos a controles bromatológicos, de infraestructura e higiénico-sanitarios.

Tal como lo había anticipado El Litoral en su edición del 9 de marzo, el Concejo aprobó una ordenanza —surgida de un mensaje del Ejecutivo— que establece una nueva regulación para los denominados carribares en la ciudad. Éstos son definidos como puestos móviles a tracción mecánica utilizados para la preparación y venta de comidas rápidas (hamburguesas, sándwiches, etc.) para el consumo en la vía pública.

Con la ordenanza sancionada, se establece un registro de postulantes de permisos de uso de carribares. Se delimita un zona de lugares permitidos; se fijan criterios estructurales, de seguridad sanitaria y de salubridad alimentaria en la manipulación, procesamiento y venta de los productos, y sanciones económicas para los titulares de los permisos (permisionarios) que no cumplan con lo dispuesto por la normativa.

Quienes pretendan realizar una actividad económica en carribares deberán gestionar ante el Ejecutivo y obtener un permiso de uso.

Los carribares sólo tendrán permitido vender emparedados que contengan rellenos procesados a base cárnica; papas fritas; bebidas envasadas en origen, sin fraccionar y provenientes de fábricas debidamente registradas y habilitadas, y otros productos alimenticios envasados en origen y provenientes de fábricas habilitadas. Se procurará la adecuada conservación de la cadena de frío para los alimentos que la requieran.

Las verduras u hortalizas deberán ser debidamente lavadas por los permisionarios con agua potable. El expendio de bebidas será sin fraccionar y podrá hacerse sólo con productos envasados en origen. Los permisionarios deberán contar obligatoriamente con una libreta de sanidad vigente, y con el carné de manipulación de alimentos, entre otras condiciones.
Respecto de las medidas de infraestructura, seguridad y sanidad, los carribares “deberán contar con energía eléctrica provista de manera reglamentaria. Quedan prohibidas las barras, colgantes o cualquier instalación hecha de cualquier material que sobresalga, cuelgue, sujete y ocupe espacio por encima de las medidas autorizadas”, dice el texto sancionado. También será obligatorio el abastecimiento de agua potable y la instalación de un baño para el uso de los manipuladores de alimentos.

“No se permitirá la instalación de carribares dentro del perímetro comprendido por las calles Rivadavia, los bulevares Gálvez y Pellegrini, avenida Freyre, J.J. Paso y Arturo Illia”, con excepción de los carribares instalados para eventos determinados, cuyos permisos son temporarios. Tampoco podrán hacerlo sobre la Ruta Nacional Nº 168, en la zona de los boliches: esto podría abrir un frente de rechazo de los permisionarios, dado que su trabajo allí es intenso los fines de semana.

Se prohibirá la instalación de carribares en una distancia menor a 100 metros de negocios que vendan artículos análogos, o de lugares donde haya monumentos históricos, museos, centros culturales, accesos a reparticiones públicas, entidades bancarias, hospitales, y escuelas, etc.

El concejal Mariano Cejas (FPCyS-UCR) argumentó sobre el proyecto oficial en el recinto: “Hubo cursos de manipulación de alimentos para dueños de carribares, y de éstos hemos notado muy buena predisposición. Queremos que se jerarquice esta actividad y que sea una alternativa más a los circuitos turísticos de la ciudad”, dijo el edil.

Fuente: El Litoral de Santa Fe